CÓRDOBA.- El actual tipo de cambio para el campo es más desfavorable del que había antes del inicio de la etapa 3 del plan del ministro de Economía, Luis Caputo. El debate, profundizado por la advertencia del presidente Javier Milei de que deben apurarse a vender porque el 1° de julio las retenciones vuelven al 33% en el grano de soja, está en el centro de la escena. Los productores del cultivo que alquilan tierras deben destinar, según un trabajo privado, 41% de los granos a ese fin, un dato clave para comprender la dinámica de comercialización.

Néstor Roulet, productor que tuvo un paso por la función pública, analizó que el 60% de las 33 millones de hectáreas destinadas a producción de granos son alquiladas. En el caso de la soja, el alquiler promedio equivale a 12 quintales (1,2 toneladas) por hectárea mientras que otro 20% es cancelado con otro grano o modalidad. En esa línea, 19 millones de toneladas de las 46 millones de toneladas de cosecha de la oleaginosa que se prevén irán a arrendamientos de campos. Roulet hizo un informe titulado, “¿vendo o no vendo?”

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“El promedio es siempre más o menos el mismo -señala Roulet a LA NACION-. Los números son muy parecidos, al igual que la relación soja, maíz, trigo. Lo fundamental es que el productor es conservador porque quiere vivir tranquilo, por eso la dinámica de venta que elige”.

En una reunión con productores hizo un relevamiento de qué harían con los granos una vez terminada la cosecha y pagados los fletes (que implican alrededor de 10% de lo cosechado), servicio de cosecha (8%) e insumos sacados en canje, en dólares, créditos bancario y tarjetas agro (35%). “Les queda alrededor de la mitad. Consulté si la vendían, la guardaban, compraba pesos como aconsejaban algunas economistas y hacían carry trade”, recordó.

El resultado fue que todos contestaron que no elegirían ninguna de esas opciones, sino que la “dejaban en el campo para pagar los alquileres” ya que en muchos casos el dueño del campo quiere el dinero todo junto en agosto o setiembre. “La guardo en bolsones para el alquiler y para comenzar con la otra campaña”, fue otra opción de las más elegidas.

“La guardo en bolsones para el alquiler y para comenzar con la otra campaña”, fue otra opción de las más elegidas

No hubo nadie, según Roulet, que se inclinara tampoco sobre la posibilidad de tomar un crédito en dólares garantizado por la soja en el bolsón, a través de un warrant, forwards, o a sola firma para comprar pesos e invertirlos en un plazo fijo o fondo de inversión. Es decir, hacer carry trade como sugieren funcionarios del Gobierno.

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La respuesta de los productores va en línea con lo que el exdirector del Banco Nación, Diego Dequino, dijo a este medio: “El precio de la divisa no es un componente especulativo para el productor, es un componente central, porque operan en un mercado internacional con precios en dólares. Cuando no vende, se resguarda de la incertidumbre de su propia actividad. Ponerlo a hacer al productor ‘carry trade’ es ponerlo a hacer lo que no saben porque están dedicados a producir”.