La Paz, Bolivia 26 de marzo de 2025. REUTERS/Claudia Morales

Varios sectores sociales de Bolivia anunciaron movilizaciones en La Paz y otras ciudades del país contra la crisis económica, el desabastecimiento de combustible y el alza de precios.

Según reportes de la prensa local, al menos cinco organizaciones han confirmado su participación en las protestas: gremios, productores de la hoja de coca, juntas vecinales de La Paz y El Alto, organizaciones de trabajadores y personal del área de la salud, particularmente afectado por la falta de equipamiento e insumos médicos.

“Queremos soluciones. No hay economía, no hay circulante y vemos la devaluación de la moneda boliviana”, declaró el dirigente gremial Toño Sinañi, en el canal Unitel.

Desde hace varias semanas que las movilizaciones se multiplican en el país, que enfrenta actualmente la cuarta crisis de desabastecimiento de combustible en menos de un año y un alza inusual del dólar en el mercado paralelo, en medio de una crisis económica que la población percibe desde hace más de dos años.

Una persona sostiene un letrero pidiendo la renuncia del presidente Luis Arce. La Paz, Bolivia 26 de mayo de 2025. REUTERS/Claudia Morales

La semana pasada hubo marchas en varias ciudades para exigir acciones del Gobierno. En respuesta, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, responsabilizó a la Asamblea Legislativa Plurinacional por no aprobar créditos que están varados en el Legislativo y que suman 1.800 millones de dólares.

Según Montenegro, con la aprobación de estos créditos se tendría un mayor flujo de divisas. “Consideramos que es urgente, importante, que la Asamblea también sea parte de esta solución, porque es también corresponsable de esta situación. Tiene que asumir las responsabilidades del caso y destrabar estos créditos”, manifestó ante los medios.

Después de varios años de bonanza debido al boom de la industria petrolera en Bolivia, en el primer trimestre de 2023 surgieron las primeras señales de alarma. Por la repentina escasez de dólares y las consecuentes limitaciones bancarias, surgió un mercado paralelo de divisas que ha estado en constante alza de entonces por la creciente demanda de divisas.

Un hombre sostiene dólares en una casa de cambio en La Paz, Bolivia, el viernes 28 de junio de 2024. (Foto AP/Carlos Sánchez)

Si bien el Gobierno no ha devaluado la moneda, el dólar blue se cotiza en más del doble que el tipo de cambio oficial: la tasa fija es de 6,96 bolivianos y la semana pasada el blue llegó a un pico de casi 20 bolivianos.

Esto ha provocado el incremento constante de los precios de la canasta familiar y del costo de vida en general: no hay nada que no haya subido de precio en el último año. En paralelo, la falta de dólares ha causado periodos cada vez más frecuentes y prolongados de escasez de combustible debido a la dependencia de las importaciones. Según datos oficiales, el país importa cerca del 90% del diésel y el 56% de la gasolina que necesita para abastecer el mercado local.

A la baja producción local de hidrocarburos y las crecientes dificultades para importar en dólares, en las últimas semanas se sumaron fenómenos circunstanciales que afectaron el suministro como un paro de conductores de cisternas y marejadas en un puerto del norte chileno que impiden la descarga del combustible para Bolivia.

Un nueva crisis de desabastecimiento y el alza de los precios tensiona el escenario político a puertas de una nueva elección. El 17 de agosto los bolivianos elegirán a un nuevo presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados para un mandato de cinco años, que estará marcado por la solución de la crisis económica y la atención de las demandas de los sectores más afectados.