La edición 2025 de Starlite, la gala benéfica que cada año organiza Antonio Banderas en la cantera de Nagüeles, Marbella, volvió a reunir a figuras internacionales y celebridades locales en una noche dedicada al glamour, la cultura y la solidaridad. Si bien la ausencia física del actor marcó un matiz, la velada mantuvo su perfil filantrópico y sus elevados estándares de espectáculo y relevancia mediática, logrando una recaudación récord para las fundaciones “Lágrimas y Favores” y “Niños en Alegría”.
El evento, bajo el lema “Masquerade Night”, transformó el icónico espacio de la cantera en una puesta teatral de máscaras, candelabros y destellos dorados y rojos. El acceso a la gala, reservado a quienes aportaron un donativo mínimo de 1.000 euros por cubierto, garantizó una recepción a la altura de los grandes festivales, una cena de autor, experiencias exclusivas y una alfombra roja que funcionó como preludio y termómetro de la noche.
Entre la multitud de distinguidos invitados, Valeria Mazza se consolidó como uno de los rostros más emblemáticos. Junto a Sandra García-Sanjuán y Cayetana Guillén Cuervo, Mazza fue responsable de la conducción y presentación de los principales momentos de la velada. Su presencia sobre el escenario, vestida con un diseño de alta costura plateado de Gabriel Lage y una máscara de plumas, no solo aportó sofisticación y atractivo visual, sino que marcó el ritmo del evento alternando intervenciones en español e inglés con la naturalidad de una anfitriona global.
La ovación del público y sus interacciones con invitados y artistas presentes confirmaron el rol protagónico que Valeria tiene en la cita benéfica, a la que asiste desde ediciones anteriores invitada por su amistad con los organizadores. Junto a su esposo Alejandro Gravier, también presente, recorrió la alfombra roja entre flashes y saludos, reforzando la conexión entre personalidades de América Latina y Europa en el marco de Starlite. La anfitriona no solo acompañó a los galardonados y figuras homenajeadas, sino que entregó parte de los reconocimientos y abrió paso a los números musicales y humorísticos que completaron la experiencia para los asistentes.
Por otro lado, la gran revelación artística de la gala fue Fátima Flórez, quien se erigió como protagonista absoluta de la sección de entretenimiento con un show aclamado por el público. Desde su llegada a Marbella y su paso por la alfombra roja —donde lució un vestido largo azul con abertura lateral considerada una de las apuestas más elegantes de la noche—, fue centro de atención, anticipando el carácter especial de su presentación.
Fátima Flórez preparó para Starlite una puesta en escena adaptada al formato europeo e internacional, combinando los elementos distintivos de su repertorio con referencias musicales y humorísticas pensadas para una audiencia cosmopolita. Su show incluyó imitaciones de figuras globales como Shakira, Liza Minelli y escenas inspiradas en el circuito televisivo argentino. De esta manera, la artista llevó al escenario español parte del ADN de su éxito en el continente americano, generando risas, complicidad y admiración entre los asistentes.
La actuación destacó por su energía, la precisión de sus imitaciones y una constante interacción con el público. Fátima alternó el humor ácido con referencias a la actualidad internacional y a los propios protagonistas de la gala, involucrando a los presentes y generando un clima festivo.
La Gala Starlite 2025 también incluyó galardones especiales, homenajes como el tributo a los municipios valencianos afectados por las inundaciones de la DANA de 2024, reconocimientos a figuras solidarias como Kerem Bürsin, Lucy Doughty, Ismael Cala y Pedro Rodríguez, y la tradicional subasta de obras y experiencias a beneficio de los proyectos filantrópicos encabezados por la fundación.
La edición de este año, aun en ausencia física de Antonio Banderas, se consolidó por la calidad del show artístico, la excelencia en la conducción y la capacidad de unir a referentes de diferentes continentes en favor de una causa común. Valeria Mazza y Fátima Flórez, cada una desde su lugar sobre el escenario, se instalaron como figuras clave de una velada que combinó glamour, compromiso y espectáculo en partes iguales, dejando su impronta en una de las galas benéficas más importantes de Europa.