El hallazgo en Frotheim permite reconstruir prácticas mortuorias milenarias y rastrear cambios culturales que marcaron el tránsito entre la Edad del Bronce y la del Hierro (Stadt Espelkamp)

El hallazgo de tumbas de la Edad del Bronce con urnas de cremación y ajuares funerarios en Frotheim, Alemania, aportó nuevas evidencias sobre las prácticas mortuorias en Europa central. Un equipo de arqueólogos de la Asociación Regional de Westfalia-Lippe (LWL), dirigido por Geoff Carver, documentó 41 hallazgos en el cementerio municipal de esta localidad de Westfalia oriental, revelando rituales de incineración y entierro que datan de hace aproximadamente 3.000 años.

National Geographic informó que este descubrimiento permite comprender mejor la evolución de las costumbres funerarias en la región.

Tumbas, urnas y ajuares: evidencias del pasado

Durante los trabajos de ampliación del cementerio, los arqueólogos de la LWL, en colaboración con una empresa especializada, identificaron un campo funerario con 13 tumbas de urnas y múltiples fosas con restos incinerados. Además, se hallaron sepulturas con vestigios de piras funerarias.

Según National Geographic, algunas de las urnas funerarias, fragmentadas, contenían ajuares como agujas y cuchillos, elementos asociados al difunto.

El asesor científico de la LWL, Sebastian Düvel, señaló que el lugar fue usado como cementerio en la Edad del Bronce Tardía y posiblemente también en la Edad del Hierro. Recordó que en 1956 y 1967 ya se habían hallado dos urnas en el área, lo que confirma la continuidad de su uso funerario a lo largo de los siglos.

Los objetos encontrados junto a los restos cremados reflejan patrones rituales y sociales de las comunidades prehistóricas del norte de Europa (LWL)

Excavación, registro y técnicas arqueológicas

La excavación en Frotheim se centró en la preservación de los hallazgos. Algunas urnas y restos fueron extraídos en bloque, permitiendo su análisis posterior en laboratorio sin comprometer su integridad.

Los arqueólogos emplearon técnicas modernas de documentación y modelado 3D, facilitando el estudio detallado de la disposición original de los objetos y restos.

De acuerdo con National Geographic, esta metodología no solo asegura la conservación del material, sino que también permite reconstruir aspectos clave de los rituales mortuorios, como el tratamiento del cuerpo y la organización del ajuar.

El uso de tecnologías digitales ha transformado la documentación arqueológica, permitiendo preservar y analizar materiales frágiles con alta precisión (Denkmal 3D)

Cambios en las costumbres funerarias: de la inhumación a la cremación

Uno de los aspectos destacados del hallazgo es la evidencia de un cambio cultural durante la Edad del Bronce Tardía: la transición de la inhumación a la incineración. Un portavoz de la LWL explicó que, desde ese periodo, la cremación se convirtió en la norma en Westfalia oriental, práctica que perduró hasta la Alta Edad Media. “Con el inicio de la Edad del Bronce Tardía se produce un cambio fundamental en las costumbres funerarias comunes”, señaló el experto, según retomó National Geographic.

Las tumbas más recientes, sin urnas y con restos de piras funerarias, corresponden probablemente a los siglos cercanos al nacimiento de Cristo. Estas sepulturas reflejan nuevas concepciones del más allá y carecen, en muchos casos, de objetos funerarios, lo que requiere métodos científicos para su datación.

Datación científica y análisis de restos

Los arqueólogos dataron los enterramientos más antiguos en torno al año 1000 a.C., principalmente a partir de las urnas halladas. Para las tumbas sin urnas, se utilizará la datación por Carbono-14, una técnica que permitirá establecer cronologías precisas a medida que avancen los análisis en laboratorio.

National Geographic indicó que el estudio de los restos y objetos asociados aportará datos sobre la identidad de los individuos, sus costumbres y las redes de intercambio de la época. Además, la restauración de urnas contribuirá a la conservación del patrimonio y a su difusión científica.

Túmulos funerarios y vínculos regionales

El equipo de la LWL plantea que muchas zonas funerarias de la Edad del Bronce estaban asociadas a túmulos. Aunque no se halló ninguno en Frotheim, se considera probable que exista uno en las cercanías. Esta hipótesis se basa en descubrimientos realizados en Minden Päpinghausen y Petershagen Windheim, donde se documentaron túmulos similares.

National Geographic subrayó que identificar un túmulo en Frotheim permitiría conectar este sitio con otros de la región, ampliando el conocimiento sobre la organización del espacio funerario y sus significados sociales.

La posible existencia de un túmulo en Frotheim reforzaría la hipótesis de un paisaje funerario interconectado a lo largo del valle del Weser (Europa Press)

Próximos pasos en la investigación

El equipo arqueológico prevé encontrar más ajuares funerarios a medida que avancen las excavaciones. La aparición de nuevos elementos, podría ofrecer claves adicionales sobre las estructuras sociales y rituales de las comunidades de la Edad del Bronce.

Según National Geographic, uno de los objetivos centrales es localizar un posible túmulo y continuar analizando los restos, en busca de nuevas evidencias que profundicen en el estudio de las transformaciones culturales en torno a la muerte en Europa prehistórica.

Este descubrimiento, destacó el medio, tiene un alto valor para la arqueología europea, al aportar conocimientos relevantes sobre las prácticas funerarias y los cambios ideológicos que marcaron el paso hacia nuevas formas de comprender la muerte.