Desde hace meses, la situación de SanCor, una de las cooperativas lácteas más emblemáticas del país, figura en el radar del sector y de sus trabajadores. La empresa entró en concurso de acreedores con un pasivo que supera los USD 400 millones, dejando inactivas gran parte de sus plantas, con una reducción fuerte tanto en su estructura comercial como en la plantilla del personal. Ante este panorama, el nuevo acuerdo con la cordobesa Elcor, empresa familiar que produce la reconocida marca Tonadita, atrajo la atención sobre la posible reactivación y futuro de SanCor.
Según confirmaron fuentes cercanas a SanCor, el pacto involucra exclusivamente a la planta ubicada en la localidad de Devoto, Córdoba. En esta instalación, Tonadita provee la materia prima esencial, que es la grasa láctea, más algunos insumos para la elaboración de manteca. El acuerdo tiene un formato de producción conjunta: SanCor utiliza los aportes de Elcor para fabricar manteca, que se comercializa bajo dos etiquetas. Los productos de Tonadita los distribuye directamente Tonadita, y los que llevan la marca SanCor los distribuye SanCor, excepto en las zonas donde la cooperativa no puede garantizar la llegada a los comercios. En esos casos, el canal de ventas lo aporta la red de Tonadita.
La precisión sobre los alcances de este convenio resulta crucial. Si bien circularon versiones sobre una reactivación más amplia de varias plantas y líneas de productos, fuentes cercanas a SanCor aclararon que por el momento el sistema de fasón abarca de manera exclusiva la producción de manteca y limita su impacto únicamente a la fábrica de Devoto. En ese lugar, además de manteca, históricamente SanCor elaboró crema y queso del tipo Mendicrim, pero el actual acuerdo sólo abarca manteca. No hay otras plantas ni otros productos incluidos en el convenio firmado con Elcor.
La empresa Elcor, con una fuerte presencia en Villa María –ciudad conocida como el corazón de la manteca nacional–, se encarga de la elaboración de Tonadita y exporta productos a más de 30 países, además de abastecer a cadenas de comida rápida, supermercados y mayoristas en todo el país. En estas semanas, aportó grasa láctea y logística para que SanCor logre poner en funcionamiento nuevamente parte de la planta de Devoto, lo que activó el regreso al trabajo de personal suspendido y permitió generar flujos de fondos futuros para una cooperativa que todavía analiza su pasivo total y las perspectivas de negociar con nuevos socios.
Un aspecto significativo del acuerdo radica en el carácter “productivo” y no “comercial” del mismo. Esto implica que SanCor y Tonadita comparten insumos y capacidad industrial, mientras cada parte conserva la gestión y comercialización bajo las marcas respectivas. El convenio se articuló luego de años de intentos y propuestas sin éxito. “Siempre costó que aceptaran colaboración externa”, señalaron fuentes próximas al acuerdo. Finalmente la negociación avanzó, acotada, pero con la expectativa concreta de permitir la reactivación de una planta que permanecía cerrada.
En los últimos años, el derrumbe de SanCor fue notorio. La cooperativa, que alguna vez llegó a procesar 4 millones de litros de leche diarios y a liderar junto a La Serenísima la industria láctea argentina, vio caer su producción hasta operar por debajo de los 60.000 litros diarios, con media docena de plantas cerradas y una caída de personal de 1.350 a 850 trabajadores. Casi sin presencia en las góndolas, la marca retrocedió mientras enfrentaba múltiples frentes de conflicto.
Ante la poca capacidad productiva mantenida, el acuerdo de Devoto representa una alternativa para reactivar personal y equipos. “Con este tipo de esquema surgen flujos de fondos a futuro y se logra reintegrar al trabajo a empleados suspendidos”, apuntaron fuentes cercanas a SanCor, poniendo el foco en que se trata de un arreglo limitado que aún no implica la vuelta a gran escala de la cooperativa.
Respecto de futuros pasos, también fuentes cercanas a SanCor informaron que existen conversaciones preliminares con otras empresas para firmar acuerdos con formato de fasón por otros productos y en otras plantas. Pero ninguna de esas negociaciones avanzó hasta el punto de alcanzar un arreglo formal, por lo que no hay por ahora, más allá del caso de Tonadita y la planta de Devoto, otras fábricas ni líneas productivas reactivadas a través de este método.
Elcor, dirigida actualmente por la tercera generación de la familia Piazza, es una de las líderes nacionales en el segmento de mantecas y quesos cheddar, y su planta de Villa María concentra el 70% de la manteca que se consume en la Argentina. También opera en Chile y abastece con manteca y queso a marcas internacionales de cadenas de fast food. Posee alrededor de 350 empleados y, por primera vez, selló un esquema de producción cruzada con una histórica cooperativa como SanCor.
El contexto del acuerdo también resulta importante para entender la escala de los desafíos. A comienzos de junio, SanCor continuaba en concurso, con vencimientos legales para la presentación de acreedores, volumen alto de presentaciones y negociación constante con bancos y fondos del extranjero. Entre los principales acreedores figura el Fondo IGG, junto a otros actores que monitorean con interés el futuro de la cooperativa. El proceso legal está bajo la supervisión del juez Guillermo Adrián Vales, del Juzgado de la Cuarta Nominación de Rafaela, Santa Fe.
No es la primera vez que SanCor explora fórmulas para garantizar su supervivencia. En 2021, la cooperativa buscó armar el fideicomiso SanCor Capital, proyecto que implicaba inversiones considerables, pero los interesados abandonaron la idea. Más recientemente, la cooperativa mantuvo reuniones exploratorias con potenciales inversores locales y extranjeros, entre los que se encuentra Adecoagro –el principal productor de leche del país– y algunos fondos cripto internacionales, aunque esas negociaciones no pasaron de contactos preliminares.
Por fuera del acuerdo de Devoto y Tonadita, la estructura comercial y productiva de SanCor sigue desarticulada. Gran parte de sus unidades productivas todavía permanece inactiva. El curador concursal continúa afinando el estado de situación patrimonial y los trabajadores esperan una resolución que permita ampliar el alcance de los convenios actuales.
Dada la modalidad de este primer paso, fuentes del sector ven el esquema como una posibilidad de replicar acuerdos similares en otros productos, aunque insisten en que no hay hasta el momento nada cerrado. “Estamos hablando con otras empresas, pero son charlas preliminares. La prioridad fue lograr que la planta de Devoto se reactive con producción de manteca bajo el sistema de fasón y que el personal suspendido pueda regresar”, sostuvieron fuentes cercanas a SanCor.
La expectativa de reactivación es moderada. No existe, al cierre de la presente nota, compromiso de venta de la cooperativa ni transformación de su estructura societaria. La estrategia apunta a mantener la marca en movimiento y restaurar parte del volumen productivo, aunque circunscripto por el momento sólo a la manteca producida y distribuida desde Devoto.