El pasado sábado, la reina Letizia realizó un viaje no oficial a Panamá para sorprender a su hija, la princesa Leonor, quien se encuentra embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Este reencuentro se ha producido cuatro meses después de que Leonor partiera desde Cádiz el anterior mes de enero como parte de su formación militar, y sin haber recibido visitas previas durante este tiempo. La reina ha recibido a su hija en tierra con un emotivo abrazo, un gesto que ha sido ampliamente comentado y compartido en redes sociales.
El viaje de Letizia ha coincidido con la escala del buque en Panamá, donde permanecerá hasta el próximo martes 6 de mayo. Además de la reina, otros familiares y amigos de los que viajan en el Juan Sebastián Elcano también aprovecharon la ocasión para visitar a sus seres queridos. Este tipo de encuentros, aunque no forman parte del itinerario, son habituales durante las escalas del buque escuela en diferentes puertos. Si bien el protocolo rige la vida real en casi todos sus aspectos, en ocasiones, el cariño y el afecto hace que este quede en un segundo plano.
Un emotivo encuentro familiar
La Casa Real compartió un vídeo del reencuentro entre madre e hija en sus redes sociales, lo que generó una ola de reacciones entre los usuarios. Entre los comentarios destacados se encuentra el de Diana Rubio, doctora en comunicación, politóloga y experta en protocolo, quien definió la escena con una frase cargada de emoción: “Abrazos que son vida. Aquí no son reina y princesa, sino madre e hija unidas por el cariño y la alegría de reencontrarse”. Rubio también subrayó la importancia de estas imágenes, señalando que “nos recuerdan lo esencial y más importante: la familia”.
El largo y profundo abrazo de la reina Letizia no solo ha sido interpretado como un acto de cercanía y apoyo hacia su hija, sino también como una muestra de humanidad que trasciende los roles oficiales de la monarquía. Las imágenes difundidas han permitido a los ciudadanos ser testigos de un momento íntimo y familiar, algo poco común en el contexto de la vida pública de los miembros de la realeza. Esta restricción de afecto podría ser más complicado para Letizia, que no procede de un entorno monárquico, lo que conllevaría educar a sus hijas en un ambiente diferente.
El rol de madre sale a relucir
En este reencuentro, se vio a una reina impaciente por ver llegar el buque sobre el que viajaba su hija. Con la mirada buscaba a Leonor, que ya está completamente sumergida en la vida militar, con el finde llegar, algún día, a ser reina de España. La psicóloga Lara Ferreiro también ha calificado en otros momentos la personalidad de Letizia en relación con sus hijas: “madre helicóptero”. Esto quiere designar por la psicología que es una madre que se enfoca mucho en sus primogénitas.
Esto se ha apreciado en los minutos en los que Letizia ha llevado de la mano a su hija mientras caminaban, compartían palabras y risas. En cambio, la psicóloga adelantó para la revista Lecturas que pese a ser muy cariñosa, también “es muy exigente”, lo que podría afectarles en un futuro.