La esmeralda encontrada en el palacio presidencial de Madagascar

El hallazgo de una gigantesca roca verde-oscura en el corazón del poder político de Madagascar ha añadido un nuevo capítulo a la inestable vida institucional del país. El presidente interino, el coronel Michael Randrianirina, que tomó el control del Gobierno el mes pasado tras una crisis política, presentó un bloque de 300 kilos de lo que describió como una “esmeralda en matriz” localizada —según su versión— dentro del propio palacio presidencial de Ambohitsorohitra, en Antananarivo.

La pieza, un bulto irregular atravesado por vetas cristalinas verde intenso, aún debe someterse a análisis gemológicos para determinar la extensión y el valor real de la esmeralda incrustada.

El mandatario, vestido con uniforme militar y acompañado de cámaras estatales, afirmó que se trata de un “activo nacional” cuya eventual venta podría destinarse íntegramente al tesoro público. “Podría venderse, y será el ministro quien explique los procedimientos”, declaró, insistiendo en que todo el proceso se hará con “transparencia total”.

Las dudas, sin embargo, emergieron de inmediato: no ofreció detalles sobre cómo, cuándo ni en qué circunstancias apareció la roca, limitándose a asegurar que “al llegar, descubrimos este increíble tesoro nacional” y que las autoridades desconocen “por qué fue traído aquí”.

El coronel Michael Randrianirina presta juramento como presidente ante la Corte Constitucional, en Antananarivo, Madagascar, el 17 de octubre de 2025 (AP Foto/Brian Inganga)

El ministro de Minas, Carl Andriamparany, definió la roca como el sueño de un coleccionista, destacando que una esmeralda conservada en su matriz natural es poco común. Madagascar es uno de los grandes productores mundiales de gemas —rubíes, zafiros y esmeraldas giran desde hace décadas por los circuitos globales—, pero el Gobierno afirma no haber encontrado registro alguno de una piedra de estas características en su inventario oficial.

De confirmarse su autenticidad y calidad, la pieza podría alcanzar cifras millonarias en el mercado internacional de minerales.

El episodio llega en un momento de especial fragilidad institucional. Madagascar, una nación de casi 30 millones de habitantes, atraviesa desde hace años ciclos de inestabilidad política y económica. El último cambio de poder, que permitió la llegada de Randrianirina, se produjo tras la renuncia del anterior presidente en medio de protestas y presiones internas.

La comunidad internacional ha pedido en repetidas ocasiones un retorno pleno al orden constitucional y la celebración de elecciones creíbles, en un contexto donde la desconfianza hacia el Estado es profunda.

En Madagascar, donde los recursos naturales son un campo de disputa constante, la gestión de minerales estratégicos y piedras preciosas ha estado históricamente envuelta en controversias.

Vista general de la mina Molo, propiedad de NextSource Materials, que inició su producción en abril para fabricar grafito necesario para baterías de vehículos eléctricos, en Fotadrevo, al sur de Madagascar. Esta imagen, sin fecha, fue distribuida en abril de 2023 y obtenida por Reuters el 15 de junio de 2023 (NextSource Materials/Handout vía REUTERS)

Según datos del Banco Mundial, la minería representa una parte importante de las exportaciones malgaches, pero el país obtiene beneficios limitados por la ausencia de controles sólidos, la informalidad y las redes de contrabando.

Las esmeraldas, en particular, suelen extraerse en zonas remotas del este y el sur, donde la presencia estatal es mínima y los conflictos por el control de yacimientos son recurrentes. La trazabilidad de las piedras preciosas, un problema estructural en Madagascar, complica determinar la procedencia exacta de cualquier pieza que entre en circulación.

En este sentido, el valor real de un hallazgo de estas dimensiones depende no solo del tamaño, sino también de la transparencia de su cadena de origen. Si la piedra hubiese permanecido años en el palacio sin registro alguno, la cuestión de quién la depositó allí —y con qué propósito— podría convertirse en un nuevo foco de turbulencia política. El Gobierno, por ahora, evita especular y promete que todo será aclarado tras el análisis gemológico.

Esmeralda

La eventual venta del mineral plantea además interrogantes sobre el uso de los ingresos. Randrianirina asegura que el dinero irá directamente al tesoro del Estado, una afirmación relevante para un país donde casi el 80% de la población vive en situación de pobreza, según la ONU. Madagascar afronta crisis alimentarias recurrentes, agravadas en el sur por sequías extremas, y arrastra un déficit crónico en infraestructuras esenciales. En ese contexto, cualquier ingreso extraordinario adquiere una dimensión política significativa.

El Gobierno insiste en que la piedra podría convertirse en un símbolo de recuperación económica. Sin embargo, organizaciones civiles han pedido claridad inmediata sobre los procedimientos de custodia y valoración, temiendo que una pieza única acabe opacada por disputas internas o, peor aún, envuelta en sospechas de desvío de fondos. La historia reciente del país está marcada por escándalos vinculados a la explotación ilegal de madera de rosa, oro y gemas; la memoria de esos episodios eleva el escepticismo social.