En lo que va del 2025 creció exponencialmente el uso de dólares dentro del sistema financiero. Las transferencias en esa moneda aumentaron nada menos de 357% en los primeros cuatro meses del año en relación con el mismo período del año. También se registró un incremento significativo, aunque de menor magnitud en pagos en moneda extranjera.
Se trata de la primera vez que el indicador Coelsa brinda información de las transacciones realizadas en dólares, las que obviamente ocurren dentro del sistema financiero. El blanqueo del año pasado fue por un volumen superior a los USD 20.000 millones, lo que incrementó sustancialmente los depósitos en moneda dura dentro del sistema. Este es uno de los motivos que explican el gran incremento en las transferencias en dólares entre cuentas.
Pero también se empiezan a registrar más pagos en dólares. En ese sentido, el Banco Central habilitó en marzo la posibilidad de pagar en esa moneda con tarjeta de débito en cualquier comercio. Por ahora no son demasiados los que habilitaron esta posibilidad, pero lentamente se empieza a adoptar, en particular en el caso de las agencias de turismo.
La cantidad de transacciones entre personas aumentó un 84% en el primer cuatrimestre, mientras que el importe total transferido subió 20%, siempre de acuerdo a los datos aportados por Coelsa.
Todo parece encaminarse a un incremento mucho mayor todavía en las operaciones en dólares que tienen lugar por los distintos canales financieras, ya sea a través de transferencias entre cuentas o pagos digitales.
El Gobierno promueve la “dolarización endógena”, que consiste justamente en poner en marcha la competencia de monedas. Las medidas que se esperan para hoy buscan justamente atraer más dólares del colchón para que se integren al circuito formal de la economía. En la medida que esto vaya ocurriendo, es esperable que la cantidad de transacciones en dólares aumente exponencialmente.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ya adelantó que las medidas que se adopten no implican un blanqueo, que en realidad debe ser aprobado por ley. Y, por otra parte, aclaró que no se está pensando en poner un límite de USD 100.000 para las operaciones, como circuló en comentarios preliminares. En cambio, dijo, será un cambio estructural que permitirá una fluidez mucho más importante para los dólares que la gente mantiene guardados y prefiere no utilizar.
El blanqueo del año pasado fue por un volumen superior a los USD 20.000 millones, lo que incrementó sustancialmente los depósitos en moneda dura dentro del sistema
Javier Milei también aportó algunas precisiones. Por ejemplo, si se vende un auto en dólares, luego los impuestos deben ser pagados en pesos. La intención es que así aumente la demanda de pesos y aumente la oferta de dólares para hacer frente a esas obligaciones.
Pero además el Presidente explicó que la idea es no preguntar cómo se generaron esos dólares. De esto se deduce que se flexibilizarían sustancialmente los controles en el caso de pagar operaciones en dólares que no fueron declarados. Tampoco se exigirá una justificación por el incremento patrimonial que surja de esa manifestación de fondos, aunque seguramente se estipularán parámetros para evitar abusos.
Para que ello suceda, se trabajó en distintos decretos para modificar reglamentaciones que hoy tienen organismos como el Banco Central y ARCA. Sobre todo en referencia al pedido de información que distintos sectores están obligados a exigir a los clientes ante cualquier tipo de transacción. En la lista están por supuesto los bancos, pero también contadores y escribanos, entre los principales. En el mismo sentido, también se propondrían modificaciones a la ley Penal Tributaria.
Desde el Gobierno también dejaron en claro que la Unidad de Información Financiera (UIF) seguirá funcionando con normalidad y que además todo estará enmarcado en las normas antilavado que dicta el GAFI para evitar que Argentina entre en la “zona gris”.