¿Cómo ver Buenos Aires? ¿Cómo verla como turista, cómo verla como porteño, cómo mirar lo que ya se ha visto como si fuera la primera vez? Rincones de Buenos Aires surge como una invitación a mirar la ciudad con ojos nuevos y curiosos. En sus páginas, Leila Aisen propone un recorrido íntimo por más de 200 lugares emblemáticos y escondidos, donde las historias urbanas y los detalles arquitectónicos se funden con la vida cotidiana de la capital argentina. Las ilustraciones de Josefina Jolly acompañan este itinerario, aportando una perspectiva sensible y estética que potencia la experiencia visual del lector.
Aisen logra entrelazar relatos, anécdotas y leyendas que dan forma al carácter porteño, convirtiendo su obra en una guía exhaustiva y a la vez cercana. El libro no solo invita a residentes y visitantes a recorrer la ciudad a pie, sino que también permite descubrirla desde el propio hogar, alentando a descubrir secretos y vínculos emocionales con cada rincón.
La obra. publicada por El Ateneo, revela cómo la memoria, la gastronomía, la arquitectura y los pequeños detalles cotidianos dialogan para construir la identidad de Buenos Aires. Frente a una ciudad que se transforma sin perder su esencia, “Rincones de Buenos Aires” se presenta como una invitación a perderse y redescubrir, a dejarse sorprender y conectar con relatos que emocionan y sorprenden, en la búsqueda de una mirada renovada sobre lo conocido.
Algunas preguntas a Leila Aisen
1. ¿Qué hay en Buenos Aires que pueda descubrir un porteño?
En mi libro hay muchos lugares e historias de gran importancia pero poco conocidas, incluso para los porteños. Me propuse sorprenderlos, porque quise escribir tanto para los que conocen Buenos Aires como para los que no, argentinos o extranjeros, y que todos se lleven datos increíbles.
Por ejemplo, justo al lado del Cabildo está el Edificio Roverano, conocido por ser el único en Sudamérica que tiene acceso directo al subte, la estación Perú de la línea A (declarada Monumento Histórico Nacional). Hoy en día el conocido Pasaje Roverano está en la planta baja, arriba hay siete pisos de oficinas y en la terraza un Rooftop con hermosas vistas.
En los años 30 en una de esas oficinas funcionaba la compañía aérea nacional para la que trabajaba el aviador Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito, el libro no religioso más leído y traducido del mundo que fue inspirado por las aventuras del autor en Entre Ríos.
Vivía a sólo tres cuadras de allí, en el sexto piso de la Galería Güemes, en donde alojó en la bañadera a una foca que trajo de la Patagonia en uno de sus vuelos, además de escribir allí parte de su libro Vuelo nocturno, ambientado en Argentina.
2. Un lugar o una característica que te sorprendió
Lo que más me sorprendió mientras investigaba son aquellos objetos o lugares emblemáticos que están a simple vista en sitios transitados por miles de personas diariamente, pero aun así no los vemos. Creo que vivimos en una vorágine que nos lleva a ver sin mirar, sin prestar atención, a vivir conectados con todo el mundo desde el celular, pero desconectados de lo que tenemos enfrente.
Nombro tres ejemplos que obviamente están reseñados en mi libro, pero hay muchísimos más.
¡En Plaza Italia hay una columna romana de más de dos mil años, que mide 2 metros y está en perfecto estado! Fue un regalo de la Alcaldía de Roma. Quien tiene la oportunidad de ir a Roma, paga por ir al Coliseo y al Foro Romano, y acá tenemos una pieza original, una reliquia de la humanidad en un lugar público y gratuito supertransitado.
También tenemos en Barrancas de Belgrano y en una escuela de Balvanera dos pequeñas Estatuas de la Libertad originales, una de ellas incluso firmada por su creador, Frédéric Auguste Bartholdi, inauguradas 25 días antes que la gigante de Manhattan.
En Plaza Miserere hay una estructura gigante que es una verdadera obra de arte construida por Carlos Yrurtia, considerado el escultor argentino más importante del siglo XX. Se trata de un mausoleo en el que descansan los restos del primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia, quien murió en Europa y no quería que sus restos fueran traídos a Argentina. En contra de su voluntad, ni siquiera fue llevado al Cementerio de La Recoleta que él mismo creó, sino que está en medio de una de las plazas más transitadas de la ciudad.
3. ¿Qué hay en Buenos Aires que en otros lugares no? ¿Para qué venir?
Buenos Aires lo tiene todo. Es una ciudad para todos los gustos y presupuestos en la que realmente podés elegir tu propia aventura, y eso la convierte en un gran destino para argentinos y extranjeros. Es cierto que hay otros lugares de nuestro país más difundidos y codiciados, y por eso es normal que al viajar a Argentina los turistas se queden sólo un par de días de paso en Buenos Aires, pero al descubrir la ciudad, quieren volver. En un punto es como una joya escondida. Tenemos un país con maravillas naturales extraordinarias, pero Buenos Aires, a mi entender, es la metrópolis sudamericana que más sorprende.
Tiene edificios históricos, incluso con ruinas del siglo XVII que cuentan la historia fundacional, pero también hay modernos rascacielos de cara al río. Hay restaurantes de primer nivel reconocidos por la Guía Michelin y también bodegones, pizzerías al paso y cafés notables que fueron cuna de escritores. Cuenta con espacios verdes cuidadosamente diseñados que esconden obras de arte y jardines andaluces. Algunos de los mejores museos del continente están acá.
Además, es la ciudad con mayor cantidad de librerías per cápita del mundo, e incluso tenemos la más antigua y la más bella del planeta, según publicaciones internacionales. Tenemos estadios con grandes eventos deportivos y musicales, y una vasta agenda cultural todo el año. Hasta hay leyendas e historias lúgubres entre sus calles adoquinadas.
4. ¿En qué no tiene que perder el tiempo quien venga a visitar?
Los gustos son muy subjetivos. Yo no creo que las ciudades tengan lugares a los que hay que ir sí o sí sólo porque son muy conocidos o alguien lo impuso, ni tampoco sitios que no valga la pena visitar. Uno de mis objetivos con el libro es que puedan conocer cada lugar antes de ir y así saber si les interesa. Yo hice mi propia curaduría destacando más de 200 sitios emblemáticos que considero relevantes, pero la obra la completa el lector.
El libro en sí es un ahorro de tiempo para planificar los paseos, una guía definitiva para que quien tiene hambre de conocer tenga la tranquilidad de no perderse de nada.
5. Los porteños ¿son tan engreídos como dice el mito?
Yo soy nacida y criada en Morón, Zona Oeste de Gran Buenos Aires. Y soy porteña por elección, porque me enamoré de la ciudad y me mudé acá hace muchos años. Siempre me sorprendió que quienes siempre vivieron en la Ciudad de Buenos Aires no terminen de medir la magnitud de la metrópolis en la que viven. Creo que muchos porteños no conocen la riqueza de su propia ciudad y no la valoran como destino turístico. Planean sus vacaciones en otras provincias o países pero no tienen la costumbre de salir a pasear por Buenos Aires y tienen la errada creencia de que no hay mucho para hacer, cuando en realidad es una ciudad inagotable, a la altura de las grandes ciudades del mundo o incluso más. Tuve la suerte de conocer hermosas ciudades alrededor del mundo y Buenos Aires sigue siendo mi preferida. Los porteños defienden su ciudad con un gran sentido de pertenencia. Este libro les da argumentos y motivos sobrados para estar orgullosos del suelo en el que habitan.