Un destello repentino y una explosión interrumpieron la tranquilidad de un restaurante en Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, cuando una batería portátil conectada a un celular cayó al suelo y estalló, generando alarma entre los presentes.
La tarde transcurría con normalidad para un grupo de mujeres que compartía una mesa. Una de ellas conectó su teléfono a una batería externa, sin prever que minutos después el dispositivo comenzaría a emitir humo y chispas.
La situación escaló cuando el dispositivo cayó al piso y explotó, provocando un destello visible y sobresaltando a los comensales. Afortunadamente, ninguna persona resultó herida, ya que la explosión ocurrió a una distancia suficiente del grupo.
El personal del restaurante intervino de inmediato para controlar la situación, mientras las asistentes se alejaban por precaución. El video del suceso, que muestra el momento exacto de la explosión, se viralizó rápidamente en plataformas digitales, generando comentarios sobre los peligros asociados al uso de dispositivos de carga no certificados o en mal estado.
Según el portal especializado Keheng Battery, condiciones como el sobrecalentamiento pueden desencadenar una fuga térmica, proceso en el que el calor acumulado provoca una reacción que eleva la temperatura hasta “alcanzar el punto de ignición”. Además, el uso de materiales de baja calidad o la ausencia de sistemas de protección interna incrementa de forma considerable la probabilidad de fallas en estos aparatos.
El caso ha puesto nuevamente en el centro de la conversación la necesidad de extremar precauciones al elegir y utilizar baterías externas, subrayando los riesgos que implica optar por productos sin certificación o con sistemas de protección deficientes.