Esta foto sin fecha emitida por la Policía Metropolitana el lunes 14 de julio de 2025 muestra a Constance Marten y Mark Gordon (Policía Metropolitana vía AP)

Constance Marten, de 38 años, y Mark Gordon, de 51, fueron hallados culpables de homicidio por negligencia grave este lunes en Londres, luego de un segundo juicio que expuso una dramática huida a través del Reino Unido, motivada por el temor de que las autoridades les quitaran a su hija, Victoria, como ya lo habían hecho con sus otros cuatro hijos. Durante el primer juicio, ambos habían sido previamente condenados por obstrucción a la justicia, encubrimiento del nacimiento de una menor y crueldad infantil.

Marten, nacida en una familia aristocrática vinculada a la realeza y heredera de un fondo fiduciario millonario, dio a luz en secreto a su hija en enero de 2023. En lugar de acudir a un hospital, ella y Gordon emprendieron una odisea clandestina que duró siete semanas, evitando el contacto con las autoridades y viviendo en condiciones precarias. A pesar de contar con medios económicos, decidieron no recurrir a ellos. Se alojaron en hoteles y alquilaron propiedades vacacionales, pero finalmente acabaron viviendo en una tienda de campaña en los páramos del sur de Inglaterra en pleno invierno, sin ropa adecuada ni suministros esenciales para el cuidado de un bebé.

El rastro de la pareja comenzó a seguirse tras el hallazgo de una placenta en un coche incendiado y abandonado en el norte del país. La policía desplegó un operativo nacional mientras la pareja se desplazaba en taxis pagados en efectivo para no ser rastreados.

Finalmente, fueron arrestados en Brighton el 27 de febrero. Cuando se les preguntó por el paradero del bebé, Gordon respondió con indiferencia: “¿Cuál es el gran problema?”. Dos días después, el cuerpo de Victoria fue hallado en un cobertizo, dentro de una bolsa de compras y bajo montones de basura. Estaba en avanzado estado de descomposición. La causa de muerte fue atribuida a hipotermia o sofocación.

Agentes de policía trabajan en una operación de búsqueda urgente para encontrar al bebé desaparecido de Constance Marten, quien no ha recibido atención médica desde su nacimiento a principios de enero, en los terrenos de Roedale Valley Allotments, en Brighton, el martes 28 de febrero de 2023. La señora Marten y su pareja, Mark Gordon, están bajo custodia policial tras haber sido arrestados en Brighton (Jordan Pettitt/PA vía AP)

Durante el juicio, la fiscalía argumentó que ambos padres habían optado conscientemente por poner en peligro a su hija antes que enfrentar a los servicios sociales. El jurado coincidió en que, si bien tenían los recursos para garantizar la seguridad de la niña, prefirieron mantenerla oculta, aun sabiendo que ello implicaba exponerla a condiciones letales.

El pasado de ambos fue central en el caso. Marten fue criada en una mansión georgiana en Dorset, asistió a un internado de élite y estudió en la Universidad de Leeds. Su padre, Napier Marten, renunció a su fortuna para emprender un viaje espiritual. Constance tomó cursos de actuación antes de desaparecer del radar familiar tras iniciar una relación con Gordon.

Gordon, por su parte, tiene un historial criminal extenso. A los 14 años fue condenado en Florida por múltiples delitos sexuales y secuestro. Cumplió más de 20 años de prisión en Estados Unidos. También fue acusado de agredir a oficiales de policía en 2017, cuando se presentaron en un hospital galés tras el nacimiento de uno de los hijos previos de la pareja.

El juicio reveló múltiples episodios de negligencia. En 2019, Marten fue hospitalizada tras sufrir una lesión grave mientras estaba embarazada de Victoria. Intentó abandonar el hospital antes de tiempo, respaldada por Gordon, y se negó a recibir atención médica en el domicilio. Desde entonces, los servicios sociales comenzaron a intervenir activamente en su vida y la de sus hijos.

En un intento de evadir esa vigilancia, Marten y Gordon adoptaron una vida itinerante. Creían que si permanecían más de tres días en una misma jurisdicción local, podrían perder a su hija. En lugar de buscar ayuda, huyeron. El tribunal determinó que su conducta fue producto de una decisión deliberada que ignoró el bienestar de Victoria.

Durante el proceso, Marten calificó a la fiscalía de “diabólica” y aseguró que su familia nunca aceptó su relación con Gordon por cuestiones de clase. Se supo que vivieron juntos en el este de Londres hasta 2020, y que vecinos reportaron frecuentes episodios de gritos y discusiones. El patrón de evitar controles médicos y sociales se repitió en múltiples embarazos.