Un perro muerde a una mujer en Pamplona y su dueña miente sobre lo sucedido (Wikimedia Commons)

Un incidente con un perro en Pamplona (Navarra, España) ha terminado con una indemnización de más de seis mil euros, una aseguradora exenta de pagar y una serie de mentiras que no han pasado desapercibidas para los jueces. ¿La moraleja de todo ello? A veces lo mejor es asumir la responsabilidad, no sea que por miedo a las consecuencias estas acaben por ser peores.

La responsable no dio parte de los hechos a su aseguradora hasta casi un año después

La historia, publicada por el Diario de Navarra, arranca el 1 de marzo de 2020, cuando una mujer paseaba por la calle y fue mordida por un perro, un pastor alemán que no estaba atado. El animal estaba bajo el cuidado de otra mujer, que en ese momento tenía tres perros a su cargo. A raíz del ataque, la víctima presentó una denuncia y reclamó 13.379 euros por los daños sufridos. El juzgado, tras revisar los hechos, fijó la indemnización en 6.335 euros, que la dueña del perro debía asumir. Pero lo que parecía un caso cerrado terminó complicándose cuando entró en juego la aseguradora.

En el momento del incidente, la mujer tenía contratada una póliza del hogar que cubría los daños causados a terceros por animales que estuvieran bajo su custodia. Sin embargo, no notificó lo ocurrido hasta casi un año después, en febrero de 2021. En ese momento, el seguro ya no estaba en vigor. Aun así, reclamó 10.277 euros a la aseguradora, que rechazó la solicitud por haber recibido el parte fuera de plazo.

La Audiencia Provincial de Navarra ha ratificado la primera sentencia y ha detallado por qué la compañía no debe hacerse cargo del pago. El motivo principal: la falta de aviso en tiempo y forma. Según la resolución judicial, el retraso en la comunicación del siniestro “privó a la aseguradora de la posibilidad de evaluar las circunstancias, así como las lesiones sufridas”.

La dueña del perro tendrá que pagar 6.335 euros de indemnización (Freepik)

Además de tardar un año, cuando dio parte mintió sobre lo sucedido

Pero no fue solo una cuestión de tiempos. El tribunal también señala que la mujer mintió al explicar cómo ocurrieron los hechos. En su versión inicial, aseguró que los perros iban sujetos y que la víctima y su marido se acercaron a acariciarlos, momento en el que se produjo la mordedura. Sin embargo, la sentencia concluye que “realmente los perros estaban sueltos y fueron estos los que se acercaron a la pareja al pasar a la altura donde se encontraba ella”.

A este relato confuso se suman otros detalles que jugaron en contra de la dueña del perro. Según los jueces, aunque en un principio mostró cierto interés por el estado de la víctima, después “se desentendió, no dio noticia del siniestro a su seguro, ni facilitó el documento de responsabilidad civil que le dieron para rellenar en el hospital”. Incluso llegó a decirle a la Policía Foral que era su madre quien llevaba al perro.

Ante la falta de respuesta, la víctima interpuso una demanda. Fue entonces, varios meses después, cuando la dueña del animal intentó dar parte al seguro, pero lo hizo modificando los hechos. Para los magistrados, esta cadena de actuaciones deja claro que intentó “eludir su propia responsabilidad”. Con todo esto sobre la mesa, el fallo deja sin efecto la reclamación contra la aseguradora, que no tendrá que pagar la indemnización. La sentencia ya es firme, y la mujer deberá asumir por su cuenta los 6.335 euros fijados en el juicio.