Un conflicto gremial que se intensificó en las últimas horas tiene en alerta máxima a Ternium, el mayor fabricante de acero del país y una de las principales empresas del Grupo Techint, liderado por Paolo Rocca.
La mayor planta siderúrgica del país está parada desde ayer y desde la Unión de Obrera Metalúrgica (UOM) aseguraron que “los salarios están tan deprimidos, que la gente ahora no tiene nada que perder”.
La medida de fuerza involucra a un grupo de 50 contratistas privados que trabajan en el predio de más de cien hectáreas de Ternium-Siderar en General Savio, San Nicolás.
En la planta, el clima es de tensión y el conflicto se profundizó tras el fracaso de cinco audiencias de conciliación obligatoria y la ausencia de respuestas concretas a los reclamos salariales y de condiciones laborales, según informó Opinando San Nicolás.
La protesta, que paralizó por completo la actividad de las empresas contratistas este miércoles, se sostiene en la denuncia de que los salarios permanecen congelados desde hace un año, lo que ha llevado a que la mayoría de los trabajadores perciba ingresos por debajo de la línea de pobreza.
Desde la UOM San Nicolás dicen que la estrategia de Ternium consiste en desentenderse del conflicto y derivar la negociación a cada contratista por separado.
“Esto solo se arregla con que Siderar, que se parapeta con estos contratistas, los deje de usar de forro y ponga la guita”, expresó el secretario general de la seccional y diputado provincial, Naldo Brunelli, durante una asamblea posterior a la reunión con autoridades de la empresa.
Según Brunelli, Ternium busca llevar el conflicto a un juego de desgaste: “Si lo que quieren es alargarlo, esto sigue. Mañana (por hoy) nos juntamos acá si hay alguna cosa y, si no, que siga el baile”, dijo según el portal El Norte, de San Nicolás.
“Lo que hizo Techint fue pasar los costos fijos a variables, que pequeños talleres dentro de las más de cien hectáreas se empiecen a tercerizar. Todos esos sectores lo reemplazaron con contratistas”, dijo otro dirigente metalúrgico al mismo medio.
La postura de la compañía, según relataron dirigentes sindicales al medio local citado, se apoya en la intermediación de Exiros, la firma encargada de gestionar proveedores y prestadores para Siderar. Desde allí, se ha impulsado una política de reducción sostenida de la producción, con un recorte del 3% mensual, lo que repercute directamente en los ingresos de los trabajadores tercerizados.
“La medida llega después de meses de negociaciones sin avances y se formaliza en el marco del conflicto gremial declarado en julio. El sindicato cuestionó que la propuesta salarial de un sector de las empresas resultó insuficiente y volvió a poner en agenda la demanda de mejoras en seguridad e higiene laboral», destacó Opinando San Nicolás.
De las 50 empresas involucradas en el conflicto, solo nueve presentaron propuestas, limitadas a sumas no remunerativas y por única vez, sin contemplar mejoras estructurales en las condiciones laborales.
El trasfondo del conflicto revela una problemática de mayor alcance. Dirigentes sindicales advirtieron que la crisis de las contratistas es solo una manifestación de la situación crítica que atraviesa la industria local del acero en el país.
La apertura de importaciones y el ingreso de planchones más baratos desde China amenazan con desarticular el proceso productivo local. “Si siguen entrando planchones más baratos de China, desaparece todo el proceso de los horno y la coquería. Quedarían los laminadores nada más con esas importaciones”, alertaron fuentes gremiales.
Ternium es el mayor fabricante de acero de la Argentina y tiene 18 centros productivos en Argentina, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala y México.
“Nuestra misión es crear valor con nuestros clientes, mejorando la competitividad y productividad conjunta, a través de una base industrial y tecnológica de alta eficiencia y una red comercial global”, aseguran desde su web.
Con la planta de Savio paralizada, los trabajadores tercerizados insisten en que la única salida posible pasa por una negociación directa con la empresa madre, que asuma la responsabilidad por la situación salarial y laboral de quienes sostienen la producción diaria.