Científicos de los Estados Unidos y China desarrollaron un test para detectar tuberculosis a partir de una muestra obtenida al pasar un hisopo en la lengua.
Esta prueba podría acercar el diagnóstico a cualquier comunidad, sin laboratorios, en menos de una hora, una vez finalizadas sus validaciones.
Hoy el mayor problema de la tuberculosis es que se detecta tarde, o ni siquiera se detecta.
Por eso, el equipo de investigadores de la Universidad de Tulane, encabezado por Tony Hu y Zhen Huang, buscó una alternativa simple que permita descubrir más casos y ayudar a personas de todas las edades y regiones.
El trabajo fue publicado en la revista Nature Communications y detalló el funcionamiento y los resultados de la evaluación de la prueba que llamaron «ActCRISPR-TB».
Los científicos modificaron la tecnología CRISPR para que pueda buscar y encontrar pequeños fragmentos del ADN de la bacteria de la tuberculosis en la muestra.
Si encuentra ese ADN, el sistema activa una reacción que cambia el color de la tira del test.
¿Qué es la tuberculosis y qué la provoca?
La tuberculosis es una enfermedad causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Esta bacteria se transmite por el aire cuando una persona enferma tose, estornuda o habla.
Cuando entra al cuerpo, la tuberculosis suele afectar sobre todo a los pulmones, aunque puede llegar a otros órganos como los riñones o el cerebro. Una vez dentro del cuerpo, la bacteria puede quedarse “dormida”.
Eso significa que muchas personas pueden tener tuberculosis y no presentar síntomas. Así, la bacteria puede transmitirse a otros sin que nadie lo note a tiempo.
Cuando la tuberculosis se despierta, provoca tos, fiebre, sudoración de noche y baja de peso. Si no se recibe tratamiento, la enfermedad puede agravarse y complicar la vida de la persona afectada.
Diagnóstico tardío: el gran obstáculo
Detectar rápidamente la tuberculosis es un desafío en todo el mundo. Casi siempre se requiere del esputo, una mucosidad que se obtiene de la garganta o los pulmones.
Las pruebas de esputo hoy no son posibles en aproximadamente el 25% de los casos con síntomas y en casi el 90% de los asintomáticos.
“Alrededor de cuatro millones de casos de tuberculosis pasan sin diagnóstico cada año”, informaron los investigadores.
El objetivo de contar con un test fácil y rápido
El propósito del grupo, que publicó en Nature Communications, fue lograr una herramienta fácil, rápida y sin equipos especiales para diagnosticar tuberculosis.
Utilizaron la tecnología CRISPR, que es conocida por editar ADN pero aquí fue usada para encontrar los rastros genéticos de la bacteria.
Para evaluar el desarrollo, recolectaron muestras de lengua, esputo, heces y líquido cefalorraquídeo. Comprobaron que el test ActCRISPR-TB sí puede indicar si hay ADN de tuberculosis en cada muestra.
Este método es simple: “Los hisopos linguales son indoloros, fáciles de recoger y no requieren personal médico capacitado”, enfatizaron los investigadores.
Luego de 45 minutos la tira muestra color si se detecta tuberculosis. Todo esto se podría alcanzar sin concurrir al hospital, ni hacer procedimientos invasivos o contar con personal especializado.
El estudio muestra que, al analizar hisopos de lengua, “la detección de tuberculosis fue del 74% contra el 56% del método convencional”.
Para muestras de esputo alcanza el 93%. En heces infantiles, el test marcó 83%, y en líquido cefalorraquídeo adulto, 93%.
El desarrollo del test fue posible gracias al financiamiento brindado por instituciones y fondos de China y los Estados Unidos.
Por un lado, dieron su apoyo la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, el Fondo Shenzhen para Especialidades Clínicas de Alto Nivel, la Fundación para la Investigación Médica, la Fundación de Investigación Básica y Aplicada de la provincia de Guangdong.
Por otro lado, el Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver de Salud Infantil y Desarrollo Humano, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos también aportaron subsidios.
Las ventajas y límites del test
El nuevo test permite analizar a cualquier persona, incluso niños o quienes no pueden recolectar esputo. Eso abre la puerta a test masivos en comunidades.
Aún así, el test no logra captar todos los casos. “Aún se necesita más investigación y mejoras técnicas antes de generalizar su uso en todo el mundo”, admitieron los investigadores.
Quedan dudas sobre cómo funcionará en pacientes con VIH o personas sin síntomas, donde puede haber menos bacteria detectable.
Otro desafío será llevar estos kits a zonas rurales sin perder calidad ni eficacia.
El grupo investiga nuevos modelos de test portátiles para comunidades sin electricidad y explora usar inteligencia artificial para detectar formas resistentes.
El doctor Hu sostuvo: “Si queremos terminar con la tuberculosis, necesitamos herramientas que funcionen fuera del laboratorio y en las comunidades donde ocurre la enfermedad”.
Para encontrar los casos que faltan, “el test tiene que ser menos invasivo y más accesible, dirigido a quienes normalmente no serían analizados”, resaltaron.