Un hombre norcoreano no identificado cruzó la Zona Desmilitarizada (DMZ), que separa a Corea del Norte de Corea del Sur, y actualmente permanece bajo custodia de las autoridades surcoreanas, según confirmaron los Jefes del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS). El incidente tuvo lugar en la sección centro-oeste de la frontera terrestre, considerada una de las regiones más fortificadas y controladas militarmente del mundo.
El individuo fue detectado por equipos de vigilancia militar surcoreanos entre las 3 y 4 de la madrugada del jueves, cerca de un arroyo poco profundo dentro de la DMZ. El JCS indicó que se realizó una operación de seguimiento e identificación para interceptar al hombre, quien permaneció la mayor parte del tiempo inmóvil, tratando de evitar ser visto por las patrullas fronterizas.
Durante la noche, después de varias horas de vigilancia y rastreo, un equipo militar surcoreano consiguió acercarse y establecer contacto cerca de la Línea de Demarcación Militar (MDL), la frontera de facto dentro de la DMZ. Los soldados, según informó el JCS, se identificaron como fuerzas de Corea del Sur y guiaron al hombre hacia un lugar seguro, fuera de la zona minada que separa ambos países.
Las autoridades surcoreanas han notificado al Comando de las Naciones Unidas, liderado por Estados Unidos, acerca del cruce y, por el momento, no se han registrado movimientos militares inusuales por parte de Corea del Norte.
La operación para asegurar la custodia del ciudadano norcoreano requirió la movilización de un número significativo de efectivos del ejército surcoreano, quienes debieron sortear condiciones complejas dentro de la Zona Desmilitarizada. Según los Jefes del Estado Mayor Conjunto, la detección inicial del individuo se realizó mediante dispositivos de vigilancia, tras lo cual las fuerzas militares implementaron una estrategia centrada en el rastreo y la protección tanto del hombre como de la integridad del perímetro fronterizo.
El recorrido del individuo por la DMZ se caracterizó por largos periodos en los que permaneció inmóvil durante el día para eludir la captura, según detalló el JCS. La geografía del área, dominada por espesos bosques y el riesgo constante de minas antipersonales, dificultó las labores de localización y acercamiento. El operativo culminó cerca de la Línea de Demarcación Militar (MDL), donde los soldados surcoreanos se identificaron ante el norcoreano, asegurando un proceso guiado de evacuación rumbo al sur.
La tarea de guiarlo fuera de la zona minada y transferirlo a custodia se extendió durante aproximadamente 20 horas, reflejo de la dificultad operacional impuesta por el terreno y los sistemas de seguridad. Durante toda la operación, no se detectaron alteraciones o movimientos anómalos en las fuerzas armadas norcoreanas.
Las autoridades surcoreanas han señalado que la identidad y los motivos del hombre norcoreano permanecen sin esclarecer. El Jefe del Estado Mayor Conjunto informó que se lleva a cabo una investigación para determinar las circunstancias que llevaron al individuo a cruzar la Zona Desmilitarizada y evaluar si se trata de un caso de defección.
El norcoreano, que se encontraba desarmado al momento del contacto con los soldados surcoreanos, permanece bajo custodia y no se han divulgado datos personales ni detalles sobre su procedencia o intenciones. Las autoridades de Corea del Sur han indicado que se realizarán entrevistas y análisis de seguridad antes de revelar más información sobre el incidente.
Por el momento, no existe declaración oficial sobre si este cruce constituye una solicitud formal de asilo político, y el caso sigue pendiente de evaluación por parte de los organismos pertinentes.
Los cruces directos a través de la Zona Desmilitarizada (DMZ), que mide aproximadamente 248 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho, son considerados extremadamente infrecuentes y peligrosos debido a la presencia de minas terrestres, vegetación espesa y una vigilancia militar constante de ambos lados. Según datos oficiales, cerca de 34.000 ciudadanos norcoreanos han huido y llegado a Corea del Sur desde la Guerra de Corea en la década de 1950.
La mayoría de quienes huyen de Corea del Norte optan por rutas alternativas, cruzando primero la frontera con China a través del río Yalu en el oeste o el río Tumen en el este, para después dirigirse a terceros países y finalmente llegar a Corea del Sur. Este método se considera menos riesgoso en comparación con el paso directo por la DMZ, que permanece como una de las fronteras más controladas y militarizadas del mundo.
En los últimos años, el número de norcoreanos que han logrado cruzar la DMZ se ha reducido aún más, a medida que ambos gobiernos fortalecen sus sistemas de seguridad fronteriza en respuesta a las crecientes tensiones políticas y militares en la península.
Las tensiones a lo largo de la frontera intercoreana se han intensificado en los últimos meses tras una serie de maniobras de “guerra psicológica” entre Corea del Norte y Corea del Sur. Pyongyang envió miles de globos cargados con basura al Sur, mientras que Seúl utilizó altavoces para transmitir mensajes críticos sobre el régimen norcoreano. Desde su llegada a la presidencia el mes pasado, Lee Jae Myung ha buscado reducir la confrontación con el Norte, ordenando apagar las transmisiones de propaganda y proponiendo nuevas restricciones contra activistas que lanzan folletos a través de la frontera.
La reciente historia de la frontera incluye varios episodios de cruces accidentales. En abril, alrededor de diez soldados norcoreanos cruzaron brevemente la Línea de Demarcación Militar (MDL) y fueron repelidos por disparos de advertencia de las fuerzas surcoreanas, aunque no se produjeron enfrentamientos más graves. En junio del año anterior se reportaron tres cruces similares por parte de tropas norcoreanas, hechos que analistas consideran accidentales, vinculados a los trabajos de fortificación y colocación de minas realizados por Corea del Norte ante el incremento de la tensión regional.