Un nuevo estudio revela que fallos estructurales, y no solo el hielo, causaron el hundimiento del Endurance en 1915 (Archivo)

Durante más de un siglo, la historia del Endurance ha simbolizado la lucha heroica contra la naturaleza extrema de la Antártida y el espíritu inquebrantable de Sir Ernest Shackleton. Sin embargo, una investigación reciente sacude los cimientos de esta narrativa legendaria.

Un estudio publicado por la revista Polar Record señala que el naufragio del Endurance en 1915 se debió, en gran parte, a fallos estructurales del propio barco, un aspecto que Shackleton ya conocía antes de zarpar.

El mito del hielo como único culpable

Durante décadas, la historia oficial del Endurance sostuvo que la nave sucumbió ante una fuerza natural imposible de prever. Se insistió en que la presión ejercida por los témpanos del mar de Weddell venció al barco más resistente de su tiempo.

La imagen persistente era la de una tripulación heroica arrollada por un entorno implacable y un barco condenado únicamente por la hostilidad del hielo antártico. Las crónicas, incluidos los relatos personales de Shackleton, describieron el naufragio como un resultado inevitable, reforzando la percepción de que la tecnología de la época había llegado a su límite frente a condiciones extremas.

La investigación demuestra que Shackleton conocía la vulnerabilidad del Endurance antes de zarpar hacia la Antártida (Archivo)

La nueva investigación, sin embargo, desmonta esta narrativa. Los análisis técnicos demuestran que el Endurance no solo estaba mal equipado para resistir esas presiones, sino que otros barcos contemporáneos sí contaban con los refuerzos necesarios y sobrevivieron en circunstancias similares, según reporta National Geographic.

De este modo, el hielo deja de ser el único responsable y pasa a ser un factor más en una serie de fallos que se pudieron haber evitado desde el diseño y la construcción de la nave. Este giro obliga a cuestionar la interpretación clásica del desastre y a examinar las auténticas causas detrás del vencimiento del Endurance.

Fallos estructurales: los descubrimientos del estudio

El estudio, encabezado por Jukka Tuhkuri, investigador de la Universidad Aalto de Finlandia y experto en ingeniería naval, analizó imágenes del pecio encontrado en 2022, reconstrucciones digitales y documentos originales. Tuhkuri concluyó que el Endurance no tenía los refuerzos internos necesarios para soportar la compresión antártica. “No es el hielo, es el barco”, afirmó Tuhkuri para The New York Times.

Los análisis señalan tres grandes debilidades estructurales: la falta de vigas diagonales en el casco, una sala de máquinas demasiado larga que debilitó la estructura y el uso de materiales menos resistentes en las vigas y marcos, según consignó National Geographic.

Análisis técnicos y testimonios de la tripulación confirman que el Endurance carecía de refuerzos clave para resistir la presión antártica (Archivo)

Testimonios de la tripulación y documentos

Aportando pruebas al análisis técnico, los documentos originales y los diarios personales de los miembros de la expedición ofrecen un testimonio directo del deterioro del Endurance. El físico Reginald James registró en su diario que las tensiones ejercidas por el hielo se concentraban en la sala de máquinas, un área especialmente vulnerable por la ausencia de vigas adecuadas, que el mismo capitán Frank Worsley la había identificado como la más frágil del barco.

Además de estas observaciones, existen cartas y notas donde se refleja la preocupación de la tripulación por el comportamiento de la estructura ante la presión del hielo. Incluso antes del naufragio, algunos marineros y oficiales manifestaron dudas sobre la capacidad real del barco para soportar el avance sobre los bloques helados.

Estos testimonios, complementados con reconstrucciones digitales y la inspección del pecio encontrado en 2022, confirman que la fragilidad estructural era evidente para quienes estaban a bordo.

Shackleton: conciencia y dilemas

El estudio revela que Shackleton era plenamente consciente de las debilidades del Endurance antes de zarpar. En cartas dirigidas a su esposa Emily, el explorador confesó: “Este barco no es tan fuerte como el Nimrod en cuanto a construcción”, refiriéndose a su nave de la expedición de 1907.

El mito del Endurance como víctima exclusiva del hielo se desmonta tras la revisión de documentos y reconstrucciones digitales (Archivo)

Las razones tras esta decisión siguen en debate. Michael Smith, biógrafo citado por The New York Times, explica que Shackleton enfrentaba deudas, problemas personales y la presión competitiva por explorar la Antártida. Sumado a la urgencia económica y la inminencia de la Primera Guerra Mundial, factores personales y de contexto pudieron influir en que navegara con un barco vulnerable. Michael Bravo, del Scott Polar Research Institute, advierte que la mayoría de los barcos polares de la época eran adaptaciones de segunda mano, adaptadas según la disponibilidad de tiempo y recursos.

Un relato transformado por la evidencia

La reinterpretación de la tragedia del Endurance ofrece una imagen más compleja y realista de los riesgos que enfrentaban los exploradores polares. La reputación de Shackleton como líder arrojado y decidido no se ve disminuida, pero sí matizada por la posibilidad de que las decisiones tomadas bajo presión, junto a factores técnicos y limitaciones económicas, tuvieron un papel fundamental en el desenlace de la expedición.

La dramática odisea de los 28 tripulantes, que sobrevivieron durante meses en condiciones extremas hasta lograr el rescate, sigue siendo un ejemplo de fortaleza y resistencia humana frente a la adversidad. Sin embargo, los nuevos datos permiten comprender que el desastre no fue derivado únicamente de fuerzas incontrolables, sino también del contexto técnico, personal y material en el que se tomaron las decisiones críticas.