El libro del día: “How Countries Go Broke”, de Ray Dalio

How Countries Go Broke: The Big Cycle (Cómo los países se arruinan: el gran ciclo), el último libro del inversionista estadounidense Ray Dalio, está por estos días en el primer lugar de los libros más vendidos del New York Times. Alli, el fundador del fondo Bridgewater Associates, resume cinco décadas de experiencia apostando en los mercados de deuda soberana. También explica, con lenguaje clínico, cómo funcionan los ciclos de sobreendeudamiento estatal que desembocan en crisis sistémicas. “Es el equivalente a un ataque al corazón económico”, advierte.

En una nota publicada para presentar el libro, el propio Dalio asegura que ha llegado el momento de compartir de forma abierta las herramientas que ha utilizado para navegar estas crisis. “Durante mucho tiempo mantuve en privado mi comprensión sobre los mecanismos de las grandes crisis de deuda. Pero ahora, cuando veo a Estados Unidos y a otras economías encaminadas a una crisis severa, siento que es esencial transmitir estas ideas”, escribió.

Una enfermedad conocida

La tesis central del libro parte de una analogía: así como un cuerpo humano depende de un sistema circulatorio saludable, las economías dependen del flujo eficaz del crédito. Cuando el crédito se asigna de forma productiva, genera ingresos suficientes para pagar intereses y devolver el capital. Pero cuando el endeudamiento no genera ese retorno, se acumula una carga financiera que estrangula otras formas de gasto, hasta que el sistema colapsa.

Dalio propone observar tres variables clave para anticipar este deterioro:

  1. El peso del servicio de la deuda pública respecto a los ingresos del gobierno.
  2. El volumen de deuda que los inversores desean vender frente al que están dispuestos a comprar.
  3. La magnitud de la intervención de los bancos centrales para suplir esa falta de demanda mediante impresión de dinero.

Según Dalio, estos factores operan en ciclos de largo plazo —de varias décadas— que se repiten a lo largo de la historia y han afectado a todas las monedas de reserva, desde el florín holandés hasta la libra esterlina. En su libro, documenta 35 casos recientes de colapsos de deuda soberana.

Ray Dalio, fundador del fondo Bridgewater Associates (REUTERS/Andrew Kelly)

Dinámica de una crisis

En el análisis del autor, el detonante suele ser un aumento progresivo del gasto público financiado con deuda. Si ese gasto no se traduce en crecimiento económico sostenido, los pagos de intereses empiezan a consumir una proporción creciente del presupuesto. Cuando los inversores perciben que el Estado no tiene un plan creíble para estabilizar su deuda, comienza una venta masiva de bonos, lo que obliga a subir las tasas de interés o, alternativamente, a que el banco central intervenga comprando deuda con dinero recién impreso.

Ambas salidas generan consecuencias negativas: mayores tasas deprimen la actividad económica, y la impresión de dinero erosiona el valor de la moneda y genera inflación. Si esta dinámica se perpetúa, el banco central puede terminar con patrimonio negativo, y el sistema entra en un ciclo de retroalimentación: más emisión monetaria, más inflación, más necesidad de financiación.

Dalio explica que este proceso puede observarse con claridad en la actualidad. “Uno puede ver cómo las deudas y los pagos por intereses crecen más rápido que los ingresos, cómo la oferta de bonos supera la demanda y cómo los bancos centrales intentan compensar esto primero bajando tasas y luego comprando deuda con dinero nuevo”.

El caso estadounidense

Dalio dedica una sección de su nota a describir la situación fiscal de Estados Unidos “en pocas palabras”. Utiliza una metáfora empresarial: “Imagine que usted dirige una gran empresa llamada gobierno de EE. UU.”. En ese escenario, sus ingresos serían de unos 5 billones de dólares este año, frente a gastos por 7 billones. Es decir, tendría un déficit del 40%.

La deuda acumulada rondaría los 30 billones de dólares, unas seis veces sus ingresos anuales. El pago de intereses alcanzaría el billón de dólares, lo que equivale al 20% de los ingresos o a la mitad del déficit. Y el total de vencimientos de capital e intereses en el año llegaría a los 10 billones, el doble de lo que la “empresa” ingresa.

Según las proyecciones que cita Dalio, en diez años la deuda estadounidense podría escalar a 50 o 55 billones, sin un cambio drástico en la trayectoria actual. “Eso generará más presión sobre el gasto, más riesgos de que no haya suficiente demanda para financiar la deuda, y más urgencia de un plan”, afirma.

Wall Street

Una propuesta en tres partes

El autor sugiere una fórmula concreta para frenar el deterioro: reducir el déficit fiscal al 3% del PIB mediante una combinación equilibrada de recorte del gasto público, aumento de la recaudación tributaria y reducción de tasas de interés. Dalio llama a evitar ajustes forzados o traumáticos, y apuesta por reformas estructurales graduales.

La propuesta implicaría recortar el gasto y subir impuestos en un 4% respecto a los planes actuales, al tiempo que se busca una caída ordenada de las tasas de interés de entre 1 y 1,5 puntos porcentuales. Según su modelo, esto reduciría el peso del pago de intereses sobre el PIB en 1 o 2 puntos, y estimularía la economía mediante un alza en los precios de los activos.

¿Por qué no se entiende mejor esta dinámica?

Dalio reconoce que, a pesar de ser una enfermedad económica recurrente, las grandes crisis de deuda no son bien comprendidas. Lo atribuye a su baja frecuencia en países con monedas de reserva: “Solo ocurren una vez por generación, y por eso la mayoría no las estudia con atención. Yo solo las descubrí porque tuve que lidiar con ellas como inversor”.

A lo largo de su carrera, el fundador de Bridgewater ha analizado decenas de casos históricos, desde la crisis financiera de 2008 hasta la crisis de deuda en Europa entre 2010 y 2015. En su libro, sistematiza ese conocimiento en una narrativa que combina historia económica, herramientas de diagnóstico y criterios de inversión.

El fundador de Bridgewater ha analizado decenas de casos históricos, desde la crisis financiera de 2008 hasta la crisis de deuda en Europa entre 2010 y 2015 (REUTERS/Jose Luis Gonzalez/File Photo)

¿Y si esta vez tampoco pasa nada?

Una de las objeciones frecuentes a los augurios de crisis es que muchas veces no se concretan. Dalio responde a ese escepticismo con otra metáfora médica: “Es como si alguien con arterias obstruidas siguiera comiendo mal y no hiciera ejercicio, y al no sufrir un infarto todavía, concluyera que los médicos estaban equivocados”.

No se trata, dice, de alarmismo, sino de prevención. “Si se hubieran tomado medidas antes, la situación no habría llegado a este punto. Por eso creo que hay que preocuparse ahora, antes de que sea tarde”.

Un ciclo inevitable

En How Countries Go Broke Dalio intenta no solo ofrecer una radiografía del presente fiscal estadounidense, sino también una guía general para entender cómo operan los ciclos de deuda en el largo plazo, cómo se repiten en diferentes contextos históricos y qué señales anticipan su punto de quiebre.

Es un diagnóstico técnico, escrito desde la experiencia de un actor del mercado que ha aprendido a leer los síntomas antes de que la economía llegue a la sala de emergencias.