Dos ataques con drones atribuidos a Ucrania causaron incendios este domingo en instalaciones estratégicas de Rusia, incluidas una central nuclear en la región de Kursk y una terminal petrolera en el puerto de Ust-Luga, en el mar Báltico. Los hechos no dejaron víctimas, pero reavivaron las preocupaciones internacionales sobre los riesgos de la guerra en torno a infraestructuras críticas.
En la planta de energía nuclear de Kursk, ubicada en el oeste de Rusia y a poca distancia de la frontera con Ucrania, un dron ucraniano fue derribado por la defensa aérea rusa en la madrugada de este domingo. Sin embargo, los restos del aparato impactaron contra un transformador auxiliar, provocando un incendio.
“El 24 de agosto, a las 00.26 horas (hora local), un vehículo aéreo no tripulado de las Fuerzas Armadas de Ucrania fue derribado por la defensa aérea cerca de la central nuclear de Kursk. Al caer, el vehículo detonó, dañando el transformador auxiliar”, informó la administración de la planta en su canal de Telegram.
Las llamas fueron controladas por los equipos de emergencia sin que se reportaran heridos. No obstante, varias unidades de la central sufrieron daños. Según los responsables de la instalación, “la unidad tres se descargó al 50 por ciento, aunque actualmente funciona con normalidad. La unidad cuatro se encuentra en mantenimiento programado y las unidades uno y dos operan, pero sin generar energía”.
La administración de la central aseguró además que “la radiación en el sitio industrial de la PEN de Kursk y la zona alrededor no ha cambiado y corresponde a los niveles naturales”. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha advertido en varias ocasiones sobre los peligros de la guerra en las inmediaciones de plantas nucleares desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022.
Casi al mismo tiempo, otro ataque con drones provocó un incendio en la terminal petrolera de Novatek en Ust-Luga, un puerto estratégico en el mar Báltico, cercano a San Petersburgo. El gobernador regional de Leningrado, Alexander Drozdenko, informó que diez drones fueron interceptados en la zona, aunque los restos alcanzaron la terminal del mayor productor independiente de gas natural en Rusia.
“Los bomberos y el Ministerio de Situaciones de Emergencia trabajan para extinguir el incendio, que no ha dejado víctimas”, declaró Drozdenko en Telegram.
El complejo Ust-Luga es una infraestructura clave para la industria energética rusa. Según información oficial de Novatek, el centro procesa condensado de gas estable para transformarlo en productos como nafta ligera y pesada, combustible para aviones, fuel oil y gasóleo. El incendio afectó parte de la zona de almacenamiento, aunque no se reportaron interrupciones mayores en la producción.
Los dos incidentes se enmarcan en una serie de operaciones con drones que Ucrania ha intensificado en los últimos meses contra instalaciones militares y de infraestructura crítica en Rusia. Solo el sábado, las fuerzas rusas informaron haber interceptado y destruido 57 drones ucranianos en varias regiones del país, incluidos intentos contra la capital, Moscú.
Los ataques ocurren en paralelo a nuevas gestiones internacionales para buscar un alto el fuego. En las últimas semanas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo reuniones por separado con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, aunque sin avances significativos hacia un encuentro bilateral.
Trump subrayó recientemente la urgencia de detener el derramamiento de sangre. “Ahora es el momento de poner fin a la matanza sin sentido”, señaló en un mensaje difundido con motivo del aniversario de la independencia de Ucrania.
Mientras tanto, la comunidad internacional mantiene la presión para que Moscú y Kiev exploren vías de negociación. El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, propuso en días recientes un diálogo trilateral entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos para enviar una señal clara de voluntad de paz.
(Con información de AFP y Europa Press)