Hasta el 11 de mayo podés visitar este departamento de dos ambientes, especialmente creado para la tercera edición de Experiencia Living, que lleva la firma de las diseñadoras Danisa Ilich y Josefina Leone, creadoras del estudio de interiorismo Concepto Fusión.
La musa inspiradora es una profesional del marketing de 42 años, que vive sola y cuyo trabajo en una empresa multinacional requiere que viaje regularmente. Esto tiene un doble efecto en su departamento: no lo usa a tiempo completo y está teñido por las distintas tendencias de vanguardia que le propone el mundo. Hoy, abrimos las puertas de “Entre Texturas”, nombre con el que las diseñadoras bautizaron el espacio.
Inspiración itinerante
Nuestro concepto se basa en el confort visual, donde una caja arquitectónica cálida abraza a quien ingrese al espacio y asimismo consigue llamar la atención del usuario a través de las texturas y los patrones.
Danisa Ilich y Josefina Leone, diseñadoras de Concepto Fusión
“Lo primero que pensamos al comenzar el diseño fue en los colores que queríamos trabajar -recuerda Josefina-. Así, dimos con una paleta neutra, con el blanco, el negro y la calidez que aporta la madera”.
“El bordó y el colorado son tendencia. Supimos desde el principio que queríamos trabajarlos en nuestra propuesta”.
La idea de rescatar materiales olvidados late en esta cocina. “La empapelamos -muestra Danisa-. Es un recurso que se había dejado de usar hace muchos años y que se está recuperando. Al papel lo podés limpiar fácilmente, es lindo y permite que todo el espacio tenga un buen diálogo”.
“La cocina incorporada al living queda súper bien y te da amplitud”, explica Danisa. Algo fundamental para este departamento que debe acoger el ritmo activo de su dueña, que disfruta de salidas y encuentros con afectos y amigos.
Buscando el dinamismo
Para darle atractivo visual a los livings en general y a este en particular, Danisa propone “colocar bibliotecas que no sean tan rígidas o estáticas, sino que -por el contrario- tengan cierto dinamismo y movimiento”. En la que eligieron para su clienta ficticia, incluyeron, además de libros, piezas de arte (Diderot Art) y una lámpara Lula (Idea).
“Este es un departamento que debía ser muy luminoso, con un fuerte diálogo entre los objetos, las texturas y los colores. Su habitante viaja mucho y ve muchas tendencias, por lo que queremos que, cuando llega a su hogar, sienta que sigue estando en ese mundo que tanto le gusta”, cuenta Danisa.
Guiños inesperados
Tener un lavadero en un dos ambientes es un verdadero plus, y acá se aprovechó cada centímetro. Además, se sumaron detalles que mantienen el espíritu del resto de la casa, como el empapelado en el ingreso y el cuadro de Mar Nadler, que demuestra cómo el arte puede quedar genial hasta en los rincones más inesperados.
Pensado hasta en el último detalle, el toilette combina lo vintage y lo contemporáneo: el revestimiento de rafia en las paredes aporta textura y un toque retro, mientras el conjunto de espejos verticales retroiluminados realza el diseño del lavatorio en mármol.
Abrazo ecléctico
Danisa y Josefina se encontraron con el desafío de hacer de esta unidad -que pasa gran parte del tiempo deshabitada-, un hogar al cual siempre volver, que uniera el estilo ecléctico de su dueña con texturas y colores que la abrazaran en cada vuelta a Buenos Aires. Misión más que cumplida en todos los ambientes.
La madera clara en el solado ayuda a conseguir una sensación de mayor amplitud.
En el dormitorio, se construye un equilibrio preciso entre vitalidad y calma. La cama tapizada en bouclé italiano con vivo en cuero (Concepto Fusión) suma textura densa y acogedora, mientras que el respaldo de líneas puras dialoga con las mesas de luz. Una plácida comunión de materiales.
Geometría pura
Con una estética depurada, el baño en suite sigue un planteo dominado por la materia y la geometría. Las lámparas SHHH MICRO (Idea) bañan con luz puntual la pared de la ducha y la obra de arte.
Para llevarse a casa
Del recorrido por este dos ambientes nos llevamos varias ideas inspiradoras:
- Animarse a mezclar texturas.
- Dejar atrás el miedo al “ya no se usa más”. Danisa y Josefina invitan a incorporar elementos que solemos asociar al pasado -como el granito en las mesadas, los revestimientos de rafia o los empapelados- para sumar color y textura a los ambientes.
- Salir de la paleta neutra. Introducir tonos como el colorado, el negro o el esmeralda, que aportan personalidad y carácter.
- Priorizar la funcionalidad. Las diseñadoras recomiendan, por ejemplo, instalar el lavarropas en altura para optimizar el espacio o elegir cajones con divisiones internas. “Son detalles que suman mucho al confort”, sintetizan.