El Kremlin Foto: Andrey Rudakov/Bloomberg

Más de 100.000 personas quedaron sin suministro eléctrico este martes en varias localidades al sureste de Moscú tras un incendio en una subestación, episodio que coincidió con un ataque de drones ucranianos en la capital rusa.

La administración de la ciudad de Ramenskoye informó que el corte fue provocado por el incendio de un cable en una subestación eléctrica local. Según las autoridades municipales, los servicios de emergencia fueron desplegados de inmediato y los trabajos de reparación comenzaron durante la mañana, con el objetivo de restablecer el suministro “en el menor tiempo posible”.

El apagón afectó también a residentes de las ciudades cercanas de Zhukovsky y Lytkarino, donde miles de hogares quedaron sin electricidad durante varias horas. Funcionarios locales señalaron que hospitales y otras infraestructuras críticas fueron conectados a generadores de respaldo para evitar interrupciones en servicios esenciales.

El incidente ocurrió en paralelo a un amplio ataque con drones lanzado por Ucrania contra varias regiones de Rusia. El Ministerio de Defensa ruso aseguró que sus sistemas de defensa aérea derribaron más de 100 drones ucranianos en un lapso de cuatro horas durante la tarde y la noche del martes. La mayoría de los aparatos, según Moscú, fueron interceptados en la región occidental de Briansk, próxima a la frontera con Ucrania.

FOTO DE ARCHIVO-Una pantalla electrónica muestra una imagen del presidente ruso, Vladímir Putin, en una calle de Moscú, Rusia. 19 de diciembre de 2025 (REUTERS/Yulia Morozova)

Ocho drones fueron derribados sobre la región de Moscú, incluidos tres que se dirigían hacia la capital, de acuerdo con el parte militar. El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, confirmó posteriormente que se registraron nuevas intercepciones en las inmediaciones de la ciudad y destacó la actuación de las defensas aéreas.

Los ataques obligaron además a suspender de forma temporal las operaciones en los principales aeropuertos de Moscú, una medida que se ha vuelto recurrente en los últimos meses ante la amenaza de drones. Las autoridades aeroportuarias indicaron que los vuelos fueron reprogramados una vez que se evaluó la situación de seguridad aérea.

Aunque las autoridades locales atribuyeron oficialmente el apagón al incendio de un cable, el contexto del ataque con drones ha generado interrogantes sobre una posible relación indirecta entre ambos hechos. Por el momento, no se ha informado de daños confirmados en la subestación como consecuencia directa de un impacto aéreo, ni de víctimas asociadas al incendio o a los ataques.

Desde que el presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Moscú ha llevado a cabo campañas sostenidas de bombardeos contra ciudades e infraestructuras ucranianas mediante drones, misiles balísticos y misiles de crucero. Esos ataques han causado miles de muertos y han dañado gravemente el sistema energético de Ucrania, especialmente durante los inviernos.

Un dron impacta contra un edificio de apartamentos durante un ataque ruso con misiles y drones, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Kiev, Ucrania. 27 de diciembre de 2025 (REUTERS/Gleb Garanich)

En respuesta, Kiev ha incrementado progresivamente sus operaciones de largo alcance dentro de territorio ruso. Ucrania busca con estos ataques golpear instalaciones clave para el esfuerzo bélico ruso, en particular infraestructuras energéticas, refinerías, depósitos de combustible y nudos logísticos, con el objetivo de dificultar el abastecimiento del ejército y reducir los ingresos del Estado ruso procedentes de la exportación de hidrocarburos.

Pese a la creciente frecuencia de estos ataques, expertos subrayan que el impacto global de las operaciones ucranianas sigue siendo limitado en comparación con la destrucción causada por Rusia en Ucrania. Tanto en términos de daños materiales como de víctimas civiles, la escala de las ofensivas rusas continúa siendo muy superior, según datos recopilados por organismos internacionales y organizaciones independientes de monitoreo del conflicto.

El episodio del apagón en la región de Moscú ilustra, no obstante, cómo la guerra se ha ido acercando al corazón político y económico de Rusia, aumentando la presión sobre las autoridades y evidenciando la vulnerabilidad de infraestructuras civiles ante un conflicto que, casi tres años después de su inicio, sigue sin una salida negociada a la vista.