El presunto responsable de la masacre que cobró la vida de diez personas en una escuela de Graz, Austria, habría orquestado el ataque “hasta el último detalle” y mostraba una inquietante fascinación por los tiroteos. Así lo afirmaron este martes los principales investigadores a cargo del caso, quienes lo describen como “un apasionado de los tiroteos”.
El atacante, un joven de 21 años que fue alumno del mismo centro educativo, asesinó a nueve estudiantes y a una profesora antes de quitarse la vida. Aunque el motivo exacto del crimen aún no ha sido completamente esclarecido, los investigadores señalan que el agresor mostraba una clara atracción por la violencia de este tipo.
Michael Lohnegger, jefe del departamento de criminología de la Policía, señaló que aún persisten varias incógnitas en la investigación —como el alcance real del plan, dado que el agresor no utilizó gran parte de las municiones que llevaba, o las razones por las que eligió precisamente ese día para perpetrar el ataque—. Sin embargo, se ha confirmado que el joven gestionaba alrededor de 30 cuentas en redes sociales.
Todas estas cuentas, que los investigadores atribuyen al agresor, fueron creadas entre 2019 y 2025. Durante ese período, el joven no solo comenzó a “glorificar este tipo de actos en general”, sino también a idolatrar a quienes los llevaban a cabo, según revelaron las autoridades.
Además de planear el ataque con precisión hasta el último minuto, el sospechoso publicó en redes sociales una fotografía en la que se veían sus piernas y se podía reconocer uno de los baños del colegio. Así lo reportó el diario Die Presse, citando fuentes cercanas a la investigación.
También se encontró una “bomba casera inservible” durante un registro en el domicilio del sospechoso, según informó la policía este miércoles. Además, encontraron una carta de despedida a los padres del sospechoso, pero no contenía ninguna pista sobre su motivo.
De las once personas que resultaron heridas durante el tiroteo, dos ya han sido dadas de alta. Las otras nueve continúan hospitalizadas bajo tratamiento médico. De ellas, dos permanecen en cuidados intensivos, aunque su estado es estable y sus vidas no corren peligro, según informaron fuentes sanitarias.
Ante la magnitud del ataque, el canciller austriaco, Christian Stocker, se ha comprometido a impulsar nuevas leyes que restrinjan el acceso a las armas. Austria, que registra uno de los índices más altos de armas por habitante en Europa —con aproximadamente 30 armas por cada 100 residentes—, se enfrenta ahora a un debate urgente sobre su legislación en materia de control de armamento.
(Con información de Europa Press)