Representantes de Ucrania y Estados Unidos acordaron proseguir a fines de esta semana las conversaciones respecto al borrador del plan de paz presentado por Washington, luego de la ronda de contactos sostenida en Suiza el domingo pasado.
“A finales de esta semana continuará el trabajo conjunto de las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos para trabajar sobre los resultados logrados en Ginebra”, indicó el jefe de gabinete presidencial ucraniano, Andrí Yermak, en su cuenta de X.
“Es crucial no perder productividad y trabajar rápido”, agregó.
El último encuentro en territorio suizo permitió a la parte ucraniana solicitar la eliminación de cláusulas que consideraban incompatibles con sus intereses nacionales, como la renuncia a territorios bajo su control en la región del Donbás y la exclusión futura de Ucrania de la OTAN o el impedimento de recibir apoyo militar aliado una vez concluida la guerra. Según Yermak, el objetivo fundamental es alcanzar una paz “duradera y digna”.
Washington designó como nuevo mediador en las negociaciones a Dan Driscoll, secretario del Ejército estadounidense, quien debutó en este rol durante el viaje a Kiev la semana pasada para entregar el primer borrador del acuerdo al presidente Volodimir Zelensky.
Fuentes vinculadas con la delegación estadounidense indicaron que Driscoll fue nombrado como enviado especial por la administración de Donald Trump para facilitar contactos bilaterales con Kiev y Moscú. La Casa Blanca busca que el proceso redunde en “progresos tangibles para definir los pasos hacia el fin de la guerra”, afirmó Yermak.
El borrador original de Estados Unidos recogía exigencias planteadas desde el Kremlin, que insistió en que cualquier acuerdo contemplara el abandono ucraniano de sus aspiraciones euroatlánticas. La delegación rusa insiste en la necesidad de mantener estos puntos, mientras que los negociadores de Kiev descartaron aceptar condiciones que impliquen la cesión de territorios o el veto al ingreso en alianzas internacionales.
En paralelo, la diplomacia europea monitorea el desarrollo de la hoja de ruta surgida en Ginebra. El canciller alemán, Friedrich Merz, sostuvo en Berlín que “la cuestión de qué otras garantías de seguridad se pueden ofrecer sólo se resolverá, seguramente, en el curso de una posible negociación de paz en Ucrania”.
En rueda de prensa junto al primer ministro de Estonia, Kristen Michal, Merz afirmó: “Ahora tenemos que llegar de una vez por todas a negociaciones con Rusia y las condiciones para ello por nuestra parte, es decir, de Estados Unidos, Europa y Ucrania, están dadas”.
El gobierno alemán optó por mantener silencio respecto a una eventual participación en una fuerza internacional de mantenimiento de la paz hasta que no avance el proceso.
“En este momento es demasiado pronto para ello”, dijo Merz, al mencionar que la atención inmediata debe centrarse en “un buen equipamiento permanente del ejército ucraniano, tanto ahora como en el futuro”. Los acuerdos alcanzados en Ginebra incluyeron la revisión del tamaño y el nivel de recursos de las fuerzas armadas ucranianas como parte de las garantías iniciales.
El primer ministro estonio, Kristen Michal, se declaró dispuesto a contribuir con personal militar a una futura fuerza multinacional si existiesen los consensos necesarios y el respaldo de socios europeos. Sin embargo, reiteró que la intervención sobre el terreno solo sería factible cuando existiese un acuerdo concreto de paz.
Las conversaciones entre Ucrania, Estados Unidos y socios europeos continúan bajo la presión de Rusia para mantener sus demandas, mientras Kiev insiste en condiciones que protejan su soberanía y respaldo occidental. Los próximos días resultan claves para determinar si las negociaciones abren paso a una fase de desescalada real en el conflicto armado.
(Con información de EFE)