El Ejército de Ucrania desplegó fuerzas especiales en las zonas más comprometidas de la ciudad oriental de Pokrovsk a comienzos de esta semana, coincidiendo con el anuncio de Rusia de haber rodeado a tropas ucranianas en el área, según confirmaron este viernes dos fuentes militares de Kiev a la agencia de noticias Reuters.
Esta acción evidencia la respuesta de Ucrania para intentar estabilizar la situación en una localidad estratégica, después de que decenas de soldados rusos lograran franquear el perímetro defensivo en las últimas semanas.
Pokrovsk, considerado un punto clave por sus rutas ferroviarias y carreteras, podría servir de cabeza de puente para avances adicionales en el este de la región de Donetsk, un territorio cuya completa ocupación es uno de los principales objetivos militares de Moscú. El avance ruso hacia Pokrovsk se ha sostenido durante más de un año.
De acuerdo con las declaraciones recogidas por Reuters de un miembro del 7º Cuerpo de Respuesta Rápida, los comandos ucranianos desembarcaron en un helicóptero Black Hawk hace pocos días, enfrentando dificultades debido a la intensa actividad de drones rusos. La operación fue coordinada personalmente por el jefe de inteligencia militar, Kyrylo Budanov, quien supervisó la llegada de las tropas a sectores de la ciudad reclamados por Rusia y que son cruciales para el sostenimiento logístico de Ucrania en el frente, añadió la otra fuente militar consultada por la agencia.
Un video revisado por Reuters muestra al menos a diez soldados descendiendo de un helicóptero en un campo abierto, aunque la agencia no pudo verificar de manera independiente ni la ubicación ni la fecha exacta de la grabación. El Ministerio de Defensa ruso no ha respondido, hasta el momento, a las solicitudes de comentarios respecto a este operativo ucraniano.
La situación sobre el terreno se describe como extremadamente volátil. Según reportes del ejército ucraniano, al menos 200 soldados rusos han superado las defensas y han logrado consolidar posiciones dentro de Pokrovsk. El máximo comandante militar ucraniano reconoció el jueves ante la prensa que la coyuntura es “difícil” para sus fuerzas, e hizo hincapié en la necesidad de reforzar tanto las líneas de suministro como las posiciones defensivas en el área.
La plataforma ucraniana DeepState, dedicada al análisis cartográfico de código abierto, estima actualmente que cerca de la mitad de Pokrovsk se encuentra en una zona de disputa bajo control fragmentado.
En un mensaje a la nación, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky se refirió expresamente al combate en Pokrovsk. “Continuamos destruyendo al ocupante. Lo más importante es frenar los ataques rusos donde sea posible”, declaró.
La dramática situación militar en la ciudad tiene un correlato civil igualmente alarmante. Organismos internacionales advierten de un deterioro acelerado en las condiciones de vida de la población en las proximidades de la línea del frente. Este viernes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó sobre el peligro de una crisis humanitaria agravada ante la proximidad de un cuarto invierno desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022. El coordinador humanitario de la ONU en Ucrania, Matthias Schmale, afirmó en conferencia de prensa desde Ginebra que “cada vez más es una lucha por la supervivencia”, aludiendo a las dificultades crecientes para acceder a productos básicos.
Schmale especificó que el recrudecimiento de los ataques en las zonas ubicadas cerca del frente ha obligado a más de 57.000 personas a abandonar sus hogares, mientras que los mercados “se han vuelto cada vez más disfuncionales”. Además, señaló que el número de víctimas mortales entre la población civil aumentó un 30% en lo que va de 2025 respecto al año anterior. Un tercio de las bajas —fallecidos y heridos— están relacionadas con ataques con drones, añadió el representante de la ONU.
El coordinador humanitario subrayó también que la destrucción sistemática de infraestructuras energéticas, a medida que se aproxima el invierno, tiene repercusiones directas en la sociedad civil y constituye “una forma de terror”. Alertó sobre el “grave impacto en la salud mental” y advirtió que Ucrania podría tener que afrontar estas consecuencias durante al menos una generación.
(Con información de AFP y Reuters)