Rod Stewart, reconocido por su imagen de hombre rudo, confesó que existe una canción capaz de conmoverlo hasta las lágrimas: “Try a Little Tenderness” de Otis Redding. Lo que a simple vista podría parecer una anécdota más, revela una conexión profunda y sensible entre el artista británico y uno de los himnos definitivos del soul estadounidense.

El impacto de “Try a Little Tenderness” en Stewart

Aunque suele mostrarse como un hombre de carácter áspero, Rod the Mod permitió que su lado más vulnerable aflorara al escuchar en vivo la interpretación de Redding. En una entrevista con American Songwriter, el músico relató la experiencia que marcó un antes y un después en su relación con la música: “Vi a Otis en 1967 en el Kuban State, y lloré a mares cuando cantó esta canción”, afirmó Stewart.

Este testimonio evidencia cómo una canción puede trascender el mero entretenimiento para convertirse en un acto transformador, capaz de sacar a la luz las emociones más íntimas.

La influencia de Redding en Stewart fue más allá de esa noche. Aunque el británico se hallaba entonces profundamente arraigado en el blues, al pasar el tiempo tomó elementos de la forma de componer de Redding y los incorporó en sus propios trabajos, especialmente su manera sensible y confesional de abordar las canciones, como señala Indie Hoy.

Rod Stewart encontró en “Try a Little Tenderness” una fuente de inspiración inesperada y profunda (REUTERS/Mario Anzuoni)

El origen y transformación de un clásico

“Try a Little Tenderness” nació en 1932, fruto de la colaboración entre Harry M. Woods (música), Jimmy Campbell y Reg Connelly (letra). Su primera grabación corrió a cargo de la orquesta de Ray Noble, con la voz de Val Rosing en diciembre de ese año.

Sin embargo, el tema adquirió una nueva dimensión cuando Otis Redding lo llevó al estudio en 1966, bajo el sello Stax Records (subsidiaria Volt), acompañado por Booker T. & the MG’s y con un arreglo de Isaac Hayes.

La versión de Redding destaca porque transforma un número originalmente romántico y ligero en una obra intensa y vibrante. El arranque suave culmina en un clímax emocionante, impulsado por vientos, bajo, batería y la voz inconfundible del cantante de Georgia.

Según análisis recogidos por Rhino UK, el uso de vientos se inspira en los arreglos de cuerdas de “A Change Is Gonna Come” de Sam Cooke; también se destaca cómo el baterista decidió de manera espontánea acentuar el inicio del segundo verso, un detalle que quedó plasmado en la histórica grabación.

La interpretación de Otis Redding transformó la visión musical de una leyenda del rock (foto: Wikipedia)

Mensaje y legado de la canción

En el corazón de “Try a Little Tenderness” resalta la ternura como un gesto fundamental de cuidado, sobre todo en el marco de una relación afectiva donde alguien se siente cansado o desatendido. La letra lo expresa de manera directa: “She may be weary, young girls they do get weary, wearing that same old shabby dress… But when she gets weary, try a little tenderness”.

Lo particular de la interpretación de Otis Redding es cómo logra transmitir esa ternura no solo en palabras, sino en sentimiento. Su voz representa sacrificio, anhelo y entrega, transformando el sencillo en una auténtica lección emocional. Redding no canta solo el mensaje, lo vive y lo transmite con una intensidad única.

De acuerdo con Music Musings & Such, la repercusión de esta versión fue tal que se considera una de las interpretaciones más icónicas en la carrera de Redding y en la historia del soul. Su grabación se incluye en el álbum “Complete & Unbelievable: The Otis Redding Dictionary of Soul” (1966) y figura en varias listas de las mejores canciones de todos los tiempos.

Dicha versión superó el marco del clásico para tornarse una referencia emocional y artística ineludible, al punto de ser el detonante de las lágrimas de un artista tan curtido como lo es Rod Stewart.