Las lluvias que complicaron la cosecha de granos gruesos en las últimas semanas son la garantía de buena implantación del trigo y de otros cultivos de invierno. Los perfiles están muy bien recargados de humedad por precipitaciones regulares desde mediados de febrero pasado, lo que genera una excelente base para el inicio de la campaña.
“Si se analizan los mapas de cualquier centro meteorológico del mundo, en más o en menos, todos coinciden en que el otoño y el invierno de la Argentina transcurrirán con lluvias dentro de los niveles normales de cada zona”, proyecta el meteorólogo Leonardo de Benedictis.
Oportunidad: dos empresas lanzaron créditos en pesos para hasta el 70% del valor de una maquinaria agrícola
No obstante, recuerda que el promedio de lluvias para el invierno es muy bajo en la Argentina; entonces, enfatiza que se espera que sean normales, pero dentro de los niveles medios zonales para el trimestre de junio, julio y agosto.
Para la primavera, de Benedictis también pronostica lluvias cercanas a los promedios, aunque no descarta un pequeño escalón positivo; es decir, vislumbra una leve tendencia a la ocurrencia de precipitaciones por encima de lo normal a partir del mes de septiembre, sobre todo en las áreas centro y noroeste-nordeste del país.
“La perspectiva de una primavera adelantada en lluvias no se daba en los últimos años, en los que se registraron acumulados recién a fines de octubre o principios de noviembre”, distingue el experto.
Sus proyecciones coinciden con las del pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para abril, mayo y junio, que estima condiciones de lluvias normales para la provincia de Buenos aires, este de La Pampa y NOA, y superiores a las normales en Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Para la Patagonia adelanta registros por debajo de lo normal, sobre todo en el área oeste. Simultáneamente, espera temperaturas normales o superiores a las normales en el norte del país y en la Patagonia.
En síntesis, luego de que los agricultores masticaran vidrio y arena durante la últimas tres-cuatro campañas según zonas del país, hay grandes chances de algo distinto para la próxima. De Benedictis traza una perspectiva optimista con el clima para 2025, con una tendencia a un año neutral. “Se alejó definitivamente La Niña y, por ahora, tampoco hay indicadores que hagan pensar en un año Niño. Entonces, gran parte del territorio argentino enfrentará una situación positiva de humedad durante la campaña”, concluye.