Las pequeñas y medianas empresas de la Argentina siguen mostrando señales de dinamismo. Según el Indicador de Competitividad y Acceso al Financiamiento (ICAF) elaborado por CAME, el 73,7% de las pymes planea realizar inversiones en el próximo trimestre.
El dato no es menor: refleja una voluntad de crecimiento y renovación en sectores que, en muchos casos, enfrentan dificultades para acceder a líneas de financiamiento. La encuesta, realizada entre marzo y abril de este año, abarcó a empresas de todo el país y buscó identificar tanto las expectativas como los principales desafíos de las pymes en materia de competitividad y acceso al crédito.
Entre las firmas que manifestaron intenciones de invertir, el 47,3% señaló que destinaría los fondos a la compra de bienes de capital. Por otro lado, un 40,3% afirmó que se enfocaría en la adquisición de materia prima y/o capital de trabajo, rubros directamente asociados con la operación diaria del negocio.
Bajo acceso al crédito
Pese al interés por invertir, el acceso al financiamiento continúa siendo una traba para muchas pymes. De acuerdo con los resultados del ICAF, apenas un 33,1% de las empresas logró acceder a alguna línea de financiamiento en los últimos seis meses. Entre quienes no pudieron hacerlo, el 50% mencionó los requisitos exigidos por las entidades como uno de los principales obstáculos. Además, el 47,8% de los encuestados admitió desconocer los programas de asistencia y financiamiento disponibles para el sector.
Una barrera adicional es el escaso conocimiento sobre herramientas alternativas al crédito tradicional. Más de la mitad de las empresas (56,6%) indicó no estar familiarizada con instrumentos de financiamiento no tradicionales del mercado de capitales, como los cheques electrónicos de pago diferido o las obligaciones negociables simplificadas. Para CAME, este dato es considerado un llamado de atención y refuerza la necesidad de profundizar en iniciativas de educación financiera.
Precisamente, la capacitación aparece como otra necesidad. El 45,4% de las pymes encuestadas identificó como una prioridad formarse en comunicación y marketing, mientras que el 37,4% mencionó la educación financiera como un área crítica. Ambas temáticas fueron las más demandadas, lo que sugiere una demanda no solo de crédito, sino también de herramientas para mejorar la gestión y la competitividad.
El caso de los emprendedores
En paralelo, el relevamiento analizó la situación de los emprendedores, un segmento que muchas veces enfrenta barreras similares pero con menor respaldo institucional. En su caso, el principal obstáculo para desarrollar un negocio fue la falta de capital inicial, una limitación señalada por el 53,4% de los encuestados. La incertidumbre derivada de la coyuntura económica (38,1%) y la presión impositiva (33,5%) completaron el podio de dificultades.
Al igual que en las pymes, el desconocimiento de los programas de asistencia (65,9%) y la percepción de requisitos demasiado exigentes (64,2%) fueron las principales trabas para acceder a financiamiento. Solo el 15,9% de los emprendedores logró conseguir recursos financieros en el último semestre, un porcentaje sensiblemente menor al de las pymes.
Respecto a las inversiones, el 56,8% de los emprendedores consultados aseguró que, en caso de obtener financiamiento, lo destinaría a la compra de equipos o maquinaria. Otro 46,6% invertiría en insumos y materias primas, lo que marca una coincidencia con las prioridades manifestadas por las pymes.
En cuanto a la formación, el 40,9% de los emprendedores subrayó la necesidad de capacitación en educación financiera, y un 35,8% consideró clave adquirir herramientas para la formulación de proyectos.
“Estos resultados reflejan los diversos desafíos que enfrentan nuestros emprendedores y pymes en el contexto actual. Las necesidades de capacitación constante y el acceso a programas de financiamiento son aspectos que continúan siendo mencionados año a año como los más relevantes para el desarrollo del sector”, indicaron desde CAME.
La entidad, que viene realizando este relevamiento de forma ininterrumpida desde hace ocho años, considera que los datos del ICAF son un insumo clave para delinear políticas de asistencia y herramientas más eficaces.