El nuevo sistema exige que las prepagas informen los aumentos antes de notificarlos a sus afiliados. Las empresas tienen, desde ayer que salió la inflación de mayo, cinco días hábiles para informar los aumentos de julio (Getty Images)

En medio de un proceso de desaceleración del índice de precios al consumidor, que se vio reflejado este jueves con el dato de mayo (1,5%, el más bajo de los últimos cinco años), las compañías de medicina privada comenzaron a discutir internamente cuánto ajustarán las cuotas mensuales en julio.

Este mes comenzó a regir una nueva normativa que obliga a las prepagas a informar los aumentos a la Superintendencia de Servicios de Salud antes de comunicárselos a sus afiliados. Esta obligación implica además que las empresas publiquen los cuadros tarifarios en una plataforma habilitada por el organismo estatal para facilitar la comparación entre distintos planes.

Hasta ahora, el procedimiento establecía que las compañías debían informar a los usuarios con 30 días de anticipación, pero no contemplaba la necesidad de informar previamente al Estado. A partir de junio, tienen cinco días hábiles desde la publicación del IPC para cargar los nuevos valores en la web del regulador. Solo después de ese paso pueden notificar a los usuarios. Esta mecánica busca evitar que las firmas definan los incrementos antes de conocer el índice de inflación, como sucedía hasta hace poco.

La novedad de este mes es que se trata del primer aumento que se calcula luego de la reunión entre el Gobierno y representantes del sector, sucedida en mayo. En esa ocasión, las autoridades reclamaron que los ajustes reflejen la nueva etapa macroeconómica, marcada por un dólar estable y una inflación mensual que está en una clara tendencia descendente. Las compañías, especialmente las más grandes, tienen intenciones de acompañar al Gobierno en esta misión de lograr que la inflación siga a la baja, aunque el índice de precios del sector salud superó ampliamente el promedio del IPC (fue del 2,7% versus el 1,5% general), pero enfrentan además otros condicionantes.

La expectativa del Gobierno

Fuentes del Gobierno manifestaron a Infobae que la expectativa oficial es que el sector acompañe la tendencia que se observa en otros rubros. “La inflación está a la baja y va a seguir así. No hay lugar para abusos”, dijeron. También insistieron en que el sistema se desreguló para fomentar la competencia entre prestadoras. “Ahora compiten por región, por plan y en función del esquema de copagos”, detallaron.

La falta de acuerdo paritario y la suba de medicamentos agregan presión al sistema de salud privado
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En este contexto, el Ejecutivo subrayó que la liberalización del sector busca beneficiar al afiliado, que puede elegir entre distintas opciones. Para reforzar ese criterio, la nueva resolución establece que las empresas deben publicar en forma anticipada y detallada los valores actualizados de los planes, por franja etaria y ubicación geográfica. Además, deben incluir el costo de los copagos.

Los argumentos de las empresas

Por parte de las empresas, el panorama es más complejo. En una de las principales firmas del sector señalaron que deben tener en cuenta el aumento de precios en medicamentos e insumos médicos. “El índice de costos de salud vino más alto que el IPC general”, reconocieron. No obstante, aclararon que existe disposición a acompañar la tendencia oficial, siempre que las condiciones lo permitan.

Uno de los puntos más conflictivos en este escenario es la situación salarial. Las compañías todavía no cerraron la paritaria con el gremio del sector salud. El acuerdo, que contempla el período mayo-julio, aún no se firmó y existen diferencias importantes entre las partes. El Gobierno sostiene una postura de topes en torno al 1% a 1,3% mensual, mientras que el sindicato exige una recomposición del 3,5% por mes con el objetivo de recuperar parte de la inflación acumulada, dijo un referente de la industria.

En el sector aseguran que la definición de esa paritaria resultará clave para establecer el porcentaje de aumento de las cuotas. “Podemos seguir acompañando la baja como lo venimos haciendo, pero va a depender mucho de lo que pase en las próximas horas con esta negociación”, explicó una fuente, quien agregó: “Si se alcanza un acuerdo con el gremio en los términos que propone el Gobierno, será un escenario. Si no hay arreglo y hay que negociar otro marco, será otro totalmente distinto”.

El panorama se complica por el hecho de que los sueldos de mayo aún no se actualizaron. “El gremio quiere recomponer por encima de la pauta oficial. Meses anteriores, a nosotros nos dijeron que miremos el costo de salud, pero esta vez vino más alto que el índice general”, señalaron. En este punto, también admitieron que hubo una suba en medicamentos que afecta la estructura de costos.

En paralelo, el temor a medidas gremiales empieza a inquietar a las empresas. Una fuente aseguró que “ya están amenazando con empezar medidas de fuerza” si no se cierra el acuerdo salarial. Esa posibilidad añade incertidumbre a un escenario en el que las compañías deben cargar los datos oficiales en cuestión de días. Algunas admitieron que deberían estar notificando “hoy o mañana”, pero prefieren esperar una definición sobre los salarios antes de hacerlo.

Desde el lado oficial, no se produjo ningún contacto nuevo con las empresas desde que se publicó el índice de inflación. La última reunión fue cordial, según coincidieron varios actores, pero no dejó lineamientos explícitos para los próximos meses, más allá del pedido de moderación.