Tras permanecer dos semanas prófugo de la justicia, Gino Ansaloni, el joven de 19 años acusado de una feroz golpiza en patota a un menor de 17 años, se entregó esta mañana en la fiscalía de la ciudad bonaerense de Colón, donde quedó formalmente detenido. Tenía pedido de captura desde el 23 de junio.

Ansaloni -hijo del diputado nacional por La Libertad Avanza y sindicalista Pablo Ansaloni- llegó acompañado por sus abogados y se puso a disposición de la fiscal Magdalena Brandt, quien había solicitado su captura por tentativa de homicidio.

El hecho que motivó la acusación ocurrió en la madrugada del 15 de junio, a la salida de la discoteca El Porteño, ubicada sobre la calle 16 de esa localidad. Según la denuncia y las imágenes de una cámara de seguridad, Ansaloni y al menos otros dos jóvenes atacaron a un adolescente de 17 años que minutos antes había discutido con ellos dentro del boliche.

La víctima sufrió la pérdida de dos dientes, una fractura mandibular y otras lesiones faciales que derivarán en futuras cirugías reconstructivas.

Tras la orden de captura emitida por el juez César Solazzi y el avance de la investigación, Ansaloni decidió presentarse voluntariamente ante las autoridades. En su declaración indagatoria, negó los cargos de tentativa de homicidio y sostuvo que actuó en defensa propia. El joven afirmó que tanto él como sus acompañantes reaccionaron ante una agresión previa y no planearon el ataque.

El diputado Pablo Ansaloni, padre de Gino, en foto de campaña (Facebook Pablo Ansaloni)

La fiscal Brandt, titular de la UFI N°1 de Colón, sostiene una versión opuesta. Según su acusación, se trató de una agresión planificada y desproporcionada en la que Ansaloni y otros tres agresores -uno de ellos aún no identificado- sorprendieron al menor a la salida del local y lo golpearon con extrema violencia.

El video del ataque muestra cómo el adolescente intenta defenderse sin éxito ante la superioridad numérica de sus agresores, mientras varias personas presencian la escena sin intervenir, incluidos algunos patovicas del lugar.

El caso generó fuertes repercusiones por su similitud con el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado en enero de 2020 en Villa Gesell también a la salida de un boliche y por un grupo de atacantes. En ambos episodios, la víctima fue rodeada, derribada y atacada con patadas y golpes en la cabeza.

La familia del joven agredido presentó una querella y exigió el avance de la causa con penas ejemplares. Guadalupe, hermana de la víctima, sostuvo en declaraciones al diario La Opinión de Colón: “Lo agarraron entre cuatro. Tenían todo preparado. En el video se ve todo lo que le hacen, es inhumano. Son asesinos”.

Por el momento, otros dos jóvenes señalados como partícipes del hecho fueron identificados, pero aún no se presentaron ante la Justicia. La fiscalía, además, busca a un cuarto sospechoso que no aparece en el registro fílmico, pero fue mencionado en el testimonio de la víctima.

Mientras se esperan nuevas pericias médicas para determinar la magnitud de las secuelas físicas y psicológicas del menor agredido, la fiscal Brandt resolverá en los próximos días la situación procesal de Ansaloni. El joven permanecerá detenido a la espera de la resolución judicial.

Este episodio reabre también un costado familiar vinculado a la violencia en esa zona. En noviembre de 2021, Mauricio Cordara, chofer del diputado Pablo Ansaloni, fue asesinado a balazos por un sicario en Colón mientras llevaba a los hijos del dirigente a la escuela. Si bien nunca se confirmó si Gino se encontraba dentro del vehículo en aquel momento, el crimen tuvo amplia repercusión y aún permanece impune.