Virginia representa a una generación de mujeres que busca ser escuchada. Cuando empezó a estudiar lo que le gusta, técnicas para hacer stand up, ya había pasado los 40. Trabajaba incansablemente en dos empresas y tenía dos hijas. El año pasado, a los 54 años, tomó la decisión de su vida: dedicarse únicamente a hacer lo que le gusta. Este año la conocimos gracias a Gran Hermano. Hoy trabaja en “Legalmente rubia” con Laurita Fernández, en el streaming de Directv y vuelve con su stand up “Benditas imperfectas”.

– Sí, trabajé 35 años en un lugar y paralelamente 20 años en otro. O sea: yo trabajé 12 horas sentada en dos oficinas diferentes hasta el año 2019.

– ¿Tenías tiempo de estudiar?

– Sí, yo soy de La Plata, así que venía una vez por semana a hacer el curso de stand up a Capital, fue como un hobby.

– ¿Escribías?

– A mí siempre me gustó escribir. Laburé, tuve mi familia y cuando ya las nenas estaban un poquito más grandes dije: voy a empezar con esto que me encanta. No sabía si me iba a subir a un escenario. ¿Viste que se hace una muestra a fin del curso? Y bueno, acá estoy.

Virginia empezó a incursionar en la televisión en Bendita tv con su stand up, entre otros programas. Y durante la pandemia participó en Sex virtual, de José María Muscari como invitada. Era la señora grande deseada por los jóvenes, la MILF, con Cachete Sierra y Felipe Colombo. El quiebre sucede cuando en 2023 la echaron de su trabajo de toda la vida.

“EN MARZO DE 2023 ME ECHARON DE MI TRABAJO DESPUÉS DE 35 AÑOS Y LO TOMÉ COMO UNA OPORTUNIDAD”

– Sí, claro. En marzo de 2023 me echaron de mi trabajo después de 35 años y lo tomé como una oportunidad. Yo no hubiese tenido la valentía de dejar un trabajo en el que tenés un buen sueldo fijo. Tenía el stand up como un ingreso extra, como hobby, como algo que me hacía bien. Y dije: el universo me está diciendo “dejá eso, tenés que ir por ahí, tenés que hacer lo que te gusta”. En algún momento tenés que atreverte a tratar de vivir de lo que te gusta. Se extraña la estabilidad, saber que todos los meses tenés determinado ingreso, sobre todo teniendo familia.

“EN ALGÚN MOMENTO TENÉS QUE ATREVERTE A TRATAR DE VIVIR DE LO QUE TE GUSTA”

– A los 54 es muy difícil remarla, tener un trabajo estable.

– Ni por casualidad lo pensé, porque es imposible tener un trabajo estable a los 54 años. Aumentó la edad, antes era hasta los 28, después fue hasta los 35. Ahora hasta los 45 podés conseguir un trabajo estable, pero después ya se complica un montón.

– Debe haber sido un golpe muy grande.

– Fue terrible. Los primeros meses los pasé mal. Fue cuando dije ‘tengo que visibilizarme, que la gente me conozca, que tenga ganas de pagar una entrada para ir a verme a un teatro’. Empezaba el casting de Gran Hermano, porque a mí me echaron el 6 de marzo y el veintipico empezaron con el casting.

– ¿No hubo bajón?

– Sí, hubo un montón de bajón, pero hice el duelo ya anotada. No soy de quedarme llorando y sin hacer nada, la verdad que no. Fue un re duelo porque de tener una estabilidad económica, pasar a no recibir un peso y mucho más. Porque a mí me dejaron sin mutual, me dejaron sin la posibilidad de tener una jubilación buena dentro de todo, porque los sistemas jubilatorios de acá toman los últimos diez años de aportes. Cuando yo tenga 60 voy a tener cinco años de aportes buenos y cinco años malos, porque con el monotributo el aporte es malo hagas lo que hagas. Es un montón lo que hicieron.

– Además te quedaste sin obra social.

– Me quedé sin obra social, entonces estoy pagando una prepaga, son carísimas. Sí, es duro.

– Te anotaste, pero tardó, no arrancaste con el primer elenco de Gran Hermano. Ahora, cuando ves la grabación y te ves, ¿hay algo que hoy no harías o que harías distinto?

– Me cuidé bastante. Yo nunca me olvidé de las cámaras. Y como soy una mina grande y se que estaba en un programa que ve todo el mundo, tenía una gran responsabilidad de no mostrar cosas que a mí no me gustaría que se hagan. Tal vez dije una o dos cosas que no estuvieron buenas, pero pedí disculpas, fue en una discusión con una de las participantes… Pero me cuidé bastante para tratar de comunicar cosas buenas. En el reality te dicen: vos no sos un ejemplo de nadie, sos simplemente una mujer que está ahí adentro, no tenés que ser ejemplo. Pero yo soy grande, estaba en un programa masivo y no quiero ser ejemplo, pero sí no dar un mal ejemplo o un mal mensaje para la sociedad.

– Te escuché muchas veces decir ‘yo soy grande’, ‘yo soy una mujer grande’.

– Sí, es que soy una mujer grande. No me considero vieja, pero sí soy consciente de que soy una mujer grande que estaba con chicos en GH. Calculá que el más grande que estaba conmigo podía ser mi hijo, tenía 32 o 33 años. Entonces, ¿cómo yo me iba a poner a la altura de ellos? ¿A discutir con una persona que puede ser mi hijo? Sí podía hablar bien y dar mi punto de vista.

– ¿Por qué creés que ganaron las últimas dos ediciones varones, y no mujeres?

– Porque la sociedad es machista. Y porque a la mujer se le exige mucho más. Había cosas que hacían tal vez los varones que a ellos no se les recriminaba y a las mujeres, como siempre, sí. Porque socialmente nos pasa.

– ¿Por ejemplo?

– Cualquier cosa, cualquier discusión que vos siendo mujer defendés. Siempre se le critica más.

– O sea, lo mismo dicho por un varón aún no tiene el mismo valor.

– No, no,

– ¿El objetivo de ir a Gran Hermano era traccionar gente para que te fuera a ver a los shows?

– El objetivo era visibilizarme, que la gente me conozca y quiera ir a verme al teatro, o que se genere trabajo de lo que me gusta que es teatro, televisión, streaming.

– ¡Lo lograste!

– Sí, por ahora. Jajaja.

– A la gente le gusta cuando hablás de sexo, Virginia. ¿Qué quieren saber?

– Todo. El sexo es tabú todavía en la sociedad, hay mucho prejuicio, mucho tabú. Y entonces las mujeres me consultan mucho por privado.

“UNA MUJER GRANDE, CASADA DESDE HACE MUCHÍSIMOS AÑOS ME DIJO: ‘NUNCA TUVE UN ORGASMO’

– ¿Qué te preguntan?

– Me llamó mucho la atención una mujer grande, como yo jajajaj, que estaba casada hacía muchísimos años y que me dijo ‘nunca tuve un orgasmo. Y esto no se lo puedo contar a mis amigas porque voy a hacer quedar mal a mi marido. Y no se lo puedo decir a mi marido tampoco.’ De ahí para abajo lo que quieras. ‘¿Por qué no tengo más deseo con mi marido?’ Eso pasa mucho con las parejas de muchos años. ‘¿Qué puedo hacer?’ Yo no soy sexóloga, no soy psicóloga, soy una mujer que vivió bastante porque soy mayor. Jajaja. Porque me separé siendo muy chica y además siempre me gustó la comunicación, siempre me gustó indagar.

“LOS HOMBRES SON MUY BÁSICOS, SIEMPRE LO MISMO, QUE A LA MUJER NI SE LE OCURRA PEDIR”

– ¿Qué contestás al tema de la falta de deseo?

– Que eso es bastante común cuando una pareja lleva muchísimos años si no se buscan cosas nuevas. Había mucho prejuicio, entonces los hombres tal vez son muy básicos. Siempre lo mismo y que a la mujer ni se le ocurra pedir. Ni se le ocurra decirle ‘necesito más’, porque entonces sos… Te tildan de otras cosas. Las mujeres antiguamente, abuelas, bisabuelas, no podíamos desear, tener sexo era para que el marido tenga su disfrute y la mujer nada. Al marido ni se le ocurría preguntar si ella había terminado o había tenido su satisfacción, pero ni por casualidad.

– ¿Vos decís que algunos de nuestra generación varones siguen igual todavía?

– Y sí, porque me lo cuentan las mujeres. Por ahí les dicen: quiero incorporar algún juguete o alguna cosa para cambiar un poco, para renovar la sexualidad. Y algunos se enojan, no entienden.

“HE ESCUCHADO HOMBRES QUE NO LE HACEN SEXO ORAL A LA MUJER. ¿CÓMO A LA MUJER LE VA A GUSTAR ESO?

– ¿Algunos no saben cómo somos las mujeres?

– No. Hay un viejo dicho: ‘una dama en la mesa una y una… en la cama’. Yo he escuchado hombres que ciertas prácticas sexuales muy comunes, sexo oral, por ejemplo, no le hacen a la mujer. ¿Cómo le van a hacer? Eso es para hacerle a otro tipo de mujer. Viste: ¿’cómo a la mujer le va a gustar eso’?

– ¿Eso te lo cuentan las mujeres?

– Me lo cuentan las mujeres y me lo cuentan los hombres. Algunos me han dicho: yo era de los que… Una mujer no tenía derecho a gozar, si gozaba era considerada una mujer fácil.

– ¿Con hombres más jóvenes tuviste algún romance?

– Sí, a mí siempre me gustaron los hombres grandes, desde chica. Ahora que soy grande, no me gusta tanto. No tengo problemas con las edades. Tuve una pareja cuando yo tenía 40 y él 25 y siempre digo que fue la mejor. Pero no lo digo por el sexo, por todo. Lo digo porque era súper caballero, mucho más respetuoso que muchos hombres grandes. Y creo que la clave era que no había proyectos en común. Él quería una familia el día de mañana tener hijos y yo ya tenía hijos, no quería eso. Entonces había un relax en la pareja tan grande… Estar porque realmente sentíamos ganas de estar juntos. Y fue hermoso, estuve como un año y medio. Tuve pocas parejas, se ve que no tengo mucho aguante. Hace 22 años que estoy separada de mi marido y tuve dos novios de un año y medio. Imagínate.

– ¿No los aguantás?

– No.

– ¿Te gustaría tener?

– Me gustaria, gracias a Dios tuve muy lindas experiencias con muchos hombres. A esta edad lo único que yo quiero es una persona que sume, que sume buena onda, buena energía. Yo no necesito que me mantengan, no necesito nada.

“NO NECESITO TENER UN HOMBRE AL LADO PARA SENTIRME COMPLETA”

– Hasta ahora durante todos estos años no encontraste a nadie que te sume, sostenidamente.

– No, no. A mí no me completa un hombre, me siento perfecta sin un hombre. No necesito tener un hombre al lado para sentirme completa en la vida. Me encantan los hombres. Me encantó estar en pareja cuando estuve bien. Y si viene un hombre que me provoque eso, ganas de estar, voy a estar. Pero no necesito un hombre para sentirme completa.

– Está clarísimo. Desde ya, nunca jamás en tu casa.

– Ni por casualidad volver a convivir. Yo siempre digo que la convivencia es el principio del fin. Porque en la convivencia se comparten problemas también y sí o sí hay un desgaste en la pareja. Conozco un montón de gente que convive hace mil años y son súper felices, por supuesto eso también pasa, gracias a Dios. Ahora sería cada uno a su casa. Por supuesto, si tenés ganas de quedarte tres o cuatro días seguidos a dormir, fantástico. Pero tengo la tranquilidad de que si quiero estar sola tengo mi lugar.

– ¿Sentís deseo o lo perdiste?

– Estuve mucho tiempo con cero deseo sexual. Cuando tengo sexo quiero más, porque la estoy pasando bomba. Pero cuando no tengo sexo estoy bien, no tengo deseo.

–Es un tema para muchas mujeres la falta de deseo.

– Sí. Lo he consultado mucho con un sexólogo, el tema de la menopausia tiene mucho que ver en la pérdida de deseo, así que es normal. Pero hay que hacer cosas para recuperarlo, sobre todo si estás en pareja.

– ¿Cómo te llevás con el paso del tiempo en el cuerpo? ¿Sos de las que luchan contra la ley de gravedad o las que se entregan y que la naturaleza haga lo que tiene que hacer?

– No soy de esas que luchan fervientemente y que están a dieta. No, tampoco me he hecho nada. He hecho mucho deporte en mi vida, pero ahora ya hace muchos años que no hago mucho. En casa sí, tengo pesitas, eso hice mucho.Tengo que ponerme porque es muy efectivo, peso en los tobillos para trabajar cola o abductores o cuádriceps, para los brazos. Me daba resultado.

“LAS MUJERES ME CONSULTAN PORQUE LES DOY CONFIANZA. CONMIGO PUEDEN HABLAR Y NO LAS VOY A JUZGAR”

– ¿Te encontrás con muchas mujeres que te consultan por tu seguridad?

– Me consultan las mujeres porque les doy confianza. Porque ven que conmigo pueden hablar y no las voy a juzgar. ‘Muchas amistades te juzgan’, me dicen que se sienten juzgadas. Me preguntan porque pueden hablar con tranquilidad.

“ME PIDEN MUCHO QUE MUESTRE EL LOOK Y QUE DIGA DONDE LO COMPRE, SOBRE TODO POR LOS TALLES”

– Provoca confianza tu imagen también. Te bancás llevar un buen escote, te bancás polleras cortas, sos osada.

– Me preguntan mucho también sobre lo que me pongo. ¿Dónde te lo compraste?¿Qué te parece? Me piden mucho que muestre el look y que diga dónde me lo compré, sobre todo por los talles. Porque yo soy una mina grande y a mí me costó muchísimo conseguir talles también. Cuando ven que tengo algo lindo puesto, moderno, me dicen, ‘dónde lo compraste? Yo no consigo’.

“MUCHA GENTE VENDE TALLES GRANDES PERO NO ES ROPA SEXY”

– ¿A vos te pasó a lo largo de la vida?

– Siempre, me pasó un montón. Ya hace bastante que me cuesta encontrar ropa. Hay mucha gente que vende talles grandes, pero es todo muy muy grande, no es sexy. Les gustan algunas cosas que me pongo y me consultan.

“POR QUÉ UNA MUJER QUE TIENE TALLE GRANDE NO PUEDE USAR OTRO TIPO DE ROPA?”

– Es un tema que todavía no se pudo resolver a pesar de la demanda.

– Se hacen cosas grandes, carpa arriba, calza abajo, algo que te tape la cola. ¿Pero por qué una mujer que tiene talle grande no puede usar otro tipo de ropa? A mí me pasó en la casa de GH. Un día entraron unos blazers hermosos a las chicas y me traen a mí una cosa horrible. Les digo, ¿por qué yo no tengo el blazer? También hay muchas marcas que no quieren gente grande y no hegemónica. Porque vas a su página y tiene talle S y M. Por ahí algún modelito en L. Eso quiere decir que la marca claramente no quiere que su ropa esté en gente que no sea hegemónica. Me fui al confesionario y le pregunté, ¿es la marca que no quiere que yo me ponga esa ropa o qué? Me dijo: no hay talle. Se usa mucho el talle único y me dio una bronca porque era divino. Después me consiguieron un blazer también lindo, pero sí, pasó un montón.

“HAY MUCHAS MARCAS NO QUIEREN QUE SU ROPA LA USE GENTE GRANDE Y QUE NO SEA HEGEMÓNICA”

– ¿Una mujer blanca y rubia vos no es hegemónica?

– No, no soy hegemónica, un hegemónico no es gordito, no tiene esta pancita.

– ¿Cómo te llevás con estos tiempos en que, por ejemplo, no se opina de los cuerpos?

– Con muchas cosas me llevo bien y otras me parecen como mucho aunque lo entiendo. Que no se hable de los cuerpos me parece perfecto, no opinar cuando no te piden la opinión. A mí particularmente me gusta que opinen, me gusta cuando opinan bien, jajaja. Yo bajé bastante de peso desde que estaba en la casa, entonces por ahí me dicen con mucho cuidado: ya sé que no se habla de los cuerpos, pero te veo más flaca, me gusta más cómo estás. Me encanta que me lo digan, pero entiendo el punto de que no hay que opinar si no te piden opinión porque hacen mucho daño.

– ¿Y qué es lo que no te gusta de lo que ahora se puede o no se puede decir?

– La poca paciencia que nos tienen a las generaciones más grandes cuando decimos algo que para ellos es cancelable. Por ejemplo, el tema de que un hombre te diga algo en la calle a mí me gusta, si me dicen algo lindo, por supuesto. Algo grosero, no, pero no corresponde nunca que te digan algo grosero. Pero he estado presente cuando junto a una de mis hijas nos dijeron ¡qué lindas! Mi hija le dijo, ¿alguien te preguntó? ¿Por qué nos decís? Mucha gente se enoja, me parece un extremo. O por ejemplo, cuando les den el asiento en el micro. ¿Por qué me das el asiento? ¿Te creés que yo no puedo estar parada? Me parece mucho.

– ¿El que milita que se pague de a dos en la primera cita?

– Yo ya me estoy acostumbrando a que no está mal que pague la mitad cada uno. Sobre todo por la situación económica que estamos viviendo. Los chicos de veintipico, o treinta y pico, por ahí tienen laburos que sabemos que no son bien remunerados. Hoy una salida es carísima.

– Estoy segura que te encanta que te inviten en la primera cita.

– A mí me encanta que me inviten, por supuesto. Y la verdad que siempre me invitan, no me ha pasado de tener que pagar a medias.

– Después, otro día, podés invitar vos. ¿O no?

– Yo sí, yo invito. Yo he pagado un fin de semana en algún lado a una persona que quizás que no te deja pagar nunca. Hasta el supermercado pagaba, ya me parecía un montón. Entonces un día dije, le tengo que dar una retribución. Y lo invité a un fin de semana a la costa.

– No tenemos costumbre de mitad y mitad. Pero no hay una sola manera ahora de hacer las cosas.

– Algunas personas quieren pagar. Loco, si te quieren invitar, no está mal, otro día invitás vos. ¿Pero eso de que sea obligado? ¿Sí o sí? No.

– Algunas mujeres me escriben porque se sienten transparentes en relación a los más jóvenes. Como que no las registran, no las ven. ¿Te pasa?

– Me pasaba. Una vez fui a buscar a mi hija al aeropuerto y todos miraban a mi hija. En un momento dije, ¿estoy acá? ¿Se me ve? Se empezó a reír. Sí, pasa, a partir de cierta edad pasás a ser transparente.

– La edad, así como la estamos contando, es un clavazo.

– Vamos a ser sinceros, está buenísimo crecer porque quiere decir que seguimos estando. Yo no extraño los 20, no extraño los 30. Si yo tuviera que quedarme a vivir eternamente en una edad, sería en los 40, 45.

“LO PEOR DE LA EDAD ES EL DETERIORO, SE TE VA CAYENDO TODO”

– ¿Qué es lo mejor de esta edad y qué es lo peor?

– Lo mejor es todo lo que vas aprendiendo. Yo sigo aprendiendo y eso no es una frase hecha. Está buenísimo seguir sorprendiéndote con cosas y seguir aprendiendo. Lo peor es el deterioro, María Laura. A mí no me gusta deteriorarme físicamente. Cuando vas creciendo aparecen arrugas, aparecen rollitos, se te van cayendo cosas. Yo soy sincera, no me gusta. Ojalá no pasara.

– “Se te van cayendo cosas”.

– Jajajaja. Se te va cayendo todo. Yo descubrí hace poco un párpado que está un poquito más caído que el otro. Yo en mi show digo que para hacerme una línea en el ojo y que quede derecha me tengo que hacer un electrocardiograma por todas las arruguitas. La verdad es que eso no me gusta, tengo que ser sincera. Me encantaría que no pase eso con el cuerpo.

– ¿Es el cuerpo básicamente el problema?

– Sí, porque todavía no noto ningún deterioro, por supuesto no me gustaría nunca llegar a un deterioro de la cabeza cerebral.

– ¿Y con el afuera? ¿El paso de los años y cómo te ven?

– No, me molesta a mí, no me importa lo que me dicen. A mí me molesta verme más arrugas, la panza, la papada. La papada ahora me la voy a sacar, es lo único. No soy de hacerme cirugías, me da como miedito. No me haría una lipo, no me haría esa abdominoplastia, pero la papada sí. Cuando una cosa te acompleja, si la podés sacar…

– Hablás siempre de la papada.

– Siempre, es un tema. Sí, me molesta mucho así que me la voy a sacar, ya está. Consulté a un cirujano plástico y me la va a sacar.

– ¡Gran felicidad!

– Sí, estoy esperando ese momento. Es una obsesión, me hace mal, me la veo.

“YO ERA DE ESAS QUE BUSCABA SIEMPRE COMPAÑÍA DE HOMBRES, CUESTA MUCHÍSIMO ACOSTUMBRARSE A ESTAR SOLA. CUANDO APRENDÉS LO DISFRUTÁS”.

– ¿La pasás bien sola?

– Sí, cuesta muchísimo acostumbrarse a estar sola, empezar a pasarla bien sola. Yo era de esas que buscaba siempre compañía de hombres en su momento. Cuando era más chica me peleaba con uno y ya estaba mirando a otro. Pero cuando aprendés a estar sola es re lindo, lo disfrutás. Yo disfruto estar sola.

– Estoy esperando que tengas un programa de televisión propio.

– Me encantaría, ojalá se dé. Esto es día a día. Cuando salís de un reality por un lado es masivo porque te conoce la gente. En un reality como Gran Hermano mostrás quién sos, estás siendo vos. Estoy fascinada. Pero hay un prejuicio enorme con la gente que sale de los realities, como si fuese menos o merezca menos oportunidades. Vivimos con eso.