Buscó el triunfo hasta la extenuación y respetó sus convicciones futbolísticas en un partido que se le atragantó cuando no se habían cumplido cinco minutos, con el gol de “Uvita” Fernández. Esta vez, el libreto habitual de Vélez, que ya completó páginas de buen futbol, ambición, variantes ofensivas y victorias, solo le alcanzó para empatarle al rocoso Belgrano.

El 1-1 le permite a Vélez conservar el primer puesto, pero Huracán puede quedar a un punto si el lunes le gana a Central Córdoba. Faltó el gol de Braian Romero, autor de 11 en 10 partidos. También variantes desde el banco cuando el cansancio ya había comido piernas y nublado la mente. Vélez tiene 11 titulares que componen una banda que toca una linda melodía, pero está corto de recambio cuando necesita sumar otro solista desde afuera. En partidos como el de anoche lamenta que esté lesionado Michael Santos. Las variantes ofensivas para los últimos minutos fueron los juveniles Bosch y Carrizo.

Thiago Fernández comienza el festejo de su gol, el empate de Vélez

Acostumbrado a imponer condiciones desde el principio de cada partido, Vélez se topó con una sorpresa. El equipo con más triunfos en el torneo se vio en desventaja muy temprano, a los cuatro minutos. Se estaba lamentando por una definición de Romero que se había ido alta cuando el pelotazo largo de Leguizamón le llegó a Compagnucci, que desbordó a Quirós y mandó el centro que “Uvita” Fernández empalmó con una volea de zurda. La reacción de Marchiori no alcanzó a desviar el potente remate.

Lo más destacado de Vélez 1 – Belgrano 0

De entrada, el partido ponía la lupa sobre Quirós, el reemplazante de Elías Gómez durante el empate en el Monumental, y sancionado con un partido por el club por los agravios al director técnico Gustavo Quinteros. Ante River, Quirós había entrado para frenar a Solari como no lo estaba haciendo Gómez, y anoche perdió el primer duelo individual con el carrilero Compagnucci. Quedó inseguro desde esa acción, también por el murmullo que le llegaba desde los plateístas de Vélez. Quinteros lo sustituyó por Jalil Elías para el segundo tiempo y Bouzat pasó al lateral.

Fueron unos minutos en los que Vélez estuvo desconcertado. Belgrano era más ordenado para ocupar los espacios en el medio, se asociaban bien Rolón, Menossi y González Metilli. Son jugadores experimentados, de recorrido en primera división. Y arriba, Fernández y Jara mostraban entendimiento.

Lentamente, Vélez retomó su registro de juego habitual, a pesar de que Ordóñez y Bouzat no terminaban de agarrar la batuta. De eso se hizo cargo Aquino, catalizador de casi todas las pelotas en la zona de gestación. El N° 22 la pedía siempre e intercalaba la gambeta con cambios de frente. Vélez levantó el ritmo y Belgrano se fue encerrando.

El equipo cordobés pasó a sostenerse en las atajadas del paraguayo Espínola, que bloqueó siete remates en el primer tiempo. Probaron Aquino, Romero, Pizzini, Thiago Fernández. En medio de cierta ansiedad, Vélez exprimía su potencial. Intentaba ser fiel a su esencia en un desarrollo traicionero, que por muy poco no le da otro disgusto con un remate de media distancia de González Metilli que dio en los dos postes por el efecto extraño que tomó la pelota al desviarse en un defensor local.

Vélez estaba obligado a hacer lo que mejor sabe, atacar, pero también debía evitar el nerviosismo creciente por un empate que demoraba en concretar.

El alivio llegó con un gol marca de la casa: pases, aceleración, riqueza técnica y puntada final. Entre Aquino, Romero y Thiago Fernández bordaron una jugada notable, resuelta por el juvenil, a quien ya le sobran méritos para ser la revelación del torneo.

Aquino, el mejor de Vélez, da un pase que es interceptado por González Metilli

Vélez volvía a ser un puntero presente, ahora con la cuota de eficacia que adeudaba. Belgrano se vio venir el aluvión y el técnico Real reforzó la contención con el ingreso de otro volante (Quignon) por un delantero (Uvita Fernández). Pasó a defender con línea de cuatro y tres mediocampistas centrales.

El encuentro le demandaba a Vélez un esfuerzo extra, después de haber gastado muchas energías para equilibrar el resultado. Un disparo de Aquino dio en la parte exterior de la red y otro de Pizzini salió junto a un poste.

Belgrano tiene antecedentes de saber aferrarse con uñas y dientes a las victorias parciales: no le dieron vuelta ningún encuentro de los ocho que empezó ganando en la Liga Profesional. Aguantó sin ceder a las embestidas de Vélez. Los hinchas reconocieron el esfuerzo y despidieron con aplausos a un equipo que, aun en un campo muy deteriorado por los recitales, no renunció a la pelota contra el piso, a ser Vélez.