Con casi cuatro meses de anticipación, la Academia de Hollywood alejó todas las dudas y confirmó que Conan O’Brien será el conductor y maestro de ceremonias del Oscar 2025 el 2 de marzo de 2025. Es la primera vez que uno de los mejores animadores de la televisión estadounidense de las últimas décadas, además de extraordinario comediante, ocupará ese lugar en los 97 años de historia del premio más importante de la industria del entretenimiento.

La decisión de la Academia de Hollywood tiene varios significados. En primer lugar, confió a un conductor de perfil clásico y con mucha experiencia en el manejo de este tipo de ceremonias. O’Brien estuvo a cargo del show del Emmy (el Oscar de la TV) dos veces, en 2002 y 2006, y de los MTV Movie Awards en 2014, en todos los casos con muy buena repercusión y elogios generalizados. Ahora llega al Oscar para continuar una línea identificada sobre todo con la figura de Johnny Carson, cinco veces animador del show, primero en cuatro ocasiones consecutivas (de 1979 a 1982) y una última en 1984, y más tarde con David Letterman, anfitrión en 1995.

En segundo lugar, la elección de O’Brien es vista por algunos observadores como una sorpresa y un cambio de orientación sobre la marcha aplicado por la Academia de Hollywood después de varias semanas de rumores que especulaban sobre una ceremonia con presentadores rotativos y grandes celebridades (sobre todo actores) en esa función. Una primera señal de que algo así pasaría la hizo hace unos días Ryan Reynolds, protagonista de una de las películas más populares de la temporada, Deadpool & Wolverine. Frente a los trascendidos que citaban su nombre (y el de su compañero de aventuras en la misma película, Hugh Jackman) en la lista de potenciales animadores del Oscar 2025, el actor respondió que esa alternativa era “muy poco probable” y que “algún día” querría igualmente ser presentador, por supuesto junto a Jackman.

El último dato para tener en cuenta es que O’Brien hereda un lugar ocupado en los últimos años por Jimmy Kimmel (2017, 2018, 2023 y 2024) y antes por Jon Stewart (2006 y 2008). Tanto Kimmel como Stewart son figuras de altísima presencia y trayectoria al frente de los tradicionales shows nocturnos (late night shows) de la TV estadounidense, pero también se los reconoce por los comentarios filosos sobre temas políticos y de actualidad que incorporan a sus monólogos.

Una imagen de Jimmy Kimmel, el último anfitrión del Oscar, en la ceremonia del 10 de marzo de 2024. Ahora le pasa la posta a Conan O'Brien

O’Brien ocupó ese mismo lugar durante casi dos décadas, sobre todo en su condición de heredero del horario y del programa del celebérrimo Jay Leno, pero sus alusiones, comentarios y referencias a los temas políticos nunca tuvieron la misma carga de sus colegas. El show del Oscar 2025 se emitirá a 200 países de todo el mundo por TV en la noche del 2 de marzo desde el Teatro Dolby de Hollywood en un momento especialmente sensible, porque ya Donald Trump estará en pleno ejercicio (asumirá el 20 de enero) de su segundo mandato presidencial, además de tener a la inmensa mayoría de la comunidad hollywoodense entre sus enemigos. La Academia de Hollywood tuvo especialmente en cuenta este dato en la evaluación y la designación del anfitrión del próximo show.

Todo el mundo descuenta que no faltarán alusiones a Trump (un presidente que al mismo tiempo es una celebridad) y a la nueva agenda política estadounidense tanto en el monólogo inicial como en las posteriores intervenciones de O’Brien en el escenario del Oscar el próximo 2 de marzo. Pero al mismo tiempo sabemos (y todo Hollywood también) que el futuro anfitrión prefiere los pasos de comedia improvisados en vivo y la interacción permanente tanto con famosos como con personas anónimas.

Conan O'Brien, el flamante conductor del próximo Oscar, en un momento de la grabación de su programa de viajes en Buenos Aires, donde estuvo hace exactamente un año

El humor burlón con eje en el mundo del espectáculo y sus protagonistas, además de la cultura pop en general, se identifica mucho más con el conductor del enorme mechón pelirrojo que la sátira política. Figuras como Kimmel (quien rechazó la invitación de la Academia a conducir el Oscar por quinta vez), Stewart y Stephen Colbert manejan este último perfil con mayor soltura y contundencia.

Hacia esa dirección nada casual se dirigieron los primeros saludos y comentarios que hicieron algunos de los responsables del Oscar tras el anuncio del nuevo anfitrión. “Es la persona perfecta para ayudarnos a liderar nuestra celebración mundial del cine con su humor brillante, su amor por las películas y su experiencia en la televisión en vivo”, dijeron a través de una declaración conjunta Janet Yang y Bill Kramer, presidenta y director ejecutivo de la Academia de Hollywood, respectivamente. Ambos destacaron la “notable capacidad” que tiene O’Brien para conectarse con el público.

La llegada de Conan O'Brien desmiente todos los rumores que circularon sobre el dúo Ryan Reynolds-Hugh Jackman como posibles anfitriones del Oscar 2025

Raj Kapoor y Katy Mullan, que estarán a cargo de la producción del show de la entrega de premios, también destacaron el talento “ingenioso, carismático y divertido” de Conan para manejar desde el escenario una transmisión televisiva en vivo de grandes dimensiones como la del Oscar. Y el presidente del Disney Television Group (encargado de la transmisión a través de la cadena ABC), habló de O’Brien como una “voz cómica preeminente”, cuyo éxito está marcado por un estilo humorístico y una perspectiva que llevan claramente su sello. Mucho de comedia, poco de política.

El propio O’Brien acompañó el anuncio oficial de la Academia con una aparición en video que lleva su sello de principio a fin. “Estados Unidos lo exigió y ahora está sucediendo: la nueva Cheesy Chalupa Supreme de Taco Bell. En otras noticias, voy a presentar los Oscar”, dice sonriente y aferrando una estatuilla en el puño, aunque su estado de ánimo virará muy rápido hacia la decepción.

Conan O’Brien llegará al Oscar un mes antes de cumplir 62 años. Hace ya un buen tiempo que dejó atrás su larga historia como animador de late night shows y ahora se dedica a un exitoso podcast (Conan O’Brien Needs a Friend) y a un programa de viajes, Conan O’Brien de visita, cuya primera temporada (disponible en la plataforma de streaming Max) incluye un episodio íntegro grabado en la Argentina.