La prensa italiana que lleva años cubriendo al seleccionado en diferentes competencias oficiales se encontró con un dispositivo de seguridad inusual a medida que se llegaba al estadio Bluenergy, la casa de Udinese. Tanto el Ministerio del Interior como la Jefatura de la Policía de Udine establecieron una alerta máxima por la visita de Israel en el contexto de la guerra en Medio Oriente. Se activaron los sistemas antiterroristas. Los alrededores y el espacio público fueron controlados por numerosos policías, helicópteros, drones. “Parece una reunión del G8. Nunca hemos visto una cosa así en Italia por un partido de fútbol”, expresó un veterano cronista del diario La Repubblica. Este ambiente precedió a la goleada 4-1 de Italia, con un penal de Mateo Retegui.

Italia decidió jugar con Israel dentro de sus fronteras, algo que no aceptó Bélgica -otro integrante de la Zona A2- por razones de seguridad cuando hizo de local el 6 de septiembre. Llevó el encuentro a Hungría, país donde Israel ya fue anfitrión contra Italia y Francia. El de este lunes fue el primer cotejo que Israel disputa este año fuera de la neutral Hungría. Desde que comenzó el enfrentamiento armado entre Israel y Hamas el 7 de octubre del año pasado, la selección jugó en Kosovo y Andorra en noviembre pasado.

Davide Frattesi, autor de un gol, cubre la pelota ante Dolev Haziza

En el centro de Udine hubo una manifestación en favor de Palestina que congregó a 1500 personas, sin que se produjeran incidentes. El clima especial que antecedía al encuentro por la cuarta fecha de la Nations League conspiró contra una buena asistencia. En un estadio que tras las remodelaciones tiene capacidad para 25.000 espectadores y siempre se completó cuando jugó Italia, para asistir al triunfo sobre Israel solo hubo poco más de 10.000 personas. “La gente tenía miedo”, agregaron los medios locales.

Dentro del estadio, la recepción para la delegación israelí fue respetuosa. Hubo aplausos para el anuncio por los altavoces de la alineación visitante. Y durante la ejecución de los himnos, los aplausos taparon algunos silbidos. Salvo una bandera con la inscripción Pace (paz), en las tribunas no se registraron otras manifestaciones.

Lo más destacado de Italia 4 – Israel 1

En lo futbolístico, Italia fue superior en todo momento. La goleada pudo ser más amplia. En esta competencia, Israel tenía un promedio de recibir un gol cada 30 minutos. Su vulnerabilidad se profundizó contra la Azzurra, si bien la apertura del marcador se demoró, en buen medida porque Retegui estuvo impreciso en varias definiciones. Seguido desde la tribuna por su padre Carlos, que llegó desde Atalanta, Mateo dispuso de cuatro oportunidades antes de convertir el penal. Un cabezazo de pique al piso se le fue desviado, dos definiciones se las tapó el arquero Omri Glazer, que disputa la Champions League con Estrella Roja de Belgrado, y con un remate defectuoso no aprovechó una entrada por el segundo palo.

Retegui estaba cerca del gol y lo encontró tras la falta que recibió Sandro Tonali -el talentoso volante se está reinsertando en el seleccionado tras la sanción que recibió por participar en apuestas deportivas- dentro del área. El ex-Boca y Tigre lo ejecutó con la precisión y categoría que no había tenido en las anteriores situaciones. Su derechazo entró por el ángulo. Un gran acierto, para dejar atrás el penal que venía de fallar en Atalanta. Segundo gol en la Nations League -venía de marcarle a Bélgica- y el sexto en 16 cotejos desde que debutó en la Azzurra en marzo de 2023 con un festejo frente a Inglaterra. Desde su presentación, solo Davide Frattesi, autor del tercero, marcó más goles que Retegui en la Nazionale.

La titularidad de Retegui en el seleccionado se ve favorecida por la larga recuperación de una lesión que está cumpliendo Gianluca Scamacca, delantero de Atalanta, adonde también llegó el nacido en San Fernando desde Genoa para cubrir el puesto. En la segunda etapa, Retegui quedó un poco más desconectado de los movimientos ofensivos. Los goles fueron de jugadores que llegaban desde posiciones más retrasadas: dos del defensor Giovanni Di Lorenzo y uno de Frattesi.

Sin misterio en cuanto al resultado, el encuentro dejó un par de apuntes individuales. Gianluigi Donnarumma, arquero titular de Italia desde que tenía 17 años, fue al banco. Atajó Guglielmo Vicario, que solo tenía dos cotejos amistosos como antecedente. En su primer partido oficial, el arquero de Tottenham recibió un gol de un rival que casi no atacó. Y encima fue por un error suyo, al encimarse con un adversario en un córner que terminó siendo gol olímpico. Pidió foul, pero el VAR comprobó que la acción había sido lícita. Floja presentación.

El otro dato de la jornada conecta con la historia de Italia. Por primera vez, una tercera generación de una familia integra la selección. Debutó el delantero Daniel Maldini, hijo de Paolo, presente en la tribuna junto a su esposa, y nieto de Cesare. De 23 años y 1,81 m de altura, el delantero de Monza, y formado en las inferiores de Milan, ingresó a los 28 minutos del segundo tiempo y estuvo cerca del gol con un remate que salió desviado.