Pamela Anderson disfruta un merecido renacimiento profesional gracias a su papel protagonista en la película The Last Showgirl. La actriz, conocida mundialmente por su participación en Baywatch (Guardianes de la Bahía), es elogiada por la profundidad y vulnerabilidad que aporta al personaje de Shelly, una bailarina de Las Vegas que enfrenta el ocaso de su carrera mientras intenta reparar la relación con su hija.
No obstante, el camino hacia el filme que la llevaría a obtener su primera nominación a los Globos de Oro tuvo un inesperado obstaculo que casi cambia las cosas.
La historia de cómo Anderson llegó a interpretar a Shelly en The Last Showgirl empieza con un rechazo rotundo. En una entrevista con Variety publicada el viernes, la actriz reveló que su entonces representante había descartado el proyecto sin siquiera consultarle.
“Él tiró el guión a la basura en menos de una hora y nunca me llamó”, relató Anderson. “Ese no era un agente. Era solo alguien que me traía trabajo por dinero”.
Por fortuna, Gia Coppola, directora del filme y nieta del cineasta Francis Ford Coppola, no se dio por vencida. Decidida a que Anderson interpretara a Shelly, la cineasta se comunicó con Brandon Lee, hijo de la actriz y productor del documental Pamela, A Love Story.
Lee recibió el guión y lo llevó a su madre. “Recuerdo salir de mi jardín, recibir un mensaje de Brandon, sentarme frente a mi computadora y leerlo. Y pensé: ‘Es esto’”, recordó Anderson. “Nunca antes había tenido esa sensación”.
El papel perfecto en el momento indicado
La conexión entre Anderson y Shelly fue instantánea. “Era mi oportunidad de volcar toda mi experiencia en algo: una mujer tan bien escrita, completa, imperfecta, interesante, compleja. Era simplemente una pieza de trabajo impresionante”, dijo Pamela a Variety.
Kate Gersten, escritora del guión, también vio en Anderson la elección ideal para el papel. “Ella tenía esa apertura, esa vulnerabilidad y ese asombro que Shelly tiene. Estas dos mujeres realmente se sentían alineadas de muchas maneras”, explicó la creativa.
La historia, inspirada en la experiencia de Gersten como bailarina y escritora, ofrece una mirada humana a la vida de las bailarinas exóticas que suelen ser objetificadas en otras narrativas. “Vi esta historia como el relato del desempleo en Estados Unidos… sobre envejecer como mujer”, comentó.
La película se rodó en 2023 con un presupuesto reducido de menos de 2 millones de dólares y en tan solo 18 días. Anderson, quien había terminado recientemente una participación en Broadway como Roxy en Chicago, conservó la misma perspectiva para el largometraje.
“Se sentía como una obra de teatro para mí”, dijo a Variety. “Y sentí que debía abordarlo como lo haría con una obra”.
Desde su estreno limitado en 2024, The Last Showgirl ha sido aclamada por la crítica, y Anderson ha recibido nominaciones a los Golden Globes, los SAG Awards y los Gotham Awards por su interpretación. Este reconocimiento marca un giro significativo en su carrera, que anteriormente había estado más asociada a su imagen que a su talento.
La actriz también cree que estas nominaciones son su “mejor revancha” tras haber sido ignorada en el pasado. “Estoy siendo vista y reconocida por mi trabajo y no por esos momentos escandalosos”, dijo en referencia a la serie de Hulu Pam & Tommy, que abordó la controversia de sus sextapes.
“No le doy muchas vueltas, pero fue algo extraño elegir un momento terrible de mi vida y convertirlo en entretenimiento”, explicó en el programa Andy Cohen Live de Sirius XM.
Anderson reafirmó que no fue consultada para dicha ficción y se sintió lastimada por ello. “Creo que éticamente es ilegal, pero también sé cómo es el juego. Recuerdo que hace mucho tiempo me decían que uno es propiedad pública y no tiene derecho a la intimidad. Lo recuerdo”, añadió.