Luciano Castro en CAER (y levantarse) apuesta por primera vez al unipersonal

Luciano Castro conversó con Teleshow acerca de su unipersonal, que está presentando en la ciudad de Mar del Plata: “Tenía que probarlo, tenía que enfrentarme a algo diferente y, sobre todo, a mí mismo”, confiesa el actor al hablar de su reciente incursión en el teatro under. Para el actor, acostumbrado a grandes producciones televisivas y escenarios con miles de espectadores, presentarse en una sala íntima con apenas 80 butacas ha sido un desafío tanto profesional como personal. “Es una experiencia completamente distinta. Es el público, la obra y yo. Es crudo y eso te pone a prueba de una manera que nunca había vivido antes”.
A sus 50 años, Castro reconoce que esta obra le permitió reencontrarse con el arte desde un lugar más auténtico. Pero no fue fácil. “Muchas veces uno se cae y la gente a tu alrededor te dice ‘vamos, sos el mejor’, pero nadie realmente te levanta del piso”, señala. “Tenía que comprobar si era capaz de hacerlo por mí mismo”.

Luciano Castro además de actuar disfruta de las playas de Mar del Plata

Bajo la dirección y apoyo de Mey Scápola, el actor dio vida a un proyecto que lo llevó a explorar terrenos desconocidos. “Esto no se trata de fama o popularidad. Es algo que necesitaba hacer como actor, como artista”, confiesa a Teleshow.

Para alguien con una carrera consolidada en la televisión y el cine, donde los reflectores siempre apuntan con intensidad, dar un paso hacia el unipersonal puede parecer un giro inesperado. Pero para Luciano Castro, este proyecto representaba un desafío personal, un salto hacia lo desconocido que lo obligó a enfrentarse a sus propios límites como actor. “Quería hacer algo distinto, algo que me sacara de la zona de confort” aclara Castro.

Luciano Castro en CAER (y levantarse) y Mey Scápola quien lo convenció para que haga el unipersonal

La obra, que comenzó como una serie de ideas sueltas que rondaban en su cabeza, necesitó casi nueve meses de desarrollo para cobrar forma. Durante este tiempo, Castro trabajó codo a codo con el equipo creativo, especialmente con Scápola, quien no solo lo ayudó a materializar sus pensamientos, sino que también lo motivó a dar este paso audaz. “Mey me estimuló muchísimo. Ella me alentó a no tener miedo de probarme a mí mismo en un espacio más íntimo, donde no hay lugar para esconderse”, comenta el actor con admiración a Teleshow.

La experiencia en un escenario más pequeño, con apenas 80 personas en el público, ha sido transformadora para Castro. “Es algo completamente diferente a lo que había hecho antes. Es brutal en el mejor sentido de la palabra: es directo, sin filtros. No hay cámaras ni ediciones. Solo estás vos y el público. Si estás bien, lo sienten, y si estás mal, también”, reflexiona.

Luciano Castro reconoce que la posibilidad de trabajar en Mar del Plata es ideal, combina placer y compromiso laboral

Con esta obra, Luciano Castro no solo quiso mostrar una nueva faceta de sí mismo, sino también explorar cómo su popularidad como figura pública se transformaba en un contexto más reducido. “Sé que soy popular, pero aquí no importa cuántos seguidores tengas o cuántas novelas hiciste. Es algo mucho más real y, por eso mismo, mucho más desafiante”, asegura con seguridad.

Luciano Castro en CAER (y levantarse) un texto que venía armando en su cabeza y en algunas anotaciones

Aunque Luciano Castro es reconocido por su seguridad y carisma frente a las cámaras, este nuevo proyecto no estuvo exento de temores. “Claro que sentí miedo, mucho miedo. Pero es un miedo que no paraliza, sino que te empuja a hacerlo”, confiesa el actor.
Ese miedo no solo surgía de la intimidad del escenario, sino también de enfrentarse al juicio directo del público. “Cuando estás en una obra así, tan cerca de las personas, no hay escapatoria. Todo lo que haces se ve, se siente. Si algo no funciona, lo sabes al instante. Y eso te obliga a ser completamente honesto como actor”, comenta.

A lo largo del proceso, Castro reflexionó mucho sobre la idea de la vulnerabilidad, tanto en su carrera como en su vida personal. “Me di cuenta de que muchas veces uno se cae y la gente que está a tu alrededor te anima, te dice ‘sos el mejor’, pero nadie realmente te levanta del piso. Esa parte la tenés que hacer solo. Y eso aplica a todo: el trabajo, las relaciones, la vida misma”, afirma con un tono introspectivo.

Luciano Castro siente hoy está asumiendo un compromiso fuerte en lo actoral

Este aprendizaje, según el actor, ha sido uno de los regalos más valiosos de esta experiencia. A sus 50 años, asegura que este proyecto llegó en el momento justo, cuando necesitaba probarse a sí mismo. “No es fácil caer y levantarse, pero ahí es donde realmente creces. Por más que tengas miedo, si no das el paso nunca sabrás de lo que sos capaz”, asegura.

Con estas reflexiones en mente, Castro comenzó a valorar la importancia de enfrentarse a lo desconocido, incluso cuando el éxito no está garantizado. “Para mí, esta obra no se trata de ganar aplausos o llenar salas enormes. Es algo mucho más íntimo, algo que necesitaba hacer por mí mismo, para mi crecimiento como actor y como persona”, concluye.

Luciano Castro en CAER (y levantarse), su debut en su propio unipersonal

Aunque la actuación de Luciano Castro es el corazón de esta obra, el actor no duda en resaltar el papel fundamental que jugó el equipo creativo en todo el proceso. Desde el principio, Mey Scápola fue una pieza clave no solo en la conceptualización de la obra, sino también como una fuente constante de motivación y apoyo. “Mey fue mucho más que una colega en este proyecto. Fue una especie de mentora. Ella creyó en mí incluso cuando yo dudaba. Me decía: ‘Dale, probalo, no te quedes en lo que ya conocés’”, cuenta Castro con admiración.

Luciano también disfruta su estadía en Mar del Plata con sus hijos y amigos

La obra también destaca por su cuidada puesta en escena, algo que no pasó desapercibido para el actor. “El trabajo de iluminación, vestuario, fotografía y producción es impecable. Cada detalle está pensado para acompañar la historia que queremos contar. Es un trabajo en equipo que se nota en cada función”, explica.

Para Castro, acostumbrado a grandes producciones, este nivel de detalle en un formato más reducido fue una grata sorpresa. “La cercanía con el público hace que cada elemento cuente, que cada decisión importe. No hay margen para errores”, reflexiona.

Luciano Castro CAER (y levantarse) con dirección de Mey Scápola

El resultado es una obra que combina simplicidad y profundidad, donde cada miembro del equipo dejó su huella. Para Castro, este proyecto no solo significó un desafío personal, sino también una reafirmación de la importancia de rodearse de personas que te inspiren a ser mejor. “No podría haberlo hecho sin ellos. Cada uno fue parte esencial de esta experiencia. Es algo que jamás voy a olvidar”, concluye emocionado.

Tras el estreno de esta obra, Luciano Castro asegura que el teatro ha ganado un nuevo lugar en su vida profesional. Aunque no planea abandonar la televisión o el cine, el actor confiesa que esta experiencia lo ha llevado a replantearse sus prioridades y explorar nuevas posibilidades artísticas. “Esto es solo el comienzo. Ahora quiero ver hasta dónde puedo llegar en este formato, qué otras historias puedo contar desde un lugar más íntimo”, afirma.

Luciano Castro se siente feliz con la posibilidad de hacer este unipersonal

El impacto personal y profesional de este proyecto ha sido tan profundo que Castro ya está pensando en llevar la obra a otras ciudades, incluso en ampliar su recorrido por salas independientes de Buenos Aires. “Me gustaría que más personas pudieran vivir esta experiencia. No importa si es en una sala under o en un espacio más grande, lo importante es que lo que estamos haciendo llegue a la gente de una forma auténtica”, asegura.

Cada función es distinta porque la energía cambia, y eso me obliga a estar siempre presente. Esa sensación es algo que quiero seguir explorando”, reflexiona.

Luciano Castro en CAER (y levantarse) que se presenta en Chauvin Centro de Creación en Mar del Plata

Luciano Castro se prepara para una nueva etapa en su carrera, una que lo motive a seguir creciendo y reinventándose. “A los 50 años, siento que aún tengo mucho por aprender y mucho por dar. Este es solo un capítulo más, pero definitivamente uno que me marcó profundamente”, concluye con determinación.

Fotos de @christian_heit

Ficha de la obra:

LUCIANO CASTRO en CAER (y levantarse)

Junior, un boxeador, detenido en una penitenciaría de la Costa Argentina, la noche previa a recibir su sentencia.

En las vísperas del veredicto, Junior, de manera confesional, abrirá su corazón frente a los espectadores compartiendo los claro-oscuros de su vida.

DIRECCIÓN: MEY SCÁPOLA
AUTORES: PATRICIO ABADI, NACHO CIATTI
IDEA ORIGINAL: LUCIANO CASTRO-MEY SCÁPOLA

ESCENOGRAFÍA: GONZALO CÓRDOBA ESTÉVEZ

REALIZACIÓN ESCENOGRÁFICA: Juan Manuel Aristegui y Grisel Nardi

ILUMINACIÓN: MATÍAS SENDÓN

FOTOGRAFÍA: ALEJANDRA LÓPEZ

MAQUILLAJE: CELESTE DUNAN

DISEÑO GRÁFICO: LUCILA GEJTMAN
MÚSICA y DISEÑO SONORO: NICOLÁS BARI, MATÍAS NIEBUR

ASISTENCIA DE DIRECCIÓN Y PRODUCCIÓN: NACHO CIATTI

PARTICIPACIONES ESPECIALES (off’s): OSVALDO PRINCIPI, RODOLFO BARILI, EMMA GARCÍA TORRECILLA.
PRODUCCIÓN GENERAL: LUCIANO CASTRO – MEY SCÁPOLA