A las puertas. Con merecimientos parejos, pero con más goles del otro lado que del propio. Amargo sabor tuvo para Lanús el desenlace de su semifinal de Copa Sudamericana frente a Cruzeiro, por una muy buen tarea en Belo Horizonte y una correcta en La Fortaleza, donde terminó cayendo por 1 a 0 y despidiéndose del anhelo de volver a una final internacional, de ésas que de tanto en tanto se da el gusto de protagonizar.
No ocurrirá esta vez, a pesar de que parecía cerca. La localía y el entusiasmo de aquella entusiasmante producción en suelo brasileño le asignaban buenas chances de ser el primer finalista, pero Cruzeiro hizo los goles que el conjunto granate no consiguió y será el adversario de Racing o de Corinthians, que definirán este jueves en Avellaneda la otra semifinal, después de un 2-2 en San Pablo. El desenlace del certamen tendrá lugar el sábado 23 de noviembre, en Asunción, Paraguay. Más específicamente en La Nueva Olla, el estadio de Cerro Porteño.
Sufrió Lanús en el desquite de su serie. Imposible no hacerlo, teniendo enfrente a un club brasileño y luego de un positivo 1-1 en Brasil. El primer tiempo, de hecho, concluyó con el gol en el momento más doloroso: la última acción antes del saque de salida en el que pitó el árbitro Juan Gabriel Benítez, de Paraguay. La bronca granate se expresó en el pelotazo a la nada, pura bronca, de Julio Soler tras escuchar el silbato, en el reclamo de Carlos Izquierdoz de que agregara tiempo el referí, a pesar de que faltaba toda la segunda mitad.
Había sido correcta la producción del local en ese tramo. Teniendo menos la pelota (34%), es cierto, pero produciendo las mejores ocasiones –salvo el tanto, claro–. A los 3 minutos Marcelino Moreno anotó un golazo con una emboquillada de cachetada… pero había partido adelantado. A los 25, Ramiro Carrera armó una estupenda jugada, pero remató débil, y otro tiro llegó al arco de Cássio al minuto siguiente. Lo más nítido tuvo lugar a los 30, cuando un lúcido y preciso Carrera efectuó un pase cortado y pinchado para dejar mano a mano con el arquero a Luciano Boggio y el uruguayo disparó muy fuerte, pero encontró una respuesta brillante de Cássio. También generó un grito de “gooo… ¡uh!”, con un largo y fuerte tiro de Moreno al travesaño a los 37.
¡¡NO SUMA EL GOLAZO DE LANÚS!! ¡LO QUE HACÍA MARCELINO MORENO!
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Lanús atacó, pero con mucho control, sin desesperación, y muchas veces eligió saltear líneas con pelotazos para habilitar a alguien entre la defensa y el arquero. Cruzeiro tampoco apareció nervioso ni demasiado cauto. Fue un desarrollo de estudio, con acciones ofensivas bien elaboradas. Antes del tanto, también el cuadro brasileño habría estrellado una pelota en un palo, pero uno de los verticales, enviada por Matheus Pereira a los 42. Ésa fue la primera maniobra a fondo del visitante; tres minutos después, la amenaza pasó a los actos.
A los 45, Gabriel Verón arremetió con buena técnica por la derecha y su definición dio en Nahuel Losada; el rebote fue a Kaio Jorge, sin el arquero delante, pero su tiro pegó en un defensor, y un segundo rebote quedó para el mismo delantero, que entonces sí resolvió bien: 1-0 para Cruzeiro.
¡GOL DE CRUZEIRO! Error de Lanús y GOL de Kaio Jorge para el 1-0 en la CONMEBOL #Sudamericana.
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La segunda mitad fue más de lo mismo, pero con Lanús más volcado hacia adelante y su oponente más peligroso en las réplicas. Creció la ansiedad en el local, mientras el conjunto de Belo Horizonte aparecía bien plantado y casi nunca se veía desbordado. El granate fue cayendo en el apuro lógico del apremio por el reloj y no encontró la forma de penetrar un bloque blanco compacto, que tuvo templanza.
Compacto de Lanús 0 vs. Fortaleza 1
Después de la conquista de la Copa Conmebol en 1996 y la de la Sudamericana en 2013, Lanús reapareció en finales internacionales cuando accedió a la de la Libertadores en 2017 (derrota a manos de Grêmio) y a la de la Sudamericana en 2020 (caída contra Defensa y Justicia). Ahora tuvo a mano el pase al último encuentro de la Sudamericana 2024. No será un consuelo: dio la cara en la serie y hasta superó en buena parte de ella a Cruzeiro, pero para el público que pobló en buen número La Fortaleza la esperanza no tendrá el final feliz que permitía proyectar.