CLARKSTON, Georgia.- “¿Qué espero esta noche de la aparición de Barack Obama con Kamala Harris? Qué él le pueda transferir algo de la mística de 2008, ¡por favor!”, exclama Veronica Wright, una empleada universitaria de 42 años que está entre los 23.000 asistentes al primer mitin conjunto del expresidente y la candidata demócrata, en plena recta final de la campaña en Estados Unidos.

Tras un discurso de Obama que cautivó al público, Harris apareció en el escenario del estadio escolar de fútbol americano, en Clarkston, a las 19.53, en medio de un fervor que alcanzó el summum cuando se fundieron en un abrazo. “¡Sí, podemos!”, coreaba la multitud, el lema de la campaña de Obama que lo catapultó a la Casa Blanca, en 2008.

Segundos antes, el expresidente -que se involucró físicamente en la campaña para apuntalar a Harris en los estados decisivos, como este jueves en Georgia– en el cierre de su discurso le dijo a la multitud que tenía una “buena noticia” para dar. “Tenemos una candidata por quien votar en estas elecciones, que demostró carácter, y que deja el país mejor de lo que lo encontró. De eso se trata esta elección. Y por eso es mi honor presentar a mi amiga, la próxima presidenta de Estados Unidos: ¡Kamala Harris!”. La multitud explotó.

Veronica Wright en el mitin de Kamala Harris y Barak Obama en Clarkston, Georgia

“Es mi primera vez en un acto de campaña y estoy muy emocionado de poder ver y escuchar a Obama… ah, ¡y también a Kamala!”, había dicho antes de los discursos Justin Burns, un afroamericano de 32 años de los suburbios de Atlanta. Una muestra del magnetismo que aún genera el exmandatario, la carta fuerte de los demócratas para intentar destrabar la paridad en las encuestas entre Harris y su rival, Donald Trump.

“Mi esperanza es que Kamala gane, pero no hay que aflojar y tenemos que convencer a cada persona que conocemos para que salga a votar”, señaló Burns, quien no pierde la oportunidad de hacerse una selfie con Obama de fondo.

Justin Burns, en el mitin de Kamala Harris y Barack Obama en Clarkston, Georgia

Muchos de los 23.000 asistentes –la mayor convocatoria de Harris en lo que va de campaña, según informó su propio equipo- sintieron más motivación para ir hasta Clarkston, 35 kilómetros al este de Atlanta, por la presencia de Obama.

Joanne Steven, de Cleveland, en Ohio, viajó especialmente hasta la capital de Georgia para el evento. “Es muy emocionante, es la primera vez que veré a Obama en vivo”, dice. Está junto a una amiga, Mimi Mathis, que vive en Atlanta.

Joanne Steven y Mimi Mathis, en el mitin de Kamala Harris y Barack Obama en Clarkston

“Es una elección muy, muy importante. Creo que la democracia de este país está en riesgo si ganara Trump”, advierte Mathis. “Mis amigas y yo estamos muy nerviosas por lo que vemos en las encuestas, pero todavía estamos esperanzadas, hasta el final”, agrega. Los sondeos muestran una disputa muy cerrada en los estados pendulares que definirán la elección, y la moneda podría caer para cualquier lado.

La familia Nicholson en pleno, de Sandy Springs, al norte de Atlanta, tampoco quiso perder la oportunidad de ver a Obama y a Harris. “Trump es un idiota, es un riesgo para la democracia. Fue un shock cuando Hillary Clinton perdió [en 2016] y no podemos permitir que eso vuelva pasar”, dijo Robert, de 51 años.

La familia Nicholson, en el mitin de Kamala Harris y Barack Obama en Clarkston

En su discurso, Harris intentó retomar el legado de Obama que sobrevolaba el ambiente. “Millones de norteamericanos se sintieron motivados e inspirados no sólo por su mensaje, sino por su forma de dirigir: buscando unirnos en lugar de separarnos”, recordó, que también dedicó pasajes de su discurso a movilizar a los votantes afroamericanos en los suburbios de Atlanta, una zona simbólica de Georgia y con un fuerte peso electoral para los demócratas. “¡Si luchamos, ganamos!”, alentó. Y no perdió la oportunidad de apuntar sus dardos contra Trump, al advertir que “las consecuencias de que vuelva a ser presidente son brutalmente graves”.

Una curiosidad que llamó la atención: a partir de la mitad del discurso de la vicepresidenta, de unos 25 minutos, muchos de los asistentes empezaron a dejar sus lugares para dirigirse a las salidas. Para cuando Harris terminó –Obama volvió al escenario para levantar los brazos junto a ella-, miles ya habían partido y dejado despobladas las dos tribunas laterales del estadio. Muchos habían esperado varias horas bajo el sol. También hubo varias quejas por el sonido durante los discursos, que se escuchaban con volumen bajo

Unas 23.000 personas asistieron al mitin de Kamala Harris y Barack Obama en Clarkston

Antes de la aparición en escena de la dupla demócrata, el día había tenido otra presencia estelar: la estrella de rock Bruce Springsteen, que interpretó tres canciones con guitarra y armónica. El cantante y compositor ha tenido una presencia habitual en los últimos días de campañas presidenciales anteriores, al aprovechar su popularidad para movilizar a los votantes.

“Quiero un presidente que venere la Constitución, que no amenace, sino que quiera proteger y guiar nuestra gran democracia. Que genere una economía para la clase media y que pelee por los derechos de las mujeres a elegir”, dijo Springsteen a los asistentes. “Hay una sola candidata en estas elecciones que cumple con esos principios: ¡Kamala Harris!”, arengó.

La presencia de Harris en compañía de más estrellas sigue esta misma noche en Houston, Texas, donde está programado que aparezca con Beyoncé, una de las músicas más populares del mundo. El sábado, será el turno de la ex primera dama Michelle Obama en un mitin en Kalamazoo, Michigan.