La primera edición de la historia de Eurovisión Junior celebrada en España ha culminado con sorpresa. Georgia se ha impuesto a las grandes favoritas de la noche con una impecable actuación que ha conquistado al jurado europeo y le ha valido para hacerse con la victoria en el certamen europeo.
Andria Putkaradze se ha convertido en ganador de la 22ª edición del concurso gracias a su propuesta, To my mum, una balada intimista y muy emotiva que ha cautivado al jurado, que le ha otorgado 180 puntos. Los 68 puntos que le ha dado el televoto han sido suficientes para mantenerse en la primera posición y alzarse con el triunfo. Con su victoria, Georgia se convierte en el país que más veces ha ganado el certamen europeo infantil, anotando un total de cuatro y superando a Francia en el ranking.
España también soñaba con ganar en casa en un año muy especial para la delegación española, pues es la primera vez que este país acoge el festival infantil y, además, se cumplen 20 años de la victoria de María Isabel en el certamen. Sin embargo, finalmente se ha tenido que conformar con una sexta posición que sabe a triunfo.
Chloe DelaRosa ha hecho vibrar al público de la Caja Mágica y ha demostrado que lo tiene todo para convertirse en una ‘cantista’ internacional. Con un show colorido, dinámico e innovador, la representante de España ha materializado su particular homenaje a Lola Flores y ha sido la mejor anfitriona de este evento.
Chloe DeLaRosa participa en representación de España en Eurovisión Junior, ella se considera una gran fan de Rosalía y como menciona su canción "quiere ser la MOTOMAMI de su barrio".
Puedes votarla para su triunfo gratuitamente en el siguiente enlace 🇪🇸https://t.co/QClksgk6MZ pic.twitter.com/CWHzlRe6jM
— MOTOMAMI TOUR (@MOTOMAMlTOUR) November 15, 2024
Una gala a la altura
Al asumir la organización de Eurovisión Junior por primera vez en la historia, RTVE se enfrentaba al gran reto de demostrar su capacidad para acoger el mayor evento televisivo internacional. Y, sin duda, la cadena pública ha estado a la altura con una gala propia de cualquier gran ente europeo.
La impecable realización, el original escenario y el brillante papel de Melani García y Ruth Lorenzo como maestras de ceremonias —con un Marc Clotet algo más descafeinado— han sido los pilares de una velada que ha sido disfrutada en directo por más de 5.000 personas. Entre esos asistentes ha habido numerosas familias españolas y de otros países, pese a los prohibitivos precios de las entradas fijados este año por la UER.
La emoción ha estado presente desde el primer momento con un espectacular opening protagonizado por Zoe Clauzure, ganadora de Eurovisión Junior 2023, Sandra Valero, representante de España en esa edición, y María Isabel, ganadora en 2004 representando a España. Zoe y Sandra han entonado el tema Time to bloom para dar paso al tradicional desfile de banderas en el que los 17 participantes han ido apareciendo en el escenario. Finalmente, María Isabel hace su aparición estelar para sumarse a la canción, aunque los más nostálgicos se han quedado con las ganas de escuchar algún guiño a Antes muerta que sencilla.
Como no podía ser de otra manera, la gala ha comenzado con una mención por parte de los presentadores a la catástrofe de la DANA que ha asolado Valencia, mientras que la propia Melani ha agradecido “como valenciana” el apoyo internacional que se está brindando a la comunidad autónoma tras esta tragedia.
Las 17 actuaciones
Tras la introducción, los presentadores daban paso a las actuaciones, desvelándose así la primera de las tradicionales postales que preceden a cada país. Este año, esos vídeos de 40 segundos introducen una innovación tecnológica para fusionar realidad y metaverso con un enfoque “especialmente pensado para el público infantil”, según ha adelantado RTVE.
Sin embargo, tanto en las postales como en todas las propuestas escénicas de esta edición destaca un notable uso de la Inteligencia Artificial, legitimando el uso de este recurso que causa controversia y que ha abierto el debate sobre la sustitución del trabajo de artistas reales por la tecnología.
Italia ha sido el país encargado de inaugurar las actuaciones con la peculiar Pigiama Party de Simone. El cantante y sus bailarines han ofrecido un show con pijamas de neón, una cama elástica, mucho baile y unos vocals impecables que han sido la mejor carta de presentación del concurso.
España ha actuado en décimo lugar con una colorida propuesta que destaca sobre el resto y que contrasta con su predecesora, Georgia, que ha ofrecido una de las actuaciones más emotivas e intimistas de la noche. También emotiva ha sido la actuación encargada de cerrar la competición, el Stilla Ċkejkna del maltés Ramires Sciberras.
Otro de los momentos más destacados de la noche ha sido el espectacular interval show protagonizado por Abraham Mateo. El gaditano ha vuelto a demostrar por qué está considerado uno de los mejores artistas masculinos de España con una brillante nueva versión de su Maníaca, que a su vez es un cover del clásico de Michael Sembello.
Abraham comienza su actuación cantando el estribillo de la canción junto a una bailarina y un coro gospel, un momento en el que el cantante demuestra su indudable talento vocal. Posteriormente, el escenario se convierte en una pista de baile en la que el artista invitado y sus bailarines han deleitado al público europeo.
Abucheos y un criticado ‘scoreboard’
Las principales críticas de la noche han ido dirigidas, una vez más, a la UER. La figura del productor Martin Österdahl al frente del certamen genera cada vez más suspicacias y su aparición en la final de Eurovisión 2024 estuvo acompañada de un ensordecedor abucheo. La escena se repetía este viernes en el ensayo general del Junior, en el que por primera vez el supervisor ejecutivo no estuvo presente en el recinto, sino que conectó desde una sala indeterminada. Finalmente, no ha hecho aparición en la gala de este sábado.
Tampoco ha gustado el cambio introducido por la organización para acortar la duración de la gala. Y es que se ha modificado el tradicional scoreboard durante el reparto de puntos, mostrando todos los países que han recibido puntos desde el 1 hasta el 10. Este nuevo sistema resulta complicado de entender y visualmente desordenado, dificultando el seguimiento de qué países se imponen durante la votación del jurado. Finalmente, los portavoces de cada país han dado sus 12 puntos en apenas seis minutos.
Para el reparto de puntos del televoto, la tabla ya se ha podido ver con el formato tradicional, ordenada de mayor a menor y comenzando a desvelar los votos recibidos por el país que provisionalmente ocupaba el último lugar de la clasificación.