CÓRDOBA.- El estadio mundialista Mario Kempes en la ciudad de Córdoba se prepara para recibir el tercer show en la Argentina de Paul McCartney en el marco de su “Got back tour”. El miércoles 23 será también la segunda vez del exBeatle en este escenario, donde en 2016 arrancó su visita al país con su memorable “hola, culiados”. Cuando salga de su camarín rumbo al encuentro del público verá de frente el rostro de Mario Alberto Kempes gritando un gol y a los pocos pasos se topará con los de Julián Álvarez, Paulo Dybala, Cristian Romero y Nahuel Molina, todos integrantes de cordobeses de la Selección argentina pintados en murales.

Ya está “entelado” el camarín que usará McCartney. Lo que coma y tome lo gestionará directamente su equipo. “No hay anécdotas para contar”, dice José Palazzo, promotor local del show, quien inmediatamente agrega riéndose “capaz haya hamburguesas de pasto”. La referencia es, obviamente, a los 30 años que lleva el músico siendo vegetariano. Los vestuarios listos solo tienen -por ahora- agua y gas: “todo el resto, cocina, ingredientes, chef” viene con ellos.

Paul McCartney en River: el momento más emotivo, la canción que tocó por primera vez y la sentida dedicatoria a su esposa Nancy

Mc Cartney llegará el martes por la noche a Córdoba en su avión privado desde Brasil. Horas antes lo habrán hecho 22 camiones con grúas, sonido, pirotecnia y algunos equipos. Ayer se avanzó en el montaje de la estructura del escenario en la que trabajaron 64 personas. Con una boca de 24 metros de largo (82 metros en total) y 19 metros de profundidad, es el más grande que se haya armado en esta ciudad.

El martes próximo, cuando lleguen los camiones, habrá 290 personas afectadas a las tareas. Los tres mejores especialistas en loading de la Argentina son los que los guiarán a partir de un plano diseñado para ordenar las descargas. El cover field que cubrirá el pasto del estadio es el mismo que se usó en River Plate y se extenderá la tarde anterior al show. Otras cien personas se encargarán de hacerlo, entre ellas los acomodadores que colocarán las 7000 sillas numeradas. Cada uno pondrá las de su sector para “familiarizarse” y no demorar al público el miércoles.

En el montaje de la estructura del escenario de Paul McCartney ayer trabajaron 64 personas en Córdoba

El Kempes estará habilitado para 42.000 personas; quedan para vender unas 2000 entradas. Por primera vez en los espectáculos que se realizaron, el de McCartney tiene las plateas bajas numeradas. El escenario quedará de espaldas a la popular norte, la Daniel Willington.

Como ya adelantó LA NACIÓN, toda la energía que se utilice para el recital será renovable. Por una alianza entre En Vivo Producciones, el Ministerio de Infraestructura y las agencias Córdoba Deportes y Córdoba Cultura, se empleará biodiésel al ciento por ciento, B100%, producido en esta provincia con aceite usado. No habrá ningún componente fósil en la generación.

Hay 11 generados instalados (de 110Kw y de 220 Kw), alimentados a B100%, de los que sale una alfombra de cables que va a alimentar todos los equipos en el escenario. También se recuperarán los residuos reciclables y compostables. “Evento responsable”, apunta Palazzo.

El productor musical José Palazzo, atento al armado y la previa del recital de Paul McCartney en Córdoba

Alrededor de los accesos internos del estadio están armados los contenedores que funcionan como oficinas, almacenaje y centro de la “mesa de emergencia” tanto del equipo local como de la producción de McCartney. “Es la ubicación que permite un acceso rápido al campo de juego y, además, ya está el diseño de dónde reunirse con Defensa Civil, Bomberos o médicos si sucediera algo”, explica el cordobés creador del Cosquín Rock.

La felicidad de Charly

“No lo puedo creer, felicidad total”, repite a este diario al repasar que le quedarán en su haber los dos shows de McCartney y el de Ringo Starr en 2013, en el estadio Orfeo. Amigo personal de Charly García no cree que esta vez venga a Córdoba: “Lo vio en River. Pero para mí será imborrable el recuerdo de 2016, cuando vino”.

Precisa que entonces logró arreglar con el staff del inglés para que conociera a Charly: “Cuando entra nos mira a nosotros, lo ve a Charly y le dice: ‘Charly, qué bueno que viniste’. Charly se acercó y el tipo lo abraza, le dice unas cosas al oído y después se sacan una foto”. Asegura que el argentino quedó fascinado porque es uno de sus ídolos. “Hasta el día de hoy cuenta la historia y, para mí, es una felicidad haber estado ahí, mirando, formando parte de eso”.

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Después del show, el exBeatle tiene una suerte de “ritual” que es reunirse con su gente, subir al ómnibus en que se mueven y dar “unas vueltas” por la ciudad. Al día siguiente se irá a Lima, donde dará el próximo recital.

“¿Qué dirá para saludar?”, le pregunta LA NACIÓN a Palazzo. “Ni idea, capaz que ‘culiados’ de nuevo”, se ríe. En 2016, la producción de McCartney había pedido una suerte de “guía de datos” a la de Córdoba, lugar donde abrió la gira. En ese listado, además de los nombres de Belgrano, Talleres, Carlos “la Mona” Jiménez, había algunas frases típicas de los cordobeses. Sir Paul eligió la que pronunció en el inicio, sabiendo lo que decía y divirtiéndose.