Enfundada en uno de los exclusivos vestidos que le diseñaron para esta gira, Shakira subió a las 21.10 al escenario del Campo Argentino de Polo, para dar el primero de los dos shows que programó en Buenos Aires, en el marco de su gira mundial Las mujeres ya no lloran. Los primeros compases de “La Fuerte”, su segunda colaboración con Bizarrap, fueron los que dieron el puntapié, absolutamente discotequero, a una fiesta que se extenderá durante más de dos horas, con dos docenas de canciones, producidas entorno a grandes puestas en escena, visuales y, especialmente, coreográficas.
Minutos antes, la enorme pantalla daba su versión digitalizada de la diva. Proyectaba la imagen de una Shakira convertida en una especie de Tomb Rider, desarmada, pero poderosa, que renacía de debajo de la arena de un enorme desierto, como una especie de ave Fénix. Un instante después, las cámaras seguían a la cantante, vestida con un traje claro y gafas gigantes, mientras recorría pasarelas hasta llegar al escenario, rodeada por un amplio séquito, que incluyó fans que fueron seleccionados para participar en la apertura del espectáculo.
“Buenas noches Buenos Aires, que emoción estar aquí, con ustedes, después de siete años. No saben las ganas de volver a este país que siento tan mío. Definitivamente, no hay mejor encuentro que el de una loba con su manada. Buenos Aires, esta noche somos uno”, dijo en la primera pausa musical de la noche.
Mas adelante dijo que los últimos años no fueron fáciles para ella. “Tampoco las últimas semanas”, agrego. Pero también aseguró que suele decirle a sus hijos que si bien de las caidas nadie se salva, pueden ser el comienzo para un vuelo mayor.
El tour de Shakira busca encaminarse luego de varios traspiés que se produjeron en distintas ciudades. Por lluvias que afectaron a sus equipos, uno de los shows que dio en Brasil comenzó una hora después del horario previsto. En Colombia debió cancelar una actuación por problemas de logística y en Chile por inconvenientes en el armado del escenario. Además, porque su convocatoria es mayor de la prevista, en los Estados Unidos inicialmente había pensado en una gira por estadios “arena” que luego debió ser reprogramada, en predios de mayor capacidad.
A pesar de todas estas vicisitudes, “La loba” sigue contra viento y marea. Este sábado, si el clima acompaña, será la segunda función.
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