Luego de que el derbi le deparara el sábado el mejor resultado posible, un empate (1-1) entre Real Madrid y Atlético de Madrid, Barcelona hizo lo suyo para calentar la lucha por el primer puesto de la Liga de España. Consiguió un triunfo con su sello futbolístico de la temporada: ambición y contundencia ofensiva. Con un 4-1 de visitante sobre Sevilla, el equipo catalán recortó distancias, se puso a dos puntos del líder Real Madrid y a uno del escolta Atlético de Madrid. Un trencito bien apretado, circunstancia que a estas alturas (23a fecha) no se daba desde el curso 2013/14, cuando el conjunto de Diego Simeone se consagró en la última fecha, tras empatar 1-1 con Barcelona.

En otra exhibición de poderío atacante, lo negativo para Barcelona pasó por la lesión del zaguero uruguayo Ronald Araujo, que hace poco había regresado tras una larga rehabilitación, y la expulsión de Fermín López, a instancias del VAR por una dura entrada, cuando solo llevaba 17 minutos en la cancha.

Frente a Sevilla marcaron Robert Lewandowski, López, Raphinha y Eric García. Eficacia distribuida entre las tres líneas, defensa, medio campo y ataque. Barcelona es el equipo con más capacidad goleadora entre las grandes ligas europeas. Por todas las competencias oficiales (Liga de España, Champions League, Copa del Rey y Supercopa de España), suma 113 goles en 36 partidos, a un promedio de 3,11 por cotejo. En lo que va de la temporada solo no marcó en dos cotejos: en la derrotas por 1-0 ante Real Sociedad y Leganés.

El conjunto de Hansi Flick es el más goleador de la Liga de España: suma 64 y el que más se le acerca es Real Madrid, con 51. También está al tope en la Champions League, con 28, por delante del Borussia Dortmund, que le sigue con 22. En ambas competencias tiene al máximo anotador, Lewandowski, con 19 en España y 9 en Europa (comparte el primer lugar con Sehrou Guirassy, de Borussia Dortmund).

Lo más destacado de Sevilla 1 – Barcelona 4

Dentro de su colección de amplios triunfos, hay dos con resaltador ante Real Madrid: el 4-0 en el Santiago Bernabéu por la Liga y el 5-2 por la final de la Supercopa de España en Arabia Saudita. La alta productividad de este curso conecta con lo que fue el último gran suceso de Barcelona, en 2014/15, cuando en esta misma jornada (23a) llevaba igual cantidad de goles (64) que ahora en la Liga. Aquel equipo fue de leyenda porque conquistó el triplete (Liga, Champions League y Copa del Rey), con Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar al frente de una máquina devastadora. Solo el tridente se encargó de la enormidad de 122 goles por todas las competencias.

La comparación con la temporada anterior, la última de Xavi, también marca un salto. Ahora, con 17 partidos menos, ya superó los 110 en 53 cotejos de hace un curso. Barcelona tuvo un arranque de Liga arrasador, con siete triunfos consecutivos, con un 7-0 a Valladolid y un 5-1 a Villarreal. Parecía encaminarse a dominar el torneo con puño de hierro, pero cayó en un bache, con derrotas inesperadas frente a Osasuna, Las Palmas, y Leganés. Especialmente dura fue la caída ante el Atlético de Madrid, por desaprovechar un 1-0 parcial y varias situaciones de gol, para terminar patinando en dos contraataques, la especialidad del equipo del Cholo Simeone.

Flick abraza a Raphinha; el alemán cumple una gestión positiva en su primera temporada en Barcelona

Barcelona abrió el 2025 con el estímulo de haber vencido a Real Madrid en la final de la Supercopa de España. En lo que va de este año encadenó nueve victorias, dos empates y 41 goles. Flick consiguió una buena amalgama entre los canteranos de la Masía (Cubarsí, Balde, Casadó, Gavi, Pedri y Lamine Yamal) y los más experimentados (Raphinha, Lewandowski, Koundé, Iñigo Martínez). El plantel también tuvo fortaleza mental para sobrellevar la tensión interna que provocó el riesgo de que no pudiera seguir en el plantel Dani Olmo -una de las dos incorporaciones del mercado de pases de mediados de 2024- por el incumplimiento del Fair Play financiero. La zozobra económica de Barcelona continua, aunque el presidente Joan Laporta hace alarde de tener todo controlado.

Raphinha atraviesa por su mejor momento de las tres temporadas que lleva en Barcelona

El equipo cuenta con uno de los más firmes candidatos a ganar más de un Balón de Oro en el futuro: Lamine Yamal, a los 17 años, tiene apariciones y un talento que hace recordar a Messi. Es zurdo y su punto de partida en el esquema es sobre la derecha, como lo hacía Leo. En la fecha pasada, ante Alavés, hizo un eslalon de 40 metros, dejando a cuatro marcadores en el camino, al estilo del rosarino.

En esta temporada se dio un exponencial crecimiento, en la cancha y en el vestuario, de Raphinha, hoy por hoy uno de los mejores delanteros de Europa. Fue el MVP en la final contra Real Madrid. El brasileño desequilibra por arranque, gambeta y remate. Puede desbordar y también cuesta pararlo cuando acelera por adentro. A los 28 años, tras ser dirigido por Marcelo Bielsa en Leeds, Raphinha alcanzó un punto de madurez: “Si no estás lejos de la fiesta y de la noche, la técnica no sirve de nada. Cuando jugás en este club tenés que ganar todo”. Se animó a comparar a Messi (”Es de otro mundo. Inexplicable.”) con Yamal: “Lo veo más parecido a Neymar. Las gambetas, lo rápido que piensa para pasar al rival. Cuando pensás que le podés robar la pelota te hace algo que nunca has visto en tu vida”.

Flick, que todavía no se maneja en español en las conferencias de prensa, consiguió rápidamente el respeto de un vestuario que también le reconoce su capacidad en los planteos tácticos, que usualmente se asientan en un 4-3-3. En su momento marcó estrictas pautas de convivencia: le quitó la titularidad al arquero Iñaki Peña porque llegó tarde a una charla técnica.

“Estoy muy orgulloso del equipo”, expresó Flick tras el triunfo sobre Sevilla. “Los jóvenes tienen mucho potencial. Ellos intentan mejorar, como el equipo. En la Liga hay tres o cuatro equipos muy buenos y nosotros somos uno de ellos”, agregó el exentrenador de Bayern Munich, al que llevó al triplete en 2020. Ahora su Barcelona espera tranquilo a su rival en los octavos de final de la Champions, está en las semifinales de la Copa del Rey y lucha palmo a palmo por la Liga. En todos los frentes, con el gol como bandera.