Lo que era una noche apacible, de triunfo con un gol Julián Álvarez, el primero por la Champions League en su nuevo club, derivó para Atlético de Madrid en un partido pesadilla, traumático porque ahondó en la endeblez defensiva que viene mostrando en la competencia europea. Lille, que en la jornada anterior ya había dado una sorpresa al vencer como local a Real Madrid, se cargó a otro grande de España con un inesperado 3-1 en el estadio Metropolitano. La despedida fue con silbidos a Diego Simeone y sus futbolistas.

Quedan cinco fechas por delante, pero el equipo español no puede descuidarse; ya consumió bastante del margen de error tolerable. Con dos derrotas y una victoria, se ubica en el puesto 27, entre los 12 que quedarán eliminados, ya sin el consuelo de bajar a la Europa League que existía antes de la reforma que extinguió la etapa de grupos para pasar a una liga de 36 equipos, entre los que surgirán los 16 clasificados para los octavos de final. En la próxima fecha, Atlético visitará a Paris Saint-Germain y luego le quedarán Sparta, de Praga; Slovan Bratislava; Bayer Leverkusen, y Salzburg.

Julián Álvarez define cruzado y marca el 1-0 para Atlético de Madrid; sin embargo, el partido terminará siendo de pesadilla para el conjunto español.

Atlético de Madrid recordará como fatídicos los 90 minutos contra el equipo francés. La conducción y las asistencias de Antoine Griezmann, más la muestra de eficacia de Álvarez, no fueron suficientes para contrarrestar falencias, con Alexander Sorloth perdiendo goles a granel, y para asimilar el perjuicio que le provocó el árbitro italiano Marco Guida, que sancionó un penal por una infracción inexistente –no hubo mano ni foul de Koke– que implicó el 2-1 de Lille. Simeone fue amonestado en las protestas por la sanción de la falta. En el gol del 1-1, el remate de Edon Zhegrova se desvió en Josema Giménez, y en el de Jonathan David para el 3-1 la pelota pegó en Reinildo y desacomodó a Jan Oblak. La tormenta perfecta.

El recorrido hecho en el alto nivel internacional es un valor en el fútbol. Puede ejercer un efecto intimidante sobre los menos experimentados, los que dan sus primeros pasos. Algo de esto pudo ocurrir antes de cumplirse 10 minutos, cuando Ousmane Touré, el central por la izquierda de los tres que dispuso Lille, se vio presionado por Griezmann y Álvarez. Un defensor de 19 años, sin partidos aún en la Ligue 1 y con un solo encuentro en la etapa clasificatoria de la Champions League, cercado por dos campeones del mundo. A la marca de Griezmann, Touré respondió con un temeroso y corto pase atrás a su arquero, interceptado por un especialista en usufructuar el acoso a los defensores rivales: la Araña olfateó el error, se quedó con el regalo y definió con un remate abierto de derecha.

Lo más destacado de Atlético de Madrid 1 vs. Lille 3

Primer gol del cordobés para Atlético por la Champions, en su tercer cotejo como titular en la competencia. En Manchester City, sus números en el torneo europeo se sintetizan en ocho tantos y cuatro asistencias en 17 partidos, con la mención de honor del título de campeón obtenido en 2023. La satisfacción de la Araña por el gol quedó licuada por el desbarajuste que siguió al 1-0: “Duele la derrota porque hicimos un buen primer tiempo, generamos situaciones, pero no fuimos eficaces. Contento por el gol, pero lo importante es el equipo. Queríamos sumar porque veníamos de una derrota. Ahora no nos queda mucho margen de error”, expresó.

Su mayor potencial es viniendo desde atrás, como segunda punta, con gente de buen pie en el medio para aprovechar todo lo que tiene. Detrás del 9 es donde, creo, se siente mejor y puede dar una mano para fortalecer al equipo, trabajando a la izquierda, porque ya lo hizo, y si quiere puede hacerlo”, había expresado Simeone en los días anteriores sobre la ubicación más favorable para el argentino. Y contra Lille, su punto de partida fue sobre la izquierda, no como un wing, sino con movimientos hacia adentro, para dejar espacios para la proyección del lateral Javi Galán. Tras el partido, Julián se mostró conforme con su progresiva adaptación: “Me siento muy bien; me ayudaron mucho en todo este tiempo. Me siento uno más”.

El noruego Alexander Sorloth, con una definición que se va por arriba del travesaño, desperdicia una de las varias situaciones propicias que tuvo para convertir.

El puesto de Nº 9, la referencia central del ataque, quedó para Alexander Sorloth, que tuvo una noche pavorosa frente al arco. Desperdició mucho más que lo imaginable para un goleador de credenciales respetables, contratado por 32 millones de euros por los 23 tantos que marcó en La Liga para Villarreal en la temporada pasada. El noruego desperdició cuatro situaciones clarísimas de gol, todas en situación de definición frente al arquero. En todas le pegó a la pelota de manera defectuosa, tanto cuando buscó un palo como cuando quiso picarla sobre el seguro Lucas Chevalier. Todas esas ocasiones desaprovechadas, que parecían anecdóticas mientras Atlético estaba 1-0, después tuvieron otra connotación a medida que el desarrollo se complicó para los locales con la remontada de Lille en el marcador. Simeone reemplazó a Sorloth por Ángel Correa cuando el encuentro empezaba a torcerse para los colchoneros.

El entrenador hizo un balance con palabras de lamento, y un mensaje cifrado para Sorloth: “Jugamos un grandísimo primer tiempo pero ésta es una competición cruel. Si no haces goles, te vas para afuera. Está complicado, clarísimamente. El próximo es un partido durísimo contra PSG. La realidad nos lleva a que estemos en un momento de dificultad en la Champions. ¿El penal? Está claro que no fue. Hay que aceptarlo. Es parte de las equivocaciones que tiene este juego. Vaya a saber qué le dijeron [al árbitro], porque creo que no se repitió en ningún lado… Miramos los pies de Koke, a ver si pisó a alguien, pero no fue así”.

Antoine Griezmann parece recriminarle a Sorloth su falta de eficacia en la definición; Atlético está 27º sobre los 36 clubes de la Champions, y son 24 los que pasarán de rueda.

A medida que el partido se le atragantaba a Atlético, Simeone recurrió a la entrada de su hijo Giuliano, que ya había sido un buen revulsivo el fin de semana en los minutos que tuvo frente a Leganés. El hijo menor de Cholo tuvo el empate en un remate que bloqueó Alexsandro. Fuera del acierto inicial de Julián, no le iba a salir más nada a Atlético, que encima no transmite la seguridad defensiva que es marca registrada en los conjuntos de Simeone. Por la Champions recibió goles en los tres partidos y venía de un 0-4 contra Benfica. Atlético de Madrid deberá volver a su esencia para que la nueva Champions no sea una repetida frustración.