Carlos Tevez se alejó de Independiente hace cinco meses. Desde entonces, se abocó a un extenso silencio y mantuvo el perfil bajo. Pero, este miércoles, el director técnico pasó por el aeropuerto de Ezeiza, donde se encontró con la prensa. Y, sin anestesia, opinó de manera contundente sobre la situación de Boca y del Rojo.

Tevez, antes de viajar para jugar un encuentro de exhibición en Corea junto a otras leyendas del fútbol, habló sobre la llegada de su excompañero Fernando Gago a Boca, y le deseó lo mejor. “Creo que le hace bien a la gente de Boca, ojalá le vaya bien”. También, como muchos hinchas del Xeneize, se esperanzó con el posible regreso de Leandro Paredes: “Como hincha, a quién no le gustaría ver a Leo en Boca. Sería muy lindo que pueda volver y estando bien. El fútbol argentino es muy difícil y si no regresás bien, cuesta”.

Otros tiempos, Tevez y Gago, juntos en el primer equipo de Boca

Pero luego fue preguntado sobre la temporada de Boca, que casi no tiene chances en la Liga Profesional, fue eliminado muy pronto de la Copa Sudamericana y aún no tiene asegurada la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo. Y allí sí, Tevez disparó su opinión de manera contundente. “Es difícil opinar desde este lado, más sabiendo que uno no se idéntica con los que están a cargo. Yo estuve cuando nosotros jugábamos la Libertadores y no hacíamos un buen papel, y esta gestión nos pegaba. Yo no quiero hacer lo mismo”, expresó el Apache, que recordó de esta manera cuando Juan Román Riquelme estaba fuera del equipo y del club, y castigaba a los dirigentes de aquel entonces por no ganar el torneo continental.

“Es muy difícil opinar de Boca. No me gustaría que se sienta nadie ofendido, no es bueno estar de ese lado. Pero uno no ve bien a Boca y sería fácil pegarle”, agregó Tevez, que tuvo tres ciclos en la entidad de la Ribera; su última etapa concluyó en junio en 2021, cuando ya estaba la gestión encabezada por Jorge Amor Ameal, con Riquelme como vicepresidente, en un alejamiento en el que se dejaba entrever que la relación era al menos distante. Un año después, empezó su carrera como DT en Rosario Central.

“Yo estuve en Boca cuando esta gestión -la que conduce Riquelme ahora- nos pegaba muy duro cuando no hacíamos un buen papel en la Copa Libertadores, o no nos clasificábamos o quedamos afuera. Siempre estuve en contra de eso, y hoy, estando del otro lado, me parece que opinando, y más siendo hincha de Boca, no me parece bien. No es bueno estar del otro lado”, agregó Tevez. Años atrás, cuando el club acumulaba títulos locales y ninguno internacional, Riquelme solía expresar: “La Copa Libertadores vale como diez campeonatos argentinos. Ganar un torneo local con Boca es importante, pero ganar la Copa Libertadores es ser un buen jugador de fútbol. Si querés demostrar que sos bueno, tenés que ganar la copa”. El Apache, claramente, nunca olvidó esas críticas del hoy presidente de Boca.

Pero la actualidad del club de sus afectos no fue de lo único que haló Tevez, que también cargó contra los dirigentes de Independiente. “A los chicos (del plantel) siempre les deseo lo mejor, pero no he terminado bien con la dirigencia. No valoran mucho el trabajo que uno hizo”, soltó con una sonrisa irónica.

Y fue un paso más allá: “No se si no iremos a la Justicia, porque es difícil ponerse de acuerdo. Ellos dicen que yo les debo plata, y yo les digo que ellos me deben. Yo fui casi gratis a Independiente, y me mintieron. Dicen que les debo plata y ellos todavía no me pagaron lo que me deben”. En este contexto, vale aclarar que, de acuerdo con el contrato, Tevez debía abonar una cláusula de resarcimiento de 300.000 dólares si se iba antes de cumplir el año de gestión, pero al mismo tiempo, el club le adeudaba a su vez dos meses de sueldo en el momento en el que el DT anunció su salida.

Tevez terminó su ciclo con un balance de 14 triunfos, 11 empates y 6 derrotas en 31 encuentros, aunque un empate en la última fecha le impidió llegar a los cuartos de final de la Copa de la Liga, y esa frustración marcó su salida.