Alfredo Adame habló con INFOBAE MÉXICO sobre su participación en 'La Casa de los Famosos All-Stars' (Infobae México - Jovani Pérez)

En un reality donde los egos chocan y las personalidades fuertes imponen su ley, en La Casa de los Famosos All Stars, Alfredo Adame se alista para la batalla.

No es un hombre de medias tintas ni de silencios cómodos. Su presencia es un huracán que sacude cualquier escenario, y esta vez, su promesa es clara: va a encender la competencia.

“Lo que podrán esperar de mí es que la gane”, lanza con la seguridad de quien conoce el juego y sabe que lo domina.

“Voy con educación, respeto y valores, pero también con la certeza de que daré el mejor contenido. Tengo dinamita para explotar en cada situación, y mi objetivo es simple: que este reality sea un éxito absoluto”, expresó en entrevista con INFOBAE MÉXICO horas antes de que fuera completamente incomunicado con el exterior.

El actor y conductor lo dice sin titubeos. Si está en esta edición de La Casa de los Famosos All Stars es porque su sola presencia garantiza espectáculo.

“Por algo me dicen el rey del rating. Si me invitan, es porque saben que mi nombre significa audiencia. Voy a hacer que este programa sea un fenómeno. Me conocen: siempre he sido una persona directa, con carácter, con principios y calidad humana”.

Alfredo Adame tiene sed de revancha

La primera vez que Adame cruzó las puertas de La Casa de los Famosos, su impacto fue inmediato. No pasó desapercibido. No podía. Él era la chispa que incendiaba la convivencia. Pero su salida no fue por falta de apoyo del público, sino porque lo necesitaban en las galas, según argumentó el galán de telenovelas con seguridad.

“Yo me siento maravillosamente bien, la primera vez lo hice muy bien, fui el rating, el que más contenido dio, el más exitoso indudablemente, yo no salí por votos, sino porque me necesitaban en las galas. Sin mí, el show estaba apagado”, afirmó con la certeza de quien se sabe esencial.

No tiene reparos en señalar la falta de competencia intelectual con la que se encontró en la temporada anterior.

“Había pura gente sin preparación, sin conocimientos generales, sin cultura. Solo frivolidades, vanidades y banalidades”, dijo con desdén, aunque concede excepciones: “Maripily, Mariana González, La Bronca y algunos más”.

Pero si algo le quedó claro es que su personalidad dominante incomodaba.

“Nadie me daba réplica, nadie quería enfrentarse a mí porque sabían que los opacaba. Hubo un momento en que simplemente dije: ya no quiero estar aquí, y pedí a gritos que me sacaran”, lanza con su habitual franqueza.