La Dolfina sigue desfilando por la fase de grupos.. En la presente edición del Abierto Argentino, solamente acumula triunfos, derrochando goles y quitándole gracia a los partidos. Los resuelve fácilmente, casi sin transpirar. En el debut, cortó de raíz el entusiasmo del novel La Zeta, con un contundente 21-7; siguió en la misma línea al propinarle un previsible 20-10 a su “cría”; y tras descansar una semana, le endosó el amplio 20-7 a La Ensenada, indicativo de que también lo caminó por encima al equipo del mismo pago: Cañuelas.
Tres buenas presentaciones que alcanzan para medir aproximadamente el verdadero poderío de La Dolfina. Tres goleadas, sobre todo esta última, que permiten determinar, fehacientemente, que el cuarteto, finalista de Hurlingham, el primer torneo de la Triple Corona, podría recuperar el título de Palermo, hoy en manos de La Natividad. Posee las armas para pelear por él, no hay dudas. A La Ensenada la ahogó con dinámica, combinaciones, velocidad y goles. Sacó distancias en el marcador y se dedicó a administrarla. Y cuando pudo, aceleró y anotó. Fue su mejor actuación ante un rival abatido.
Esta formación de La Dolfina suele ser pragmática y responde de acuerdo a la exigencia del adversario. Para derrotar holgadamente a La Ensenada le alcanzó con pinceladas de su jerarquía, con trazos gruesos de un esquema probado y eficiente. Además, triunfo tras triunfo, La Dolfina, entró donde pretendía entrar: a la zona de definición del torneo, un ámbito donde se siente cómodo y donde acostumbra desplegar, y potenciar, sus virtudes colectivas.
La primera y decisiva prueba de fuego, que calibrará su nivel real, la afrontará el próximo domingo, cuando en la cancha 1 de la Catedral, se plante frente a frente con su viejo archirrival: Ellerstina, víctima frecuente en sucesivas tardes de gloria. Hoy la organización conocida como la Zeta, presenta un equipo remozado, liberado de presiones y fortalecido anímicamente, gracias a un par de resultados positivos, entre ellos el conseguido esta misma tarde, frente a la otra La Dolfina (15-9), también bestia negra de la escuadra de General Rodríguez.
La Ensenada, cuesta abajo en su rodada, no significó un serio obstáculo, capaz de comprometer el andar arrollador de los Cambiaso, Stirling y Nero. El cuarteto ganador de la Copa Drysdale (subsidiaria de Hurlingham), allá por septiembre, anda en busca de las ilusiones perdidas y añora el reciente pasado. Busca torcer el fulero presente y proyectar un auspicioso futuro.
En este certamen, Cría La Dolfina le remontó un 1-8 y se llevó la victoria por 16-14; luego quedó libre; a la semana lo derrotó Ellerstina, 18-15; y ahora fue La Dolfina, quien lo hizo hocicar. Le queda una sola oportunidad de redimirse y salvar el trimestre a La Ensenada: el match contra el necesitado de puntos La Zeta.
Restan dos duelos para completar el fixture de la zona B: el clásico La Dolfina-Ellerstina, como en los no tan viejos tiempos, por un lugar en la final, y la confrontación por la supervivencia entre La Ensenada y La Zeta. Dos partidos a todo o nada.
La síntesis
La Dolfina (20): Adolfo Cambiaso (h.), 10; David Stirling (h.), 10; Asolfo Cambiaso (n.), 10, y Juan Martín Nero, 10. Total: 40.
La Ensenada (7): Juan Britos (h.), 9; Alfredo Bigatti, 9; Juan Martín Zubía, 9, y Jerónimo del Carril, 9. Total: 36.
- Progresión: La Dolfina: 2-1, 4-2, 7-3, 10-3, 13-3, 14-6, 17-7 y 20-7.
- Goleadores de La Dolfina: A. Cambiaso (h.), 4; Stirling, 6; A. Cambiaso (n.), 9 (3 penales y un córner), y Nero, 1. De La Ensenada: Britos (h.), 1; Bigatti, 1; Zubía, 2 (un penal), y del Carril, 3 (todos penales).
- Incidencias: Amonestados: Stirling (LD), en el segundo chukker. Bigatti (LE), en el cuarto chukker.
- Jueces: Gastón Lucero y Gonzalo López Vargas.
- Árbitro: José Ignacio Araya.
- Cancha: 1 de Palermo.
Así está la tabla de la Zona B
- La Dolfina 6 (+37 dif)
- Ellerstina 6 (+21)
- Cría La Dolfina 2 (-15)
- La Zeta Kazak 2 (-23)
- La Ensenada 0 (-20)