El ataque dejó a hombres, mujeres y niños muertos, además de decenas de casas incendiadas y comunidades enteras desplazadas.

La región central de Haití vivió un fin de semana de extrema violencia tras una serie de ataques perpetrados por pandillas fuertemente armadas, que dejaron un saldo de hombres, mujeres y niños asesinados, además de numerosas viviendas incendiadas. Las agresiones obligaron a cientos de personas a huir en la oscuridad y buscar refugio en localidades cercanas.

Desde Pont-Sondé, el funcionario Guerby Simeus confirmó por teléfono casi una docena de muertes, entre ellas “una madre y su hijo y un empleado del gobierno local”, y lamentó que “Las bandas siguen en Pont-Sondé”, sin que lleguen refuerzos. Los ataques iniciaron entre viernes y sábado, incluso transmitidos en vivo por los propios pandilleros.

Las autoridades policiales alertaron sobre la gravedad de la situación, señalando que el 50% de la región de Artibonite ha caído bajo control de pandillas, con ataques particularmente intensos en las ciudades de Bercy y Pont-Sondé. El sindicato policial SPNH-17 denunció en X la incapacidad operativa para responder ante la ofensiva criminal: “La población no puede vivir, no puede trabajar, no puede desplazarse”, advirtió, añadiendo que “La pérdida de los dos departamentos más grandes del país —Oeste y Artibonite— es el mayor fracaso de seguridad en la historia moderna de Haití”.

Aunque la capital Puerto Príncipe concentra la mayor parte del despliegue policial, esta ciudad también se encuentra mayoritariamente bajo control de pandillas, lo que limita las posibilidades de respuesta.

Vladimir Paraison, jefe de la Policía Nacional, ofrece una conferencia de prensa para presentar armas y municiones incautadas durante diferentes operaciones contra pandillas, en Puerto Príncipe, Haití, el 28 de noviembre de 2025. (REUTERS/Fildor Pq Egeder)

“Escuché muchos disparos, muchísimos”, recordó un hombre no identificado a The Associated Press. “¿Por qué no envían drones a Artibonite? Solo usan drones en Puerto Príncipe. Creo que esta pandilla es especial. No quieren destruirla”.

Huidas masivas y enojo en Saint-Marc

Ante el avance de las pandillas, numerosos sobrevivientes huyeron hacia la ciudad costera de Saint-Marc. Allí, cientos de residentes indignados exigieron el lunes acciones urgentes del gobierno.

El sobreviviente Réné Charles expresó su disposición a enfrentar a las pandillas:“¡Denme las armas! ¡Voy a luchar contra las pandillas! … ¡Tenemos que plantar cara y luchar!”. La frustración escaló al punto de que la multitud intentó irrumpir en la oficina del alcalde. Un manifestante declaró:“¡Vamos a tomar la justicia en nuestras manos!”

La activista política Charlesma Jean Marcos aseguró que las autoridades fueron advertidas de la inminente invasión sin obtener respuesta: “Por ahora, los únicos que realmente luchan contra la pandilla son las autodefensas… Un país no puede funcionar así”.

Una mujer herida en un ataque mortal perpetrado por miembros de la pandilla Gran Grif, que arrasó la ciudad de Pont-Sondé y mató a varias personas, descansa en el Hospital Saint Nicolas en Saint-Marc, Artibonite, Haití. (REUTERS/Marckinson Pierre)

Además, hizo un llamado a que los desplazados se refugien en comisarías y oficinas públicas hasta recuperar el control territorial.“Mucha gente pasará hambre… Podemos apoyarlos hoy, podemos apoyarlos mañana, pero no podremos apoyarlos eternamente”.

Según cifras recientes, más de la mitad de la población haitiana sufre niveles críticos de hambre, agravados por el bloqueo de rutas y la violencia que ha desplazado a un récord de 1,4 millones de personas.

Gran Grif: una de las pandillas más violentas

Las autoridades atribuyen la ofensiva a la pandilla Gran Grif, conocida por su brutalidad y responsable de la masacre de octubre de 2024 en Pont-Sondé, donde murieron al menos 100 personas.

Gran Grif es liderada por Luckson Elan, recientemente sancionado por el Consejo de Seguridad de la ONU y el gobierno de Estados Unidos. También fue sancionado Prophane Victor, exlegislador acusado de armar a jóvenes en Artibonite.

FOTO DE ARCHIVO: Un vehículo blindado sale de una comisaría de la policía tras el ataque del 3 de octubre de miembros de la banda Gran Grif en Pont-Sonde que dejó varios muertos, en Pont-Sonde, Haití. 7 de octubre de 2024. (REUTERS/Marckinson Pierre/Archivo)

La ONU reportó un alarmante incremento en los asesinatos en los departamentos del Centro y Artibonite: 1.303 víctimas entre enero y agosto, frente a 419 en el mismo período del año anterior. “Estos ataques ponen de relieve la capacidad de las pandillas para consolidar el control a lo largo de un corredor que va del Centro al Artibonite en medio de una presencia policial limitada y limitaciones logísticas”, afirmó un informe reciente de la ONU.

Desde el consejo presidencial de transición, Fritz Alphonse Jean —recientemente sancionado por Estados Unidos— criticó la incapacidad del gobierno para afrontar la crisis: “La sangre sigue corriendo, se siguen perdiendo vidas y propiedades frente a un gobierno incapaz de abordar los problemas de la población durante más de un año… ¿Estabilidad?”.

(Con información de AP)