El tercer sondeo de intención de voto para las elecciones generales de Bolivia confirmó la tendencia que muestran los estudios anteriores: la oposición lidera la preferencia electoral pero aún hay un alto porcentaje de indecisos.
El estudio realizado por la empresa Captura Consulting, difundido por los canales Red Uno y Cadena A, muestra que el empresario Samuel Doria Medina obtiene un 19,6% de preferencia, seguido del ex presidente Jorge Quiroga con el 16,6% y Andrónico Rodríguez, el candidato mejor posicionado de la izquierda, llega al 13,7%.
El oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), que obtuvo votaciones históricas de más del 60%, se ubica en séptimo lugar con 1,4%, un porcentaje que incluso lo llevaría a perder su personería jurídica si no llega al 3% de la votación. Tras la renuncia de Luis Arce a buscar la reelección, sus aliados eligieron a Eduardo Del Castillo, su ex ministro de Gobierno (Seguridad), como candidato a la Presidencia.
Sin embargo, la cantidad de indecisos es alta y puede volcar el resultado final. Con 15,5% de personas que aún no sabe por quién votar, los indecisos superan el porcentaje de cualquier candidato en cinco de las nueve regiones del país. “No es un dato menor, más de la mitad de Bolivia no sabe por quién va a votar. Esta es una elección atípica, el indeciso ha ganado esta encuesta, de lejos”, manifestó el analista Marcelo Silva durante la presentación de los resultados en Red Uno. El porcentaje más alto de indecisos está en el departamento de Chuquisaca, donde alcanza el 32,8%.
El analista atribuyó estas cifras a la falta de interés en las campañas electorales. “El boliviano está preocupado por el tema de combustible, conseguir alimentos. Los candidatos han sido poco empáticos con el ciudadano. Mientras ellos festejaban y anunciaban grandes candidaturas, el electorado seguía desconectado”, argumentó.
Si la votación confirma la tendencia que muestran esta y las anteriores encuestas, habría una segunda vuelta entre el empresario Doria Medina y el ex presidente Quiroga (2001-2002) y ninguna fuerza política tendría mayoría en el parlamento. Según las leyes bolivianas, solo gana en primera vuelta quien supere el 50% de la votación o el 40%, siempre que haya una distancia de diez puntos con el segundo candidato más votado.
El “candidato” que no figura
En el escenario electoral boliviano emergió una figura nueva: Jaime Dunn, un economista de tendencia liberal que quiere disputar la Presidencia tras haber superado los escollos administrativos que impidieron su registro en las listas dentro del plazo del Tribunal Supremo Electoral.
A Dunn, de 56 años, le faltaba obtener un certificado de solvencia fiscal emitido por la Controlaría General del Estado. Para no ser inhabilitado luego, hizo una maniobra política: se inscribió otra persona en su lugar que luego renunció para que él lo reemplace dentro del plazo de sustituciones una vez que complete el trámite.
Este miércoles, obtuvo el certificado faltante y efectuó su registro, que deberá ser validado por las autoridades electorales. En ese sentido, al no estar formalmente inscrito para las elecciones, Dunn no figura en ninguna de las encuestas publicadas hasta ahora. De admitirse su candidatura, podría disputar el voto opositor y mover el escenario electoral.
Las elecciones están convocadas para el 17 de agosto y se calcula que unos 7,5 millones de bolivianos acudan a las urnas para renovar la representación política del Ejecutivo y de la Asamblea Legislativa Plurinacional.