Miles de campesinos aimaras se movilizaron el lunes en La Paz, Bolivia, para reclamar al presidente Luis Arce una acción urgente ante la creciente crisis económica. La protesta incluyó el anuncio de un ultimátum al gobierno: si no se encuentran soluciones en 72 horas, contemplan unirse a bloqueos de carreteras en todo el país, según informó AFP.
Provenientes de los alrededores de La Paz, los manifestantes, muchos de ellos vistiendo sus tradicionales ponchos, alzaron la voz por la crítica situación económica, destacando el incremento del costo de vida. Con una inflación que en mayo se situó en un 18,4% interanual, la más alta en casi dos décadas, la demanda se centra en buscar soluciones inmediatas.
La crisis se atribuye, principalmente, a la falta de dólares ocasionada por la caída de la exportación de gas, lo cual afecta la capacidad del gobierno para importar combustibles como gasolina y diésel, distribuidos a precios subsidiados. La falta de estos insumos ha incrementado el precio de los alimentos, impactando sobre todo a las comunidades rurales. Virginia Cuéllar, una campesina de 40 años, expresó su angustia: “Nuestras familias se están muriendo de hambre”.
Los campesinos no están solos en su protesta. Desde hace ocho días, partidarios del ex mandatario Evo Morales mantienen bloqueos en diversas carreteras, exigiendo la dimisión de Arce y acusándolo de manipular el sistema judicial y electoral para evitar la participación de Morales en las elecciones de agosto. Según la Autoridad Boliviana de Carreteras, existen 28 puntos de bloqueo, siendo el departamento de Cochabamba el más afectado.
Los manifestantes del lunes indican que su lucha se centra exclusivamente en la situación económica, rechazando cualquier vinculación política. “No pertenecemos a ningún partido político. Estamos luchando por el alza de la canasta familiar y la escasez de combustibles”, declaró a AFP Raimundo Colquehuanca, un dirigente campesino.
Simultáneamente, comerciantes de El Alto también realizaron una marcha que colapsó las calles del centro de La Paz. Sus demandas no difieren de las de los campesinos: un llamado urgente a abordar la inflación y el desabastecimiento. Un comerciante explicó a EFE cómo el costo del litro de aceite y otros productos de primera necesidad casi se ha duplicado.
El descontento generalizado entre los comerciantes y campesinos, en parte, se refleja en el aumento de los costos de alimentos, con el precio de la carne incrementándose en más del 100%, según el dirigente de los carniceros Jorge Choque. La inflación acumulada de enero a mayo, según el Instituto Nacional de Estadísticas, es del 9,81%, superando la proyección anual del gobierno.
Todos estos sucesos coinciden con los bloqueos promovidos por los sectores afines a Morales, quienes demandan que se permita que el exmandatario, alejado del Movimiento al Socialismo (MAS), pueda presentar su candidatura con Pan-Bol, partido al que ha intentado unirse tras distanciarse de Arce.
Evo Morales, tras perder su liderazgo en el MAS, continúa insistiendo en ser candidato a pesar de que una reciente decisión del Tribunal Constitucional Plurinacional ratificó que la reelección en Bolivia es “por una única vez de forma continua”, impidiendo su regreso.
El clima de tensión y los bloqueos han traído como consecuencia directa más de cincuenta heridos, según el gobierno de Arce, que denuncia que las acciones impiden el paso de ambulancias y la distribución de alimentos y combustibles. Morales, por su parte, ha denunciado injerencias externas, particularmente señalando al expresidente estadounidense Donald Trump de intervenir para evitar su candidatura.
En este contexto de agitación, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) ha hecho un llamado a evitar confrontaciones y priorizar el diálogo. A través de un comunicado, enfatizó la necesidad de resolver los desafíos democráticamente y resaltó la importancia del respeto mutuo y la unidad.
(Con información de AFP y EFE)