Vladimir Trapeznikov, un apasionado de la aviación artesanal, murió a los 88 años durante una prueba de funcionamiento del helicóptero que había construido. Una de las palas se desprendió y lo golpeó en la cabeza, provocando su muerte en el acto. El impactante accidente ocurrió el jueves 30 de julio en la aldea de Zalazna, en Rusia.
Según datos provistos por la Oficina del Fiscal de Transporte de la Región del Volga (VRTPO) y citados por la cadena CNN, el piloto intentaba iniciar el despegue con el helicóptero aún posado sobre el suelo.
Durante la puesta en marcha del motor, cuando este comenzaba a aumentar su potencia, las palas principales del rotor se soltaron de manera abrupta. Una de ellas golpeó a Trapeznikov en la cabeza, provocándole heridas de extrema gravedad. A pesar de haber sido trasladado con urgencia al Hospital del Distrito de Omutninsky, el hombre falleció horas después debido a la magnitud del traumatismo.
Trapeznikov no era un improvisado. Según precisó People, se trataba de un inventor aficionado que durante décadas dedicó tiempo y esfuerzo al diseño y construcción de aeronaves en su propio taller. A lo largo de su vida, fabricó cinco vehículos aéreos de manera independiente, aunque ninguno de ellos fue registrado oficialmente ante las autoridades aeronáuticas.
Su trayectoria como constructor comenzó tras finalizar su carrera como conductor de camiones madereros. En 1985, logró reconocimiento en todo el país cuando consiguió volar un avión de fabricación propia. La aeronave, llamada Rosinante en alusión al caballo de Don Quijote, alcanzó notoriedad gracias a un informe emitido por Panorama, un noticiero cinematográfico y televisivo.
Ese primer éxito marcó un punto de inflexión en su vida. Desde entonces, Trapeznikov se abocó por completo a su pasión por la aeronáutica, sin respaldo institucional y con recursos limitados. Los otros cuatro aparatos que construyó no lograron despegar de forma segura. El último, que terminó por causarle la muerte, fue desarrollado en su taller personal, con herramientas y materiales adquiridos por su cuenta.
La tragedia fue presenciada por su hija y su yerno, quienes se encontraban en el lugar durante la prueba fallida. Así lo señaló una fuente cercana a la familia, citada por Izvestia. Las imágenes registradas del hecho permiten observar en detalle el momento en que el helicóptero se desarma. Mientras las hélices giran, una de ellas se separa de la estructura principal, choca contra la cabeza del piloto y provoca la caída parcial del fuselaje. Según la Rossiyskaya Gazeta, el impacto fue inmediato y letal.
Trapeznikov era un referente local por su constancia como inventor autodidacta. Desde joven había manifestado interés por la aviación, aunque nunca accedió a estudios formales ni licencias oficiales. Su actividad era conocida en la región, donde vivía desde hacía décadas. Su caso generó repercusión debido al carácter dramático del accidente y al historial de sus intentos por fabricar aeronaves funcionales.
Las autoridades iniciarion una investigación para establecer los motivos del desprendimiento del rotor. La VRTPO se encuentra examinando los restos del aparato, así como la legalidad de su construcción y uso. Hasta el momento, no se difundieron resultados preliminares. Tampoco se informó si Trapeznikov contaba con permisos de vuelo o si alguna autoridad supervisaba sus ensayos.
La investigación en curso buscará determinar si existió negligencia o error de cálculo en el diseño de la aeronave. Mientras tanto, su muerte generó un debate sobre la necesidad de establecer controles más rigurosos en este tipo de iniciativas personales.