El régimen de Irán convocó al encargado de negocios de Reino Unido en Teherán para protestar por la detención de varios iraníes en el país, incluidos tres que han sido recientemente imputados por supuestas labores de espionaje.
El Ministerio de Exteriores iraní presentó una “firme protesta” ante las acciones de Londres, así como contra las acusaciones “injustificadas” contra estas personas. Así, afirmó que los tres acusados han sido imputados “sin pruebas”.
En esta línea, denunció que las autoridades británicas están negando el acceso consular a los detenidos y advirtió que Reino Unido es “totalmente responsable” de las consecuencias de estas acciones, que “parecen estar motivadas políticamente”, según informó la cadena de televisión iraní Press TV.
Horas después, el Ministerio de Exteriores de Reino Unido respondió convocando al embajador de Irán en Londres, Alí Muscavi, para abordar la situación, tras lo que manifestó que “el Gobierno británico es claro en que la protección de la seguridad nacional sigue siendo la principal prioridad y en que Irán debe rendir cuentas por sus acciones”.
“La convocatoria llega después del anuncio de este fin de semana sobre que tres ciudadanos iraníes han sido imputados por participar en una conducta que probablemente buscaba ayudar a un servicio de Inteligencia extranjero”, indicó un portavoz de la cartera en un breve comunicado.
La Policía británica arrestó a siete iraníes en dos operaciones, que han derivado en la imputación de tres personas, identificadas como Mostafá Sepahvand, Farhan Yavadi Manesh y Shapur Qalehali Jani Nuri, sospechosos de actuar “para ayudar probablemente a un servicio de inteligencia extranjero”.
De acuerdo con The Guardian, Sepahvand enfrenta cargos adicionales por realizar vigilancia y reconocimiento con la intención de cometer violencia grave contra una persona en el Reino Unido. Manesh y Noori, en tanto, también han sido acusados de participar en actividades de vigilancia y reconocimiento para ayudar a otra persona a cometer actos de violencia grave.
El jefe del Mando Antiterrorista de la Policía Metropolitana, Dominic Murphy, afirmó durante el fin de semana que “son cargos extremadamente graves bajo la Ley de Seguridad Nacional” y que han acabado presentados tras una investigación tan rápida como compleja», sin que Londres haya reaccionado por ahora a las críticas de Teherán a estas operaciones.
Frank Ferguson, jefe de la división de crimen especial y antiterrorismo del CPS, recordó que los procedimientos penales contra los acusados están activos y que tienen derecho a un juicio justo. Subrayó, además, la importancia de evitar cualquier tipo de informe o comentario que pueda perjudicar el proceso judicial.
Este caso se enmarca en un contexto más amplio de medidas de seguridad nacional en el Reino Unido. El régimen de Irán fue el primer estado extranjero incluido en el nivel más alto del esquema de registro de influencia externa del Ministerio del Interior, un programa diseñado para proteger al Reino Unido de influencias extranjeras malignas. Según este esquema, cualquier persona dirigida por Irán o Rusia para llevar a cabo actividades en suelo británico debe declararlo o enfrentarse a penas de hasta cinco años de prisión una vez que el programa entre en vigor en julio.
(Con información de Europa Press)