El ilusionista compartió secretos profesionales para ayudar a los militares a sobrevivir en situaciones extremas y evitar la desorientación (Wikipedia: Biblioteca del Congreso de Estados Unidos)

Harry Houdini, famoso ilusionista de principios del siglo XX, instruyó a soldados estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial sobre técnicas de supervivencia, convencido de que la desorientación resultaba letal en situaciones de peligro extremo.

Su intervención en la vida de los militares, reveló el libro The Secret Life of Houdini: The Making of America’s First Superhero, de William Kalush y Larry Sloman, fue mucho más allá del simple entretenimiento debido a que optó por romper la tradición de los magos y decidió compartir algunos de sus secretos mejor guardados para preparar a los reclutas frente a desafíos reales.

En aquel contexto de guerra, Houdini impartió clases prácticas a los soldados estadounidenses. Durante esas sesiones, enseñó el modo de librarse de esposas, cuerdas y otros instrumentos destinados a inmovilizar las manos.

El mago reveló detalles que suelen permanecer en el ámbito restringido de los ilusionistas. Consideraba crucial que los combatientes pudieran escapar en caso de caer prisioneros, especialmente si terminaban en manos de los alemanes, quienes utilizaban modelos específicos de esposas. Para estos casos, proponía ocultar llaves en un dedo falso o en zonas accesibles mediante la boca. Esta táctica podía resultar decisiva para la supervivencia durante el cautiverio.

El aporte de Houdini consistió en entregar cerca de veinticinco años de experiencia a los soldados que prestaban servicio en el frente de batalla. Según publicó el magazine Coffee or Die, el ilusionista salvó vidas mediante la transmisión de destrezas y conocimientos fundamentales, aunque nunca combatió como infante armado. Su colaboración resultó especialmente relevante porque contribuyó a que los soldados estadounidenses adquirieran confianza y recursos para sortear situaciones límite.

Escapes acuáticos

El ilusionista compartió secretos profesionales para ayudar a los militares a sobrevivir en situaciones extremas y evitar la desorientación (Wikipedia: Biblioteca del Congreso de Estados Unidos)

“El principal motivo por el que las personas no podían escapar de barcos que se hundían era porque perdían su sentido de dirección”, evaluó entonces el ilusionista.

El conocimiento que tenía Houdini sobre escapes acuáticos también llegó a los fieles del ejército. En las sesiones de instrucción describía cómo actuar cuando una embarcación comenzaba a hundirse. El mago recomendaba mantener la calma para evitar la desorientación, uno de los factores más frecuentes en accidentes de este tipo.

Indicaba que las víctimas debían esperar hasta que su cuerpo flotara espontáneamente y tocar con alguna parte de la embarcación, de modo que pudieran identificar la orientación y ascender a la superficie. Su técnica, basada en la paciencia y el control, contribuía a reducir el pánico y a facilitar el acceso a la salida.

Las enseñanzas de Houdini surgían de una larga carrera de superación de desafíos consistentes en liberarse de todo tipo de aparatos de sujeción frente al público. Estas demostraciones pasaron a formar parte de un entrenamiento especial para los soldados de Estados Unidos, quienes recibieron instrucciones detalladas para aplicarlas en escenarios reales.

El libro The Secret Life of Houdini: The Making of America’s First Superhero resalta la claridad con la que el mago explicaba cada uno de los recursos para escapar de ataduras o ambientes hostiles bajo el agua.

La influencia de Houdini durante la Gran Guerra trascendió lo meramente didáctico. De acuerdo con el libro mencionado, el ilusionista también operó como espía al servicio del Reino Unido. Sus contactos en Europa, sobre todo entre la realeza y figuras políticas de países enemigos, permitieron que accediera a datos considerados valiosos por el servicio secreto británico. La versatilidad de Houdini se reflejaba en sus acciones públicas y clandestinas, y lo posicionó como una figura destacada y multifacética en la sociedad internacional de la época.

Además de entrenar combatientes y colaborar en inteligencia, Houdini participó en campañas de recaudación de fondos para apoyar a la causa aliada. Su reconocimiento como celebridad facilitó la organización de espectáculos benéficos cuyos ingresos se destinaron al esfuerzo de guerra. Mantuvo una presencia constante en la vida pública y militar. Así integró actividades que abarcaban desde la magia y el ilusionismo hasta tareas reservadas a los servicios secretos.

Houdini enseñó a los combatientes a liberarse de esposas y cuerdas, y a escapar de embarcaciones hundidas (Wikipedia: Biblioteca del Congreso de Estados Unidos)

Con el paso del tiempo, las historias sobre las intervenciones de Houdini en la Primera Guerra Mundial demostraron que el ilusionista supo conectar la disciplina artística con intereses estratégicos concretos. Los manuales del ejército de entonces incluyeron fragmentos de las técnicas que él compartió de manera directa, y los testimonios recogidos por contemporáneos en publicaciones especializadas y biografías subrayaron el aporte singular del mago.

Lejos de limitarse al escenario, Harry Houdini se transformó en un referente para la instrucción militar. Combinó ingenio, valentía y altruismo en todos los ámbitos donde desplegó sus conocimientos. Sus aportes cubrieron tanto el plano práctico de las operaciones militares como la dimensión simbólica del coraje frente a lo desconocido.